El rectorado de la Universidad de León trasladó este lunes a decanos, directores de centro, directores de departamento y directores de institutos las adaptaciones a aplicar, como consecuencia de la flexibilización de las medidas contenidas en la fase 0, recogidas en el ‘Plan de incorporación progresiva del personal de la ULE a la actividad presencial’ y que establece protocolos de actuación que se deberán adoptar a partir de este 25 de mayo.
El texto señala que, siempre que sea posible, se mantendrá el teletrabajo y que los empleados que formen parte de colectivos vulnerables estarán exceptuados de incorporarse en esta primera fase, de igual forma que se contemplan medidas para facilitar la conciliación familiar con la vida laboral.
La reincorporación se llevará a cabo en los puestos de trabajo en los que se realice la actividad en espacios no compartidos y, en los espacios compartidos será de un máximo del 50 por ciento y con carácter rotatorio, siempre que se requiera la presencialidad y se pueda mantener una distancia de separación de dos metros.
La ULE recordó que los centros permanecerán cerrados, excepto para los servicios de atención al público y préstamo de libros. Además, se habilitarán puertas de entrada y de salida señalizadas y el personal ajeno deberán hacer las entregas en los recibidores o hall de entrada, donde serán atendidos por el destinatario o el conserje, no pudiendo entrar en el resto de las instalaciones. También habrá mascarillas en las conserjerías, cuyo uso será obligatorio en el interior de los edificios, y desinfectantes para manos.
Finalmente, todos los Centros dispondrán de la cartelería con las recomendaciones de higiene y salud relativas al COVID-19. También se colocarán vinilos en el suelo en puestos los puntos de atención al público para que se respete la distancia de seguridad.