La presunta cómplice, en el funeral de la asesinada

Desde el asesinato de Isabel Carrasco hasta 30 horas después, cuando entregó el arma usada en el crimen en la Comisiaría -alegando que había aparecido en su maletero-, Raquel Gago siguió con su trabajo habitual, incluso fue uno de los agentes que custodió y vigiló la llegada de los restos de Carrasco a su capilla ardiente y las visitas de autoridades de primer nivel. ¿Inocencia o sangre fría? De momento, se sigue sin conocer el grado de su implicación
Raquel Gago, a la izquierda, con el uniforme de la policía local, visera y gafas de sol vigilando la capilla ardiente de Carrasco en la Diputación de León

 

Alejandro G. Nistal / Violeta R. Oria El papel de la policía local de León Raquel Gago en la trama del crimen de Isabel Carrasco sigue siendo, 11 días después del asesinato, la incógnita sin resolver. Ella, a través de sus abogados, mantiene su inocencia e insiste en que un careo con las otras dos acusadas o al menos con Triana Martínez lo demostrará.  Según su versión, se habría encontrado con Triana, una gran amiga, y ésta, sin saberlo ella, le habría metido un bolso en el maletero del coche con el arma, que ella habría encontrado 30 horas después,  cuando la entregó en la comisaria. Pero su versión no convence.  El GPS demuestra que se  encontraba a 250 metros del lugar del crimen, que tomó café con Triana esa mañana y que ésta le llamó antes y después del asesinato, que la última llamada duró 17 segundos, que supuestamente se mandaron mensajes, que afirmó que se encontró con ella tras el asesinato por casualidad pero que al parecer otras manifestaciones suyas entran en colisión con la naturaleza del encuentro…

El papel de Raquel Gago sigue siendo un misterio. ¿Es inocente o tiene un gran sangre fría?. La foto que en exclusiva ofrece hoy El Bierzo Digital, en la que se la puede ver como uno de los agentes que custodiaron la llegada del cuerpo de Carrasco a su capilla ardiente en la Diputación de León, y la posterior entrada de las principales autoridades nacionales, como el mismo presidente del país y el propio Director General de la Policía, hacen pensar todavía más en ello. Podemos ver a una Raquel tranquila, profesional, realizando su trabajo.

Ayer, las tres detenidas fueron sometidas a pruebas caligráficas. El careo, ante la expectación de los medios, se ha pospuesto a la próxima semana. También queda por resolver que hacía medio kilo de hachís y marihuana en el piso de Triana y si Raquel tenía que ver con ello, como supuestamente lo tuvo con la compra del arma del crimen y de otra más a un toxicómano de Gijón, actuando de intermediaria. El registro del piso de la agente no ha arrojado de momento nuevos datos si bien sus ordenadores están siendo analizados junto  a su teléfono.

 

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