En el Polígono de Villadangos apenas queda rastro de Latem Aluminium, la empresa que nació con el objetivo de producir aleaciones de aluminio reciclado y que prometía suplir la pérdida de empleo tras la marcha de Vestas, según informa Heraldo de León. La retirada de carteles y el estado desolador de sus instalaciones reflejan el declive de un proyecto que hoy se encuentra prácticamente paralizado.
Los sindicatos denuncian que la actividad en la planta es mínima, reducida a labores de mantenimiento realizadas por apenas dos trabajadores, cuando en su momento la plantilla llegó a contar con medio centenar de empleados.
Latem Aluminium, propiedad del empresario leonés Macario Fernández, mantiene desde abril un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) que ya se prolonga por diez meses. Esta situación permite a la compañía no tener que devolver los cerca de 90 millones de euros en subvenciones recibidos del Estado y la Junta de Castilla y León para sus plantas de León y Zamora.
El portavoz de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, aseguró en su momento que las ayudas no serán reclamadas mientras la empresa siga formalmente en activo. “Si alguien no cumple los compromisos de inversión y cierra la empresa antes de cinco años, tiene que devolver la ayuda; pero si no la cierra, y no es el caso, no hay que devolver ninguna ayuda”, explicó.
Para los representantes sindicales, la situación de Latem Aluminium sigue el mismo patrón que el caso Vestas, con una empresa que recibe subvenciones millonarias y desaparece cuando finaliza el periodo mínimo de actividad exigido. Además, denuncian la falta de transparencia y la imposibilidad de contar con representación sindical dentro de la compañía.