La semana pasada comenzaron las obras en el recinto que están siendo llevadas a cabo con recursos humanos propios del Ayuntamiento a través de la Brigada de Obras. Dos de los tejados, que antes estaban cubiertos tan solo con unas lonas, han sido revestidos ya con chapa metálica que protegerá a los animales de la lluvia y la incidencia directa del sol. “Ahora mismo estamos subiendo la valla para proteger a los animales. Estamos consiguiendo que lo que no se ha hecho en 20 años, que ha sido un total abandono de toda la perrera y de sus animales, hacer algo con ellos y mejorar sus condiciones”, subrayó Gómez.
El alzamiento de un muro en torno a la perrera, y retirada de la alambrada, responde a una petición de APADA que expuso al equipo de gobierno que los animales se herían con la malla metálica, además de ponerse nerviosos en cuanto aparecía alguien por el camino de la perrera. Tal y como señaló la concejala, la petición de la asociación responde también a problemas de seguridad pues la alambrada permitía por un lado robar con mayor facilidad los animales en temporada de caza y por otro lado, arrojar cánidos por encima de esta para abandonarlos de “tan cruel forma”. Coronando el muro, el concejal de la Brigada de Obras, Ángel Iglesias, ha tomado la decisión de ubicar una alambrada galvanizada de buena calidad para precisamente “evitar que se arrojen a los animales y su consecuente sufrimiento”.
Cuando el muro esté finalizado y el tiempo lo permita, la Brigada de Obras comenzará a solucionar uno de los grandes problemas de salubridad del recinto que mantiene su patio de tierra, “imposible de limpiar y que se convierte en un barrizal con las lluvias”, tal y como apuntaba una de las responsables de APADA. “La concejalía ya ha proyectado cubrir de hormigón el recinto, con pendiente inclinada y un desagüe para mejorar las condiciones de salubridad y dignificar no solo la vida de los animales, sino de todos los voluntarios que atienden diariamente a los animales de la perrera”, indicó Gómez.
Dentro de estas actuaciones que ya se están acometiendo y se realizarán mes a mes en un intento de mejorar la perrera municipal, Celi Gómez ha explicado que también se ejecutara otra de las peticiones y que consiste en recubrir los caniles de los cachorros de azulejos para que los animales más jóvenes no sufran llagas en sus patas por el rozamiento del hormigón. “Con estas obras se pretende dignificar la zona y cumplir con otra petición arraigada en el tiempo que era el compromiso con esta perrera municipal y estas voluntarias que lo atienden. Creemos que es algo que la ciudad pide. Una sociedad civilizada es la que cuida y atiende correctamente a sus animales. Y Astorga debe estar a la altura”, señaló el teniente de alcalde, Pablo Peyuca.
Por último, los responsables municipales también acometerán las obras que adecenten la entrada a la perrera municipal que se vuelve difícilmente accesible en el periodo de lluvias a causa del barrio formado. Al igual que años atrás, se recubrirá el camino de acceso con garbancillo de cantera pero esta vez removiendo la tierra vegetal par que la grava quede fijada y no desaparezca con el paso del tiempo.
“Tal y como nos ha pedido el alcalde a todos los concejales de este equipo de gobierno, queremos visitar y estar en primera persona todas los lugares, las instalaciones y todas las obras que se realicen. Hay que ver, hay que atender y hay que recibirlas peticiones que te hacen tanto en esta perrera como cualquier ámbito de la ciudad”, concluyó Peyuca.Los responsables de APADA han mostrado su agradecimiento por la atención que se está proporcionando a la perrera municipal y han aceptado el ofrecimiento de la concejala Celi Gómez de reunirse una vez al mes, asociación y Ayuntamiento, para conocer el progreso del refugio de animales.