Entrevista a Jesús Sánchez Adalid. Sacerdote y escritor

“La vocación personal tiene mucha fuerza y no se pueden separar las dos actividades”

Jesús Sánchez Adalid es sacerdote y escritor de éxito. Se licenció en Derecho por la Universidad de Extremadura y realizó los cursos de doctorado en la Universidad Complutense de Madrid
Jesús Sánchez Adalid en una foto reciente en un curso de la Universidad Internacional de Andalucía.

Jesús Sánchez Adalid ejerció de juez durante dos años, tras los cuales estudió Filosofía y Teología. Además se licenció en Derecho Canónico por la Universidad Pontificia de Salamanca.

Su amplia obra literaria ha conectado con multitud de lectores gracias a la veracidad de sus argumentos y a la originalidad de sus descripciones sustentadas en una profunda documentación. Sus novelas constituyen una penetrante reflexión acerca de las relaciones humanas, la libertad individual, el amor, el poder y la búsqueda de la verdad.

Está en posesión de varios premios y distinciones por su amplia obra literaria.

Muchos historiadores rechazan la idea de que la Edad Media fuese una época crucial y oscura, tal y como siempre se nos ha dicho, ¿Vd. opina lo mismo?

No estoy de acuerdo en absoluto con el tópico generalizado que ha revestido toda la Edad media de oscurantismo y destrucción. Esa idea ha surgido del desconocimiento, de la vulgarización propiciada por el cine y por cierta literatura romántica poco sustentada en la documentación. La Edad Media es un periodo muy interesante. Ciertamente, con sus luces y sus sombras; como cualquier otro periodo humano. Pero de ninguna manera considero que deba ser despreciada esa época en relación, por ejemplo, con la Grecia y la Roma clásicas o con el Renacimiento. La Edad Media en general aportó muchas cosas llenas de luz y belleza: entre otras, las maravillas del románico y el gótico, y una evolución del pensamiento que es el puente con la antigüedad clásica.

Por su parte, las peregrinaciones supusieron un flujo de gentes que tenían como meta alcanzar importantes santuarios de la Cristiandad. Además de las lógicas consecuencias religiosas, las peregrinaciones aportaron a la Europa medieval la posibilidad de compartir conocimientos, técnicas, pensamientos, costumbres, etc.

 ¿Pero Dios destacaba por encima de todas las cosas en aquella sociedad?

La Edad Media es una de las etapas históricas en la que la iglesia cristiana de occidente tuvo un mayor desarrollo organizativo, además de ser el tiempo en la que se fundaron la mayoría de sus órdenes religiosas. La fe estaba muy presente en la vida cotidiana y configuraba el ser de los pueblos; sus tradiciones, su cultura, fiestas, etc.

El mundo medieval configura un perfil de Dios que trasciende, que no es estático y que evoluciona de la mano del cristianismo, al imponerse sobre los cultos paganos en la Roma Imperial. El cristianismo presenta una religión de iguales que al mismo tiempo promete la vida eterna a los fieles virtuosos. Ahí se encuentran sus dos atractivos principales. Además, a lo largo de toda la Edad Media, la gran aportación religiosa del cristianismo es difundir a la humanidad que Dios se ha encarnado, que Dios se ha hecho hombre. Esto era un consuelo y una esperanza frente a los grandes abusos de los tiranos y los males de la humanidad.

 ¿Cuántos libros ha escrito?

Veinte novelas en total.

  ¿Con cuál se encuentra más satisfecho?

Cada libro tiene su momento vital y sus propias satisfacciones para el autor…

 El escritor y sacerdote, Jesús Sánchez Adalid, compagina perfectamente las dos actividades, según esta dualidad, ¿Es más sacerdote que escritor o más escritor que sacerdote?

La vocación personal tiene mucha fuerza. Finalmente, no se pueden separar las dos actividades, pues ambas se ayudan mutuamente y son el fruto de una única personalidad.

 ¿En varios de sus libros trata sobre el yihadismo, a su juicio esto supone un desastre humanitario?

No se puede negar que ha existido desde antiguo una tensión entre la forma de entender la vida del Islam y la rápida evolución del Occidente racionalista. Hoy día, por desgracia, muchos ciudadanos occidentales están identificando Islam con terrorismo. De ahí surge la islamofobia: la creencia de que el islam es un bloque monolítico, estático y refractario al cambio; que es radicalmente distinto de otras religiones y culturas, con las que no comparte valores y/o influencias; la consideración de que el islam es inferior a la cultura occidental, es decir, primitivo, irracional, bárbaro y sexista. Pero todo eso es el fruto de un análisis muy simplista…

El yihadismo reciente surge de un proceso muy largo y muy complejo. Un espacio como éste resulta insuficiente para tratar un tema tan arduo. Digamos, no obstante, que el fanatismo y la violencia han estado presentes en la humanidad desde sus orígenes. Ahí está el verdadero mal de este nuevo fanatismo ciego y cruel.

 ¿En alguna ocasión ha manifestado que nunca ha tenido ningún problema con ninguna religión, esto queda de manifiesto en la novela que Vd. ha escrito sobre los problemas de Santa Teresa con la Inquisición?

Al madurar la idea de escribir mi novela titulada Y de repente Teresa tuve desde el principio muy claro que no debía ser una biografía, ni una novela biográfica, ni una historia novelada. Sería una novela histórica pura: un relato de ficción insertado en un escenario histórico que se percibiese como real y que tuviese detrás, aunque de manera poco perceptible, una seria investigación. Eso no resulta nada fácil en el caso de un personaje real, tan conocido, con tanta fuerza y con tanto prestigio. Fui consciente de que me metería en un “avispero”, del que no habría de salir indemne, sino traspasado por las doloras punzadas de las dudas, las ansiedades y las fatigas que jalonan la propia vida de la protagonista principal, Teresa de Jesús. Y su mayor problema, fue sin duda tener que defender su obra y su vida frente al acoso permanente de la Inquisición.

 ¿Cuál será la próxima novela de Jesús Sánchez Adalid?

Mi próxima novela se titula Las armas de la luz. Es un gran friso narrativo que recrea el agitado inicio del segundo milenio en los reinos cristianos del Norte: la vida en los castillos y campamentos guerreros, las peculiares relaciones entre nobles y clérigos, la rica cultura monacal, las costumbres cotidianas, el amor, la guerra, el miedo y el valor… Siempre en los fascinantes escenarios de una tierra singularmente bella y agreste, pero también fértil y poblada de luminosas ciudades: Barcelona, Gerona, Seo de Urgell, Vic, Solsona, Besalú, Berga, Manresa, Tortosa, Lérida…; y de grandes monasterios que extienden su influencia: Santa María de Ripoll, San Cugat, San Juan de las Abadesas, San Pedro de Rodas, San Martín de Canigó…  Con la esplendorosa Córdoba califal como telón de fondo.

Una figura crucial es Oliba, hijo de los condes de Cerdanya y Besalú, que en el año 1002 renuncia a su herencia para hacerse monje. En medio de la confusión y la violencia, surge un hombre cuya cordura y sabiduría aportará luz, y descubrirá el verdadero tesoro, que es de naturaleza espiritual…

He pretendido recrear un viaje claro y anímico hacia el sorprendente mundo medieval, en el que se cruzan y entremezclan héroes de ficción y protagonistas históricos, en la epopeya de una tierra y unos hombres que luchan por regir su propio destino.

¿Algo más qué añadir?

Como todos, deseo que pase muy pronto la pandemia. Rezo por ello cada día y mantengo una esperanza firme en que el mal ya está próximo a su fin…

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