Este domingo Hospital de Órbigo viajó hasta el año de 1434, año en el que el caballero leonés don Suero de Quiñones logró una hazaña nunca vista. Sobre el puente del Passo Honroso, en pleno Camino de Santiago, seis caballeros se enfrentaron en duelo ante la atenta mirada de las cientos de personas que acudieron al emblemático puente de la localidad ribereña.
Acompañados por música, saltimbanquis, las Damas del Passo y el corregidor de la villa y el mantenedor de las fiestas de este año, el Instituto Leonés de Cultura representado por su presidente, Juan Martínez Majo, los caballeros entraron en el palenque.
Don Suero de Quiñones ha acudido hasta el castillo de la Mota para pedir al rey Juan II permiso para llevar a cabo un especial torneo para retar a todos los caballeros que pasen sobre el puente. La gesta del caballero se tendría que mantener durante un mes y Suero de Quiñones, acompañado este domingo por dos de sus mejores amigos, fueron retados por tres caballeros para batirse en duelo.
Como prueba de su amor por doña Leonor de Tovar, el caballero leonés ha portado una argolla metálica durante toda la justa. El cielo respetó el torneo y don Álvaro de Luna dio comienzo al espectáculo acompañado por los escuderos. Seis caballeros se dieron cita junto al Passo Honroso mientras el público animaba a sus favoritos. El caballero blanco, el gris, el marrón, el rojo, el azul y la clamorosa acogida del caballero don Suero.
Los caballeros se enfrentaron al muñeco articulado, algunos con mejor puntería que otros, mientras el caballero gris, en su afán por destronar a don Suero su victoria, trató de sobornar a don Álvaro de Luna. El caballero azul venció con ventaja esta prueba y caldeó los ánimos en el palenque. A galope comenzó la segunda prueba que medía la destreza con armas arrojadizas. El caballero blanco, en un momento inspirador realizó su hazaña con los ojos vendados. No obstante, fue la destreza del caballero azul que clavó la punta en el centro de la diana. La recogida de anillas fue la tercera prueba que tuvieron que hacer frente los seis caballeros. Sin embargo, el caballero azul pagó cara su astucia. En un afán por vencer esta prueba, el caballero azul robó las anillas de sus oponentes y ante esta situación, don Álvaro de Luna no tuvo más remedio que expulsarle del palenque.
En un combate a muerte, los seis caballeros justaron a caballo. Los caballeros amigos de don Suero de Quiñones cayeron frente a sus oponentes y el leonés tuvo que defender él solo el Passo. En un alarde de valentía y fuerza, don Suero logró vencer en combate cuerpo a cuerpo a todos sus oponentes. Aplausos y gritos enarbolaron la victoria del caballero en el palenque. Tras lograr su gesta, doña Leonor retiró la argolla metálica y don Suero podrá peregrinar hasta Santiago de Compostela para cumplir la promesa hecha. Allí podrá depositar la argolla azul y la cinta que simboliza su amor por la dama.
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qué tiempos la edad media cuando se pagaban bastante menos impuestos que ahora…..