La noche de San Juan y el solsticio de verano

¿Es el Universo una máquina perfecta?

 

Aunque hace ya dos años (¡¡ como corre el tiempo¡¡),que hablé sobre este tema,siempre se puede añadir algún detalle y además supongo que la mayor parte de lo que lee a menudo se olvida. No obstante espero que quienes hayan leído mi anterior artículo si se acuerden de la que idea esencial porque es la mas impactante:la Noche de San Juan, NO es la mas corta del año;pese a la creencia generalizada de que si. No obstante como veremos hay una explicación e incluso una justificación de este despiste de la “sabiduría popular” y es que hace siglos si podía serlo a menudo. En concreto a finales del siglo XVI,tras la realización de la llamada Reforma Gregoriana del calendario (se hizo en 1582),y sobre todo durante el siglo XVII .

Pero vayamos primero a explicar porque la noche del 24 al 25 de junio no puede ser la mas corta del año. Es muy simple. A lo largo de la primavera los días crecen y las noches decrecen y una vez llegado el verano ocurre al revés. Para que la noche mas corta del año fuese la del 24 de junio, el solsticio de verano (su inicio) debería tener lugar el 24 ó el 25 de junio;pero no el 21.Esto se comprende aún mejor si tenemos en cuenta que el crecimiento o decrecimiento de los días y noches tiene directa relación con el ángulo (declinación),que los rayos del Sol forman en cada instante con el plano del Ecuador. El próximo domingo a las 18h.38 m. el ángulo que forman los rayos del Sol con el plano del Ecuador;dejará de incrementarse,para empezar justamente en ese instante a disminuir. Hay que volver a mirar aquellas esferas del Globo Terrestre que teníamos en la escuela.

Los aficionados a la astroNomía,(que no astroLogía ¡¡ojo¡¡),solemos tener siempre a mano un libro que a primera vista parece un “tocho” difícil de digerir,porque está todo lleno de números y poco texto y dibujos;pero que es de enorme utilidad para entender y analizar matemáticamente el movimiento de los astros (Sol,Luna y otros) por el firmamento. Se trata del anuario de algún observatorio astronómico. En general se utiliza ,me parece,el del Observatorio de Madrid (Anuario del Real Observatorio).

Utilizando pues los datos que figuran en este libro resulta evidente que la Noche de San Juan ,no puede ser la mas corta del año y asimismo resulta obvio ,(por otros datos del anuario);que algunos siglos atrás si pudo serlo a menudo. Hace ya bastantes años,(1997) que hice un estudio con calma y llegué a la conclusión de que había de ser durante el siglo XVI,cuando eso pudo ocurrir,como ya he señalado. Revisando ahora la cuestión yo añadiría que a finales del siglo XVI (tras el año 1582) y sobre todo a lo largo del siglo XVII. No obstante el anuario citado señala la hora de salida y ocaso del Sol sin precisar los segundos y hay varios días en los que parece que la duración del día y la noche son invariables y además se de la curiosa circunstancia de que mientras la hora de salida del Sol tras el 21 de junio,pronto comienza a retrasarse,(como es lógico),el momento del ocaso no se empieza a adelantar de modo tan rápido. Es como si el Sol a la hora del ocaso tardase en “darse cuenta” de que ya los días deben decrecer. Vamos, que parece “estar dormido”.

Pero al margen de todo esto es evidente que aunque sea sólo por segundos o incluso décimas de segundo,la noche de San Juan no puede ser la mas corta del año.

PRECESIÓN Y OTROS

Los movimientos de La Tierra son como decían en los libros de bachillerato, 4 de los cuales dos son poco conocidos a efectos prácticos:la precesión y la nutación. Pues bien es el movimiento de precesión el que hace que poco a poco la entrada de las estaciones se vaya adelantando. En los inicios del siglo XX el solsticio de verano se produjo en una ocasión el 22 de junio, a las 17h. 5 m. (1903);pero en el siglo XXI (2096) se producirá en una ocasión el 20 de junio a las 8h.31 m.. Es un adelanto que no se hace año tras año de modo uniforme y constante,pero que con el paso de los siglos es muy evidente.

Nuestros lejanos antepasados manejaban la teoría de la inmutabilidad de los cielos. ¡¡Que equivocados estaban¡¡. Ahora sabemos que aparte del movimiento de precesión ( y otros) está el hecho de que el año no tiene un número entero de días (ni son 365 ,ni 366,como es sabido) y esto ha dado lugar a numerosos quebraderos de cabeza. En 1582 hasta el mismo Sumo Pontífice (auxiliado por una comisión de expertos de la época claro), intervino en un “arreglo” que hubo que hacer en el calendario. Lo hicieron bastante bien porque desde entonces hasta la fecha no ha sido preciso hacer mas retoques. Pero sabemos que esa reforma no deja todo “atado y bien atado”.

La rotación de La Tierra no es absolutamente constante y esto unido a otros varios factores dará lugar irremisiblemente a que los calendarios a largo plazo hayan de ser reformados o a que los calendarios solares al cabo de algunas décadas se desfasen. Claro que hay que tener en cuenta que la vida humana es muy efímera en comparación con el tiempo preciso para que algunos de esos cambios sean claramente perceptibles. A muchos efectos prácticos los cielos siguen siendo inmutables,aunque realmente está clarísimo que no lo son. En definitiva que a los antiguos les parecía que el Universo era como un reloj rigurosamente perfecto y acabado,tan perfecto que no se podía perfeccionar mas. A nosotros por el contrario nos recuerda al motor de un automóvil que ya tiene sus añitos o sus kilómetros y cuyas piezas tienen holguras y desajustes. La pregunta del millón es la siguiente:¿quién y como ha de repararlo?.

—————

Madrid 20 -6- 2015.Víspera del solsticio de verano.

Rogelio Meléndez Tercero

 

 

 

Print Friendly, PDF & Email