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Las pernoctaciones en alojamientos de turismo rural se desplomaron en Castilla y León un 26,85 por ciento durante el mes de abril en relación con el mismo periodo del pasado año, debido a la repercusión de la Semana Santa (que en 2017 se celebró en abril y este año en marzo). En esta ocasión se han totalizado 143.345 noches, mientras que los viajeros experimentaron también un importante descenso, del 15,39 por ciento, hasta los 70.757.
Con estos datos, la Comunidad se mantuvo como el destino preferido, según los datos de la Encuesta de Ocupación de Alojamientos Turísticos Extrahoteleros, que publica este jueves el Instituto Nacional de Estadística (INE). Castilla y León concentra una de cada cinco pernoctaciones que se registraron a nivel nacional (812.974) y el 20,6 por ciento de los 342.556 viajeros. Si bien, la estancia media se situó en los 2,03 días, ligeramente por debajo de los 2,37 del conjunto del país.
Pese a que Castilla y León volvió a ser el destino preferido, Baleares alcanzó el mayor grado de ocupación, con el 38 por ciento de las plazas ofertadas, y por zonas turísticas, la isla de Mallorca fue la primera del ránking, con 84.845 pernoctaciones y también la mayor ocupación, del 39 por ciento de las plazas ofertadas.
Por lo que respecta a los viajeros, la mayor parte de los que llegaron a Castilla y León (70.757) fueron residentes en España, 65.373, frente a los 5.384 extranjeros. En este caso, tras la Comunidad, Cataluña fue la que ocupó el segundo puesto del ranking, con 37.432 viajeros, seguida a gran distancia por Andalucía (27.146) y Castilla-La Mancha (24.120) los otros dos destinos que suelen liderar la tabla de viajeros de turismo rural.
En abril, Castilla y León ofertó 31.830 plazas repartidas entre 3.542 establecimientos, que dieron empleo a 4.869 personas. El grado de ocupación por plaza fue del 14,97 por ciento, mientras que los fines de semana se elevó al 37,11 por ciento. A nivel nacional, con 16.824 alojamientos de turismo rural, el grado de ocupación fue del 16,45 por ciento, y durante el fin de semana del 32,64 por ciento.
Provincias
Por lo que respecta a los datos por provincias, la evolución de los viajeros fue irregular. Descendió en todas salvo en Burgos y Salamanca, donde registraron leves repuntes del 0,62 por ciento (hasta los 11.111) y del 0,27 por ciento (hasta los 9.728), respectivamente. Por el contrario, los descensos más acusados se produjeron en Palencia (una caída del 37,14 por ciento hasta los 2.677), seguida por Ávila (28,58 por ciento hasta los 9.714), Valladolid (25,18 por ciento hasta los 4.253), León (22,23 por ciento hasta los 8.725), Zamora (13,81 por ciento hasta los 5.428) y Segovia (13,31 por ciento hasta los 10.926).
En cuanto al número de pernoctaciones, se contrajo de forma significativa en todas las provincias, con Ávila con los datos más pronunciados, al contabilizar una caída del 42,09 por ciento hasta las 20.313. A continuación aparecen Palencia, con un 39,79 por ciento menos (6.648 en total); seguida por Valladolid, con un 32,28 por ciento (7.356); León, con un 31,61 por ciento (16.676); Soria, con un 28,91 por ciento (18.474); Segovia, con un 22,04 por ciento (22.093); Burgos, con un 17,37 por ciento (21.028); Zamora, con un 16,44 por ciento (11.642); y Salamanca, con un 8,44 por ciento (19.114).
Finalmente, por lo que respecta a los apartamentos turísticos, Castilla y León sumó 16.609 viajeros y 37.591 pernoctaciones, con una estancia media de 2,26 noches, lo que implicó un grado de ocupación del 19,61 por ciento, hasta el 32,06 por ciento los fines de semana. En cuanto a los campings, la Comunidad registró 16.837 viajeros, con 32.558 pernoctaciones y una estancia media de 1,93 noches. En este caso, al cierre de abril, había 55 campings, con 22.646 plazas. El grado de ocupación fue del 16,19 por ciento. Y en el caso de los albergues, con 23 y 2.110 plazas, recibieron 5.516 visitantes, con 12.635 pernoctaciones, y un grado de ocupación de 2,29 noches.
