SOCIEDAD

Los bancos de alimentos, Cáritas y Cruz Roja fijan “servicios mínimos” para priorizar la entrega de comida y la atención de los mayores

Las entidades sociales de la Comunidad suspenden muchos programas pero refuerzan la línea telefónica para los casos más urgentes

Los bancos de alimentos, Cáritas y Cruz Roja, tres de las entidades sociales más representativas de Castilla y León, han fijado “servicios mínimos” para atender a las personas más vulnerables y los casos más urgentes. De esta manera, el colectivo de mayores y la entrega de alimentos se han convertido en una prioridad para estas organizaciones durante el estado de alarma por la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus Covid-19. Además, se han suspendido los programas que no son imprescindibles y se ha reforzado la atención telefónica para evitar el contacto entre trabajadores, voluntarios y usuarios, además de extremar las medidas de higiene para minimizar posibles contagios.

Los bancos de alimentos de la Comunidad no han cerrado sus puertas y garantizan la entrega de productos de primera necesidad a las entidades con un retén de voluntarios más jóvenes y con buena salud. De esta manera, la organización continúa con las entregas de alimentos previstas del Fondo Europeo de Ayuda para las personas más desfavorecidas (Fead).

El presidente del Banco de Alimentos de Valladolid, Jesús Mediavilla, aseguró que la organización tiene aún pendiente de entregar unos 90.000 kilos de comida, correspondientes al segundo envío de la tercera parte del Fead. No en vano, de los 216.000 kilos de alimentos asignados en esa fase a la entidad en la provincia vallisoletana, ya se entregaron cerca de 130.000 kilos entre febrero y primeros del mes de marzo.

De esta manera, Mediavilla subrayó que las 5.000 familias en riesgo de exclusión social de la provincia (15.000 personas) que reciben alimentos a través de las cerca de 140 entidades que están dadas de alta en el registro del Banco tienen asegurada la comida hasta el 15 de mayo. Alimentos que no solo los 12 productos básicos que contempla el programa del Fead sino otros ocho más que añade el Banco de Valladolid como, por ejemplo, patatas y cacao soluble para el desayuno.

Los responsables de los bancos de alimentos diseñaron durante el fin de semana un plan de urgencia para hacer frente al estado alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el Covid-19. “Hemos llamado a todas las asociaciones y entidades con las que trabajamos para recordarles que la actividad de la ONG continúa y que seguimos entregando la comida que corresponde al Fead, con el objetivo de que esté todo despachado antes de final de mes”, explicaron. En ese sentido, precisaron que han elaborado un calendario para que vengan a por la comida asignada en las naves de los bancos, y así evitar aglomeraciones. Además, los bancos cuentan con miles de kilos de comida -fruto de las campañas especiales de recogida de los últimos meses- para atender “necesidades puntuales” de las entidades.

Eso sí, los bancos de alimentos no podrán llevar la asignación de productos a las entidades que les sea imposible acudir a sus instalaciones. “Debemos extremar las precauciones y evitar desplazamientos para no poner en riesgo la salud de nuestros voluntarios”, expuso Mediavilla.

Algo similar lleva a cabo Cruz Roja, tal y como explicó la técnico responsable del Programa de Ayuda Alimentaria de la ONG en Palencia, Cristina Tuñón, quien procede a las entregas de comida, enmarcado en un programa, financiado por el fondo europeo, dirigido a las personas más desfavorecidas. Reconoció que la campaña anual se ha visto afectada por la crisis del coronavirus, por lo que se ha cambiado la operatividad debido a las medidas preventivas. “Se está intentado, durante esta semana, centrar al máximo las entregas para poder sacar el programa adelante lo antes posible en previsión de que la situación empeore”, precisó. Además, la idea es que estas personas puedan tener los recursos “cuanto antes”.

Para ello, Cruz Roja cita a las personas beneficiadas en un espacio de 15 minutos para evitar la aglomeración de personas. Se entra de uno en uno en su instalación, se preserva las distancias de seguridad, y se entregan los productos con geles de desinfección, guantes y mascarillas.

Otra de las entidades que refuerza, en estos momentos, su labor con los más necesitados es Cáritas, con la vista puesta en las personas mayores, que son muy vulnerables ante un posible contagio del Covid-19. El presidente de Cáritas Autonómica de Castilla y León, Antonio Jesús Martín de Lera, destacó que la entidad ha paralizado toda la actividad de los programas de empleo y formación, voluntariado intergeneracional, ludotecas, voluntariado y medio penitenciario hasta nueva orden. Tanto los programas de acogida y atención primaria como las casas de acogida siguen en activo pero con “servicios mínimos”, tratando de priorizar la atención telefónica.

Un colectivo al que se presta especial cuidado es el de los mayores. De ahí que Martín de Lera explicara que se ha habilitado un teléfono para atender sus necesidades. “Quien necesite comida y medicamentos, tratamos que acuda un voluntario de su barrio en su lugar”, afirmó.

Cáritas León destacó que su organización “no puede dejar de atender a los más vulnerables”, aunque han extremado las precauciones “teniendo presente el bien de todos”. En las actuales circunstancias, la mayor parte de la labor de acompañamiento a usuarios se tratará de solventar vía telefónica y sólo acuden a la sede un número mínimos de técnicos para solventar servicios mínimos. En este sentido, el presidente autonómico lanzó un mensaje de tranquilidad para los que no han pagado un recibo de luz o se han retrasado en el abono del alquiler. “Ninguna empresa va a cortar el suministro eléctrico en un momento como éste, por lo que solo atenderemos ‘in situ’ las ayudas urgentes urgentes”, significó.

El responsable de la ONG en Valladolid reconoció que muchos supermercados e hipermercados se han puesto en contacto con el Banco de Alimentos para entregar productos perecederos, con una fecha próxima de caducidad. En estos casos, se han rechazado estos alimentos como fruta y verdura. “El lunes fue el último día que fuimos a recorrer estos establecimientos para recoger las llamadas mermas, porque no disponemos de suficientes voluntarios ni queremos ponerlos en riesgo”, sentenció. Mediavilla también manifestó que ese tipo de alimentos suele ir destinado, en condiciones normales durante el año, a entidades con comedores como el de las Hermanitas de la Caridad y residencias, que pueden consumirlos al día siguiente de entregarlos los supermercados. Organizaciones benéficas que, en estos momentos, tampoco tienen capacidad para ir a recoger esos alimentos.

Jesús Mediavilla destacó que, ante el confinamiento de la población y la obligación de salir de casa solo para lo estrictamente necesario, hay que priorizar la entrega de alimentos no perecederos y con una amplia fecha de caducidad a las familias con escasos recursos.

En cambio, se mantienen los pedidos comprometidos por empresas de alimentación. Cita los 14 palés de productos lácteos que deben recibir de Lactalis. En concreto, son cerca de 10.000 botellas de yogures líquidos de un litro y medio, que deberán ser repartidos por los diez bancos de alimentos de la Comunidad. De ahí que Mediavilla apuntara que será necesario elaborar un plan de transporte para proceder al reparto.

Toda precaución es poca ante una situación de crisis sanitaria por lo que Cáritas, como es el caso de Palencia, ha optado por centralizar la entrega de alimentos y recursos en su sede. De esta manera, la directora de Cáritas Diocesana de Palencia, Gloria Alonso, explicó que se evita que cada parroquia realice esta labor el tiempo que dure el confinamiento.

Las entregas de comida en los bancos de alimentos corren a cargo de un retén de voluntarios. “Entre el 80 y el 90 por ciento de los voluntarios de la ONG es mayor de 65 años, por lo que son personas consideradas de riesgo y, por tanto, vulnerables de contraer el coronavirus. Ningún voluntario con alguna enfermedad vendrá estas semanas al Banco”, significó su presidente. El propio Mediavilla, que nos atiende en la sede de la organización, recordó que él es persona de riesgo, tras haber sido sometido hace dos años a una operación de corazón.

León

En el mismo sentido, se pronunció la coordinadora del Banco de Alimentos de León, Juani Pérez, quien destacó la “merma fundamental” en el número de personas que habitualmente está en la organización. No en vano, una parte del personal que colabora con ellos es de Instituciones Penitenciarias y ahora no está, a lo que se suman tres personas voluntarias “que al tratarse de mayores con una patología previa, tampoco están activos”, por lo que en estos momentos se trabaja con seis voluntarios. Pese a la falta de efectivos, tratan de mantener “más o menos” la normalidad.

De esta manera y “extremando la precaución y la higiene”, sin olvidar la concienciación de todo el mundo, el Banco de Alimentos de León continuará con la entrega de alimentos a las 40 familias en riesgo de exclusión social, que acuden semanalmente derivadas por los Servicios Sociales.

En todo caso, se han tomado medidas que hacen hincapié en la higiene, el uso de guantes, las puertas abiertas y la prohibición de que las furgonetas de las entidades que vienen a por sus pedidos aparquen en el interior de su nave. De esta manera, los voluntarios de los bancos se encargan de llevar los palés al punto de carga para evitar el contacto entre personas, por lo que las furgonetas no entran en los almacenes.

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