La trampa de lobos. Villalibre de Somoza

En las sociedades antiguas de la prehistoria, para los cazadores/ recolectores, el lobo, constituía un símbolo de respeto por sus sentidos tan agudos y habilidades para la caza , idea que fue cambiando con el aumento de la agricultura y el ganado, pues los conflictos con el hombre y el lobo fueron creciendo con el tiempo.

El Lobo en la Somoza

El tiempo arrecia , acechan lo griteríos de los Pastores envolviendo las cumbres , golpeando contra los ecos lejanos.
Comienza la cacería.
Desde las escasas colinas que soportan los paisajes del Val de San Lorenzo, se avivan las antorchas en la noche oscura.
Son los pastores de las localidades vecinas , que recorren el monte , asustando al Lobo , acortando su territorio, y provocando su huida hacia las trampas .
El ruido atronador conmueve, destiñe los pérfidos zurrones , que guardan el descuido del pastor , sacudiendo sobre las guaridas del temido animal.
Avanzan, están llegando a la última colina, allí, agazapados en las pequeñas casetas de piedra, esperan algunos hombres con escopetas.


No hay salida, los lobos , son acorralados antes de adentrarse en la extensa llanura de Muga.
Estas batidas , eran habituales en la comarca de la Somoza , llegando hasta los términos poblacionales de Villalibre de Somoza , aún hoy se conservan esas casetas de piedra , allí , en la última colina .
En algunos lugares de Europa , el lobo , era conocido por desenterrar cadaveres , por esa razón, muchos difuntos eran escondidos.Este hábito fue aprovechado por la iglesia Católica, para atribuir al animal, una imagen diabólica contribuyendo a acelerar su desaparición en toda Europa.
A lo largo de la historia, la imagen del lobo , fue trasmitida por medio de los cuentos populares, pero siempre, bajo un halo de misterio y temor.
En Maragateria, en las noches frías de invierno, la presencia del lobo ha sido frecuente.
Los numerosos testimonios, dan buena cuenta del temor en las noches de nieve, cuando los lobos bajaban del Teleno y vagaban por las calles incluso arañando alguna puerta , con la intención de alcanzar algún animal de los establos.
Incluso, aquellas personas que sufrieron algún ataque o presenciaron el lobo en el monte , que perdieron el habla durante tiempo, o las caballerías donde los lobos daban con el rabo en las patas de los caballos , señal , que algunos interpretaban como el momento en el que el lobo estaba dispuesto a atacar.
En esta comarca, no existen hechos probados en los que el lobo atacase a personas , ni mucho menos los comiera , al menos, que no se asocien con las leyendas.
Hace siglos , los pastores, estaban obligados a dormir en el monte junto a sus ovejas, su presencia evitaría males mayores.

Isasy Cadierno

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