El Domingo de Ramos es uno de esos días en el calendario de la Semana Santa en los que al fiel se le presenta una dualidad de emociones. Por un lado es una mañana de alegría, de fiesta por la triunfante entrada de Jesús en la Santa ciudad. Por otro es el inicio de los misterios que darán comienzo al camino de espinas que acabarán con el “Profeta” en el Gólgota. La Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén de Astorga es la encargada de llevar a Jesús a lomos del pollino por las calles de la ciudad. Todo el barrio de Rectivía espera el Domingo de Ramos para acompañar a su cofradía en la procesión de “Las Palmas”.
La Borriquilla
El Cabildo de la Cofradía del barrio de Rectivía se sitúa junto a una de las pequeñas joyas de la ciudad de Astorga. Puerta con puerta con el taller de “Musivaria Antiqua” donde las pequeñas teselas de mármol se van ensamblando hasta conformar mosaicos confeccionados a la manera antigua.
Allí nos atienden el Hermano Mayor de la Cofradía, Ángel José Rodríguez, acompañado de dos miembros más de la Junta Directiva de la misma.
El paso de “La Borriquilla” está a ras de suelo y con las imágenes a la altura de la vista se puede admirar la calidad y el detalle de toda la obra. “Uno de los grupos escultóricos de la entrada de Jesús en Jerusalén más completos de todo el Norte de España” comentan. Y es cierto. No son muchos los pasos que cuentan con tantas figuras a la hora de representar este misterio. Dos adultos, dos niños, la borriquilla y Jesús a lomos de ésta completan el grupo.

Hecho en Santiago de Compostela por José Puente Otero entre 1944-45, la Junta Pro Fomento de Astorga lo cede a la Parroquia de Rectivía con el objetivo de que organice una procesión en Domingo de Ramos. En torno a la parroquia, el barrio y con la nueva imagen en propiedad se articula la creación de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén. Erigida canónicamente en 1958, la hermandad de este barrio ha sido siempre la encargada de procesionar el primer domingo de Pasión por las calles de la ciudad.
El barrio que mantiene a la Cofradía
Los finales de los setenta y sobre todo los años ochenta -comenta Ángel- fue una especie de travesía por el desierto. La Semana Santa de Astorga, sufre durante este tiempo un apagón que apunto estuvo de acabar con muchas de las cofradías de la cuidad. Una de ellas fue la de “Las Palmas”. Casi sin cofrades pudo capear el temporal gracias a la fuerza que reúne la unión entre la parroquia, el barrio y la propia cofradía.
Durante los ochenta -prosigue el Hermano Mayor- no había una lista de cofrades propiamente dicha; quedaba una junta que se encargaba del Domingo de Ramos, y era el barrio el que acababa haciendo posible la procesión. Siempre, no sólo desde esos años de “atonía” ha sido una cofradía populosa.

En el año 1992 se decide reorganizar la Cofradía. El paso que venía siendo procesionado a “ruedas”, comienza a salir a hombros, y toda la hermandad sufre un momento de resurgimiento que durará hasta la actualidad con 580 cofrades.
El Cristo del Amor y del Perdón
Como consecuencia de ese impulso renovador de principios de los años 90, la cofradía comienza a participar en la Procesión del Vía Crucis del Martes Santo. Al no tener imagen para portar en la misma, se hace con tallas cedidas durante tres años. El Ecce Homo de la Iglesia de San Bartolo en 1992; El Cristo Crucificado de la Vera Cruz año 93; y en el 94 un Crucificado de la Parroquia de Santiagomillas.
En este tiempo la Cofradía ya tenía en mente la idea de adquirir una nueva imagen para la procesión del martes. Y la cosa fue rápida. En el año 93 el astorgano Enrique Morán, toma un tronco de madera de cerezo y gubia en mano se pone a trabajar en lo que se convertirá en una de las imágenes con más devoción en el barrio y en el resto de la ciudad.

Dos años después, presenta a la Cofradía y a la Parroquia al Cristo del Amor y del Perdón. Un crucificado vivo, “de la expiración”. Sin policromía, con marcas de las herramientas en la madera y casi en su totalidad en cerezo. Una obra novedosa en la ciudad, tanto por la propia iconografía de la imagen como por la técnica y la presentación final. En 1995 sale por primera vez en la Procesión del martes.
Los 84 braceros que portan La Borriquilla son los mismos encargados de pujar el Cristo. Expuesto al culto en la parroquia durante el resto del año.
Los “niños hebreos” y 25 años del paso a hombros
Con una nómina de cofrades en constante crecimiento no es de extrañar ver a los más pequeños de la Parroquia acompañar al paso de La Borriquilla vestidos a “la hebrea”. Ya desde los años 60 se tiene constancia de que los niños saliesen en procesión con túnica y pañuelo anudado en la cabeza. De nuevo el impulso renovador de los 90 recupera esta tradición, en la que los “niños hebreos” con palmas y ramos hacen “cantera” esperando su turno para llegar de mayores a meter su hombro bajo el paso de La Borriquilla.
La Cofradía cumple 25 años desde que la imagen de Jesús a lomos de la Borriquilla abandonó el carro de ruedas y se puso a hombros. Con motivo de este aniversario, se ha organizado una exposición fotográfica en torno a la figura de este paso que podrá ser visitada en el Seminario durante la Semana Santa.

Con alguna necesidad de retocar y renovar el trono del paso y con el orgullo de poder seguir saliendo cada año por las calles de Astorga la Cofradía vive en la actualidad uno de los mejores momentos de su historia. El nuevo espacio del que disponen como Cabildo acabó “con años de peregrinación por cocheras”, “es otro de los pequeños logros de la Cofradía”.
Ángel José y sus compañeros se despiden de nosotros y de todos los lectores invitándolos a seguir sus “pasos” y los de toda la Semana Santa de Astorga.

Procesiones
Domingo de Ramos 9 de abril: 09,15 horas; Procesión de la Entrada Triunfal de Jesús en Jerusalén; 11,15 horas bendición de ramos en la Plaza Mayor; 12,30 horas misa estacional en la Catedral.
Martes Santo 11 de abril: 19,30 horas Plaza Mayor; Procesión del Vía Crucis con el Cristo del Amor y del Perdón.