La pobreza y exclusión social afecta ya a uno de cada cuatro jóvenes en Castilla y León

La tasa de temporalidad se eleva al 62,6% para menores de 30 años pero alcanza casi el 80% para los menores de 25

La pobreza y exclusión social afecta ya a uno de cada cuatro jóvenes en Castilla y León. Concretamente al 27,8 por ciento de los menores de 30 años, un porcentaje que, no obstante, es inferior a la media española en diez puntos (37,6 por ciento). En la Comunidad la tasa es especialmente elevada en el caso de la población joven en situación de desempleo, un 36,6 por ciento, e inactividad, un 33,4 por ciento, mientras que afecta a un 12,4 por ciento de los ocupados menores de 30 años. El dato es significativo si se tiene en cuenta que los jóvenes castellanos y leoneses cuentan con uno de los salarios más bajos del país, con 10.000 euros netos anuales, un 1,92 por ciento menos que el año anterior, según alertó hoy el Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, con datos referidos a 2016.

La organización juvenil consideró destacable que, a diferencia de lo que ocurre en el conjunto de España, la tasa de pobreza es mayor entre las personas de 30 a 34 años, casi cinco puntos superior a la de las persones menores de 30.

El dato de la tasa de pobreza afecta sobremanera a aspectos tan relevantes para el colectivo juvenil como el de la emancipación. En este sentido, el coste de acceso a la vivienda muestra una tendencia diferente en el caso del alquiler, con una subida de precios respecto al año anterior del 6,73 por ciento en la Comunidad, y en el caso de la compra, con un descenso del 1,7 del precio. Esto hace que en el caso del alquiler el esfuerzo que debe realizar una persona joven asalariada en solitario para pagar la renta haya aumentado un 8,82 por ciento respecto al año anterior, hasta situarse en un 58,3 por ciento de sus ingresos. En el caso de los hogares jóvenes, fruto del aumento de los ingresos, hay un leve descenso del 0,93 por ciento en el esfuerzo a realizar para pagar el alquiler de la vivienda, que alcanza ahora el 31,6 por ciento.

Para la opción de compra de vivienda se aprecia una mejora sustancial para los hogares jóvenes, que deberían dedicar un 9,68 por ciento menos de sus ingresos a afrontar el pago de las cuotas hipotecarias, haciendo que el esfuerzo sea del 24,4 por ciento, mientras que para una persona joven asalariada en solitario hay un pequeño descenso del 0,79, que sitúa el esfuerzo en un 45 por ciento. De este modo, para una persona joven asalariada en solitario, tanto el alquiler como la compra son “inasequibles en términos del esfuerzo económico a realizar”, según el Consejo de la Juventud.

Sin embargo, para un hogar joven, la ratio de ingresos-precio está dentro de los límites aceptables en el caso de la compra, y cerca de ellos en el caso del alquiler. Con todo, hay grandes diferencias entre provincias, con Salamanca y Valladolid, con los precios más altos, 117.800 y 115.600 euros, respectivamente, y Ávila y Zamora con los más bajos, 83.850 y 86.390 euros. Aunque en relación a los ingresos de las personas jóvenes es León la provincia que muestra una mejor ratio. Así, respecto al régimen de tenencia es “destacable” el alto porcentaje de personas jóvenes que vive de alquiler en la Comunidad, dos de cada tres, un 65,5 por ciento del total, 6,5 puntos por encima de lo que sucede en España en su conjunto.

Población emancipada

La población menor de 30 años en Castilla y León tiene un menor peso porcentual que en el conjunto de España, constituyendo el 12,5% del total (casi 300.000 personas), 1,5 puntos menos. Además, en el segundo trimestre de 2017 -últimos datos disponibles- se observó una caída del 2,31 por ciento respecto al mismo periodo del año anterior en relación a la población joven. La emancipación en este colectivo continúa un “progresivo descenso”, con una caída del 4,82 por ciento del número de personas jóvenes emancipadas, que dejan la tasa de emancipación de los menores de 30 años de la Comunidad en un 17,9 por ciento (53.305 personas), también 1,5 puntos menos que en el conjunto de España. La tasa de emancipación es nueve puntos superior en el caso de las mujeres jóvenes, entre quienes aumenta un 3,2 por ciento respecto al año anterior, mientras que en el caso de los hombres se registra un descenso del 15,31 por ciento.

En relación a los estudios, la tasa de emancipación es mayor entre las personas jóvenes que cuentan con estudios primarios, un 27 por ciento, seguida de diplomados y licenciados, con un 23,1. De forma general, la emancipación es más común entre quienes no estudian, independientemente del nivel. Por último, en este apartado, en comparación con España, la tasa de emancipación joven en Castilla y León es inferior para todos los niveles formativos, excepto en el caso de las personas menores de 30 años con estudios secundarios obligatorios, entre quienes es 0,5 puntos superior en la Comunidad.

Contratación

Atendiendo a los datos de contratación, el Consejo de la Juventud destaca que los contratos indefinidos tienen un crecimiento porcentual importante en Castilla y León, pero se mantienen en el 6,9 por ciento del total de los formalizados para las personas menores de 30 años. Son los de carácter eventual los que mantienen una posición mayoritaria, ya que constituyen el 57,3 por ciento del total, con un crecimiento respecto al año anterior del 16,08 por ciento. En segundo lugar, se sitúan los contratos por obra o servicio, un 27,8 por ciento de todos los firmados.

Del total de personas desempleadas menores de 30 años, seis de cada diez tenían experiencia previa. De forma positiva se observa un descenso de las personas jóvenes que llevaban más de un año buscando empleo, con una caída del 15,73 por ciento, lo que sitúa la cifra de este colectivo desempleados de larga duración en un 39,3 por ciento, condición que afecta en mayor medida a los hombres, un 44,6 por ciento, frente a un 33,6 de las mujeres.

Los jóvenes con contrato temporal menores de 30 años ascienden a 63.095, con lo que la tasa de temporalidad se sitúa en el 62,6 por ciento, seis puntos más que un año antes, frente al 37,4 por ciento que dispone de contrato indefinido, que retroceden en casi dos puntos. De ellos, la tasa se eleva hasta el 77,8 por ciento entre los que cuentan con entre 16 y 24 años.

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