La Virgen del Amor se encuentra una vez más con Jesús Resucitado en un soleado Domingo de Resurrección

Este Domingo por la mañana se celebró el tan esperado encuentro entre La Virgen del Amor y un Jesús ya Resucitado

Desde el Cabildo de la Cofradía de la Vera Cruz y Confalón salió este domingo, pasadas las 11:15 horas, la procesión que acompaña la talla de Jesús Resucitado hacia la Catedral de Santa María, las campanillas de los niños resonaban a las puertas del Cabildo de la antigua cofradía y hermanos cofrades y público se agolparon frente a la capilla para presenciar la salida de los pasos que protagonizan este Domingo de Resurrección en Astorga. La Urna vacía, con el Sudario solitario sobre ella salió en primer lugar desde la Vera Cruz, inaugurando la procesión en una muestra de la Resurrección de Jesús.

La talla de Jesús Resucitado data del siglo XVII y pertenece a la Cofradía de la Resurrección en San Julián de Astorga que custodia el Museo de los Caminos del Palacio de Gaudí y que procesiona la Vera Cruz, dicha imagen salió acompañada de mayores y pequeños hasta la Catedral donde el obispo de Astorga, Jesús Fernández, presidió la santa misa de Pascua.

Autoridades civiles y militares, acompañadas por la música de la Banda Municipal de Astorga, así como representantes de las Cofradías, Hermandades y Archicofradía de la ciudad acompañaron la procesión y la celebración de la eucaristía en el templo mayor.

Tras la misa, acompañada musicalmente por la Coral “Ciudad de Astorga” Excelsior, astorganos y visitantes se unieron en el atrio de la Catedral para ser testigos del gran acto del Domingo de Resurrección. El momento más emotivo de la mañana, fue el tradicional encuentro entre Jesús Resucitado y la Virgen del Amor Hermoso, pujada por las braceras de la Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, desde la capilla de Santa Marta, patrona de la ciudad.

Juntos en procesión salieron del atrio Madre e Hijo y desfilaron hasta las inmediaciones del Palacio de Gaudí donde los braceros y los jóvenes que pujaban la Virgen y Jesús Resucitado elevaron las tallas al cielo para después despedirse y continuar con la procesión.

Print Friendly, PDF & Email