MAYORES

Las residencias de la Junta pierden a 1.956 mayores por coronavirus, 1.401 en los centros y 555 en hospitales

Isabel Blanco incidió en que la Junta ha actuado desde el primer momento en estas residencias poniendo todas las medidas necesarias
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco.

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, precisó hoy que el número de fallecidos en las residencias de personas mayores de la Comunidad relacionados con el coronavirus, asciende a 1.956 personas, 905 confirmados y 1.051 con síntomas compatibles. Blanco precisó que 555 de estas personas fallecieron en un hospital y 1.401 en las propias residencias.

Blanco, que compareció junto a la conejera de Sanidad, Verónica Casado, concretó que las residencias de mayores, acogen a día de hoy a 44.551 usuarios, con una mortalidad durante el estado de alarma “por cualquier causa” de 2.615 personas, con 905 confirmados por coronavirus y 1.051 con síntomas compatibles. De estos, recalcó, 555 murieron en hospital, y 1.410 en los propios centros. Aseveró que en estas residencias hay 4.133 casos de Covid-19 confirmados; además hay 1.465 aislados con síntomas, y 5.840 en aislamiento sin síntomas.

Isabel Blanco incidió en que la Junta ha actuado desde el primer momento en estas residencias poniendo todas las medidas necesarias y recordó que tienen un plan de actuación para intervenir en aquellas que presentan la situación más grave, que asume un funcionario público para estabilizarla.

En este sentido, anunció que junto a las tres que ya han sido intervenidas, la Junta decidió actuar en la de Briviesca, que cuenta con 29 residentes, de los que 21 han dado positivo. Blanco recalcó que este centro “tiene escasez” de trabajadores, y “lo mejor es la intervención”, dijo, para aclarar que parte de esos residentes se trasladarán a sus centro de Miranda de Ebro, porque es el que “está más cerca”. Además constató que han hablado con las familias para que ver si quieren levar a los casos negativos, por lo que “el personal que se quede podrá atender a los que se quede allí”.

Isabel Blanco manifestó que cada vez que intervienen una residencia informan y trasladan los informes pertinentes a al fiscal delegado de discapacidad y personas mayores. Asimismo, asumió que muchos profesionales se están contagiando y aclaró que para encontrar personal recurren al EcyL o a empresas, para asegurar que más de 400 personas voluntarias se han apuntado para poder prestar servio en esas residencias.

Isabel Blanco remarcó que la Junta actúa en estos centros desde el 28 de febrero actualizando sus protocolos con las nuevas situaciones, en función de las necesidades y de las nuevas normativas. Asimismo, aseguró que el diálogo con la oposición del PSOE es permanente y ha incorporado a su plan de actuación medidas planteadas por los socialistas.

La consejera repasó el nuevo sistema de clasificación de estos centros y recordó que cuentan con una aplicación informática con la que monitorizan los 1.214 centros de mayores, de discapacitados y viviendas tuteladas para actuar lo más rápidamente posible cuando es necesario.

Al respecto, aclaró que se han establecido cinco niveles de estos centros de mayores en función de su situación, el primero para residencias limpias sin casos confirmados ni compatibles; el segundo con menos de un diez por ciento de positivos o compatibles; el tercero con entre un diez y un 30 por ciento de afectados; el cuarto, con entre un 30 y un 60 por ciento; y el quinto, con más del 60 por ciento.

En este contexto, aseguró que “están muy pendientes” de los centros del grupo cinco, pero también del tres y cuatro, para que “no pasen al siguiente” nivel, y actuar de forma inminente si es necesario. “Se actúa así en base a esta situaciones poniendo las medidas necesarias y más adecuadas en cada caso porque no hay dos residencia iguales ni dos situaciones iguales”, dijo.

Por último, explicó que desde la Junta ya trabajaban antes de la crisis en una ley de atención residencial y asumió que después de la pandemia se deberán replantear todo el modelo. Con todo, defendió una apuesta por el modelo “en mi casa” porque las unidades de convivencia “funcionan mejor que las residencias de manera genérica y permiten un mejor aislamiento y controlar la propagación del virus. “Seguiremos trabajando en esa vía”, concluyó.

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