Sereno y yermo ,se eleva tímidamente el monte de la pequeña comarca de la Cepeda.., albergando mil leyendas y creencias, de una antigüedad, imposible de alcanzar.
Pero de todas ellas , una , contiene los siglos en un pequeño pedazo, en una pequeña piedra.
(La Piedra de los aires )
Hasta aproximadamente mediados del siglo pasado , la creencia de que algunas piedras ,contenían ciertas energías capaces de curar al hombre y a los animales, incluso llenar de dicha y protección a quien las encontrase , convivió con los últimos Pastores y habitantes de la citada Comarca.
Ellos , creían , que esta piedra salía de los Rayos en días de tormenta .
El Rayo caía sobre la tierra, entrando en ella , y hundiéndose en su interior siete estadios de profundidad.
Cada año subía un estadio , y cuando subiese siete , el Rayo transformado en piedra .., salía a la superficie.
Una vez en la superficie, creían , que la piedra regresaría a las nubes.
Es por ello que las piedras de los aires se denominaban también.., piedras del Rayo.
Pero según un testimonio escrito , describe ,que un vecino de la Cepeda dice lo siguiente:
-Un Rayo me mató una Yegua y pasados siete años regresé al lugar y encontré la piedra.
En este fragmento de este testimonio, podemos divagar sobre la verdadera procedencia de las piedras de los aires.
( Las Piedras Bezoares o los Talismanes de los Reyes)
Las piedras Bezoar son piedras que se originan en el estómago de los animales.
En la antigüedad, a las piedras Bezoar , se les adjudicaba un poder curativo y de buena suerte , un Talismán muy preciado , del que se sirvieron algunos Reyes como símbolo de máxima representación y poder mágico.
Según una teoría, la palabra Bezoar ( concretamente Bezar – palabra de origen Persa ), significa Aire , y según otra palabra ( Pazar – también de origen Persa) significa Cabra .., por hallarse la piedra en el estómago de los animales.
Y es aquí donde el testimonio de aquel vecino, nos muestra, a través de sus palabras, la clave del posible origen de la piedra de los aires .., cuando describe que en el lugar donde el Rayo mató a su Yegua , halló la piedra.
La posibilidad de que la Yegua portase en su estómago la piedra de los aires , parece cobrar sentido, y que en realidad se tratase de piedras Bezoar .
Fuese como fuese , la belleza de estas creencias , no deben caer en el acostumbrado olvido.
Son la muestra de una tierra llena de vida e historia digna de invocar.
Fotografías: de mi amigo Constantino Álvarez Domínguez , natural de la Comarca de la Cepeda y propietario de la piedra de los aires . Gracias por hilvanar parte de esta bella historia.
Isasy Cadierno