Elena Rodríguez / Agronews CyL Desde que el entonces presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Valín, plantease en 2012 una “regulación complementaria” en el Órbigo con dos mini-embalses que aumentasen la capacidad de almacenamiento de agua en este río leonés, la polémica ha sido una constante. En el último día del gobierno de Mariano Rajoy, el Boletín Oficial del Estado, publicó la Declaración de Impacto Ambiental positiva del proyecto “Sistema de regulación lateral del rio Órbigo: presa sobre el arroyo de La Rial. Presa sobre el arroyo de Los Morales”, que “analiza la determinación de la amplitud y el nivel de detalle del estudio de impacto ambiental, junto con las contestaciones a las consultas realizadas por el órgano ambiental; el documento técnico del proyecto; el estudio de impacto ambiental; el resultado de la información pública y de las consultas efectuadas por el órgano sustantivo; la documentación complementaria aportada por el promotor; y las consultas adicionales realizadas”. Y la polémica continúa. A favor, los regantes. En contra, los ayuntamientos. Y el lúpulo, en el medio. Ambas partes citan a este cultivo como beneficiado o perjudicado si, finalmente, se construyen las presas.
Carta a la ministra Teresa Ribera
Los ayuntamientos afectados salieron a la calle hace dos años para manifestar su oposición a las presas y, aseguran, que volverán a hacerlo si el proyecto finalmente sigue adelante. Se trata de los consistorios de Turcia, Cimanes del Tejar, Llamas de la Ribera y Carrizo de la Ribera. El alcalde de éste último, Julio Seoanez, asegura que están conformando una Plataforma del Órbigo, de afectados, desde la que articular su oposición y poder iniciar, si fuera necesario, acciones jurídicas. Recuerda que presentaron 2.262 alegaciones que recibieron una contestación “muy vaga y en conjunto” y eso “no les satisface”. Con el cambio de Gobierno, pondrán sobre la mesa de la ministra de Cambio Climático y Medio Ambiente, Teresa Ribera esta situación. Se dirigirán directamente a ella, “dejando a un lado a la CHD” porque, tras la manifestación de hace dos años, se comprometió a conocer la zona y no lo hizo. En esa Plataforma estarían los ayuntamientos afectados, Cimanes y Carrizo porque a ellos pertenecen los terrenos, y Llamas de la Ribera, que tiene grandes plantaciones de lúpulo. Además califica de “aberrante tener que bombear agua desde le canal de Carrizo y el río Omaña para llenar los embalses, con un coste brutal en euros”.
“Es un proyecto necesario”
Postura contraria la de Ángel González Quintanilla, presidente del Sindicato Central del embalse de Barrios de Luna que cree que “el proyecto es necesario y que no hace un daño exagerado”, asegura que “está delimitado y cuando han pasado DIA es porque no hay el daño del que se habla”. Un agua, añade, que “para los primeros que es necesaria es para los regantes del canal de Carrizo, a los que todos los años hay que ceder agua de otras comunidades para que puedan acabar el riego de sus cultivos”. Considera que “beneficia abastecimiento de agua de boca, a los caudales ecológicos, y a los regantes, por ese orden”
¿Afecta o no al lúpulo?
Una pregunta que tiene contestaciones diametralmente separadas en función de quién provengan. Para los opositores, la respuesta es sí y para los favorables, es no. Sin embargo, desde la empresa Hopsteiner España, su director general, José Antonio Magadán asegura que no hay ninguna otra zona en el mundo en la que produzca una situación similar, ni estudios científicos que avalen ni que hace daño, ni que favorece al cultivo el tener cerca masas de agua de esas dimensiones.
Magadán explica que “hay que tener en cuenta que las condiciones en las que se cultiva el lúpulo no son comparables a otros países”, en Centroeuropa, por ejemplo, se riega solo con las precipitaciones. Por ello, cuando se conoció el proyecto, indagaron sobre la posibilidad de que “hubiera algún estudio al efecto positivo o negativo de estas masas de agua cerca de los cultivos y no hay informe”, por tanto, resume su postura es “a favor del cultivo del lúpulo, que se incremente, pero no nos podemos posicionar cuando no hay informes que avalen ni una cosa ni la contraria”.
Los que están en contra, según explica el alcalde de Carrizo de la Ribera, argumentan que el lúpulo es “una planta muy sensible que al cambiar la humedad genera más enfermedades y no sabemos cómo va a reaccionar, las plantaciones cerca del agua siempre tienen más enfermedades y creen que se extenderá a todas las plantaciones”. Sin embargo, Ángel González Quinanilla esgrime que “el lúpulo siempre se ha criado a la orilla del agua”
UPL se posiciona en contra
Desde la Unión del Pueblo Leonés, su secretario general, Luis Mariano Santos, asegura que la postura del partido es contraria y esperan que el nuevo gobierno lo “paralice” porque cree que para regar el Páramo Alto y el Medio se puede hacer “a través de la modernización de regadíos, mejorando la eficiencia”. No duda en asegurar que las balsas “van a cambiar el hábitat y ecosistema y van a acabar con uno de los potenciales, el lúpulo”.