La Operación Bacenturión se salda con 8 detenidos y 1.536 plantas de marihuana incautadas en la Valduerna y Molinaseca

Los detenidos son de la zona de la Valduerna, cuentan con antecedentes penales y sus edades abarcan desde los 20 a los 50 años

La Operación Bacenturión llevada a cabo por la Comandancia de la Guardia Civil de León desde el mes de diciembre del pasado año hasta la pasada semana permitió desarticular una organización criminal detenida al cultivo y tráfico de droga y se saldó con ocho personas detenidas, 1.536 plantas de marihuana incautadas y 5.065 gramos de marihuana seca y 200 de hachís y 7.000 euros en billetes fraccionados en en las localidades de Miñambres y Villamontán de la Valduerna y el término municipal de Molinaseca.

Así lo informó hoy el subdelegado del Gobierno en León, Faustino Sánchez, quien explicó que la Operación contra el cultivo y tráfico de drogas culminada la semana pasa se enmarcó en el Plan de respuesta la tráfico minorista de droga en locales de ocio nocturno y diversión.

Dentro de dicho plan, en lo que va de año 2020 la Comandancia de la Guardia Civil de León ha llevado a cabo 27 intervenciones, seis de ellas en septiembre, que se saldaron con 27 detenidos y 13 investigados y más de 3.600 plantas y más de 30.000 kilos de marihuana decomisados.

Sánchez explicó que la investigación de la Operación Bacenturión fue llevada a cabo por la Unidad Orgánica de Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de León y el Área de Investigación del Puesto Principal de La Bañeza, dando cuenta al Juzgado de primera Instancia e Instrucción número uno de La Bañeza.

Asimismo, en ella participaron diferentes unidades de la Guardia Civil, entre las que Sánchez explicó que citó el Grupo de Reserva y Unidad número seis de la Virgen del Camino, una Unidad Cinológica Elemental con su guía y perro detector de drogas, el Grupo de Rescate e Intervención en Montaña y varias Unidades de Seguridad Ciudadana de la Comandancia.

El teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de León, Julio Andrés Gutiérrez explicó que dicha operación supuso “un salto cualitativo en lo hecho hasta ahora”, ya que además de decomisarse más número de plantas, es en la que más número de gente se detuvo, lo que “muestra que este tipo de tráfico se amplía a los niveles de otros tipos de sustancias que tradicionalmente tenían una organización criminal más establecida”.

De esta manera, mientras que “normalmente cuenta con terrenos acotados con unas cien plantas al aire libre y hasta 400 en ‘indoor’ y unos tres o cuatro detenidos”, en esta ocasión fueron ocho los detenidos, “personas de la zona de la Valduerna, con antecedentes y edades comprendidas entre los 20 y 50 años”.

La Operación Bacenturión se inició a finales de 2019, tal y como expuso el teniente coronel, cuando “se detectaron en la ribera del río Duerna labores de acondicionamiento de varios terreros”, en los que “establecieron varios corros para plantar una planta tras otra de manera que las fases de crecimiento se distanciaran en el tiempo y el periodo de venta y presencia en el mercado sea mayor”.

Esta plantación contaba con 956 plantas en un avanzado estado de maduración y para su retirada fue necesaria la participación de numerosos efectivos de la Guardia Civil, así como personal del Ayuntamiento de La Bañeza, que facilitaron camiones para el traslado de todos los efectos.

De igual manera, la benemérita constató que los detenidos “no solo estaban cultivando plantas en la zona del río Duerna, sino que también contaba con otra gran plantación en el paraje denominado como Las Tejadas, en el término municipal de Molinaseca, “en pleno monte, aislado y alejado de cualquier vía de comunicación”.

Esta segunda plantación contaba con 580 plantas y, debido a la orografía de su localización, para su extracción fue necesaria la intervención del helicóptero de la Unidad Aérea de la Guardia Civil de León, ya que era imposible acercar medios terrestres para cargar las plantas.

Asimismo, para las entradas y registro en las viviendas de los detenidos, la Guardia Civil solicitó la intervención del los GRS, ante “la peligrosidad de alguno de los miembros de la organización, que contaban con antecedentes”.

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