La música y las artes escénicas se aúnan en la Escuela ‘A Contratiempo’

La violinista madrileña Eva Leña apuesta por Astorga y crea un entorno artístico en el que pequeños y mayores pueden aprender y crear de la mano de la música

Astorga enamora, y si no que se lo digan a la violinista Eva Leña, que dejó su Madrid natal para formar y enseñar a pequeños y mayores en el amor por la música y las artes escénicas.

Con solo 26 años, ha apostado por la ciudad y por la educación musical y ha abierto su propio negocio: la Escuela ‘A Contratiempo’, que con solo una semana de vida ya ha encandilado a doce astorganos que disfrutan de este espacio dónde la música y las artes se aúnan. Así nos lo cuenta en esta entrevista.

¿Cómo empezaste en el mundo de la música?

Al igual que mi hermana, empecé desde muy pequeñita, porque a mis padres les encantaba. Empecé a tocar a los cuatro años el violín, soy violinista, y hasta el día de hoy. Hice la carrera de violín, el superior y estudié piano y canto de complementario.

Eres madrileña, ¿qué fue lo que te llevó a vivir en Astorga y abrir aquí tu escuela? ¿Estás agusto en la ciudad?

Yo vivía en Madrid, y llegó un momento en el que la vida en la capital me hartó y me saturó, me resultaba muy atroz y relámpago todo. Luego conocí a mi pareja y me vine a Astorga un poco por amor.

Pero sobre todo miré más por mi salud mental y mi vida, creo que en Astorga se vive mejor. Estoy super agusto, es un ritmo de vida más natural.

¿Era tu sueño tener tu propia escuela de música?

No se me había planteado la oportunidad ni la situación en mi vida de formar una escuela en Madrid, realmente fue aquí cuando llegué hace un año y pico. Estuve trabajando en la capital, e iba y venía, pero me quería asentar y cuando tuve esta oportunidad, hace un mes, no lo dudé ni un segundo y aquí estoy.

La enseñanza en general me parece algo muy importante, y creo que está bastante de capa caída, hay que remontarlo y cambiar la perspectiva. Siempre había tenido mucha sensibilidad por la educación en general, y que mejor que hacerlo desde mi campo.

Eres muy valiente, ya que tras la pandemia, muy pocas personas deciden emprender

Es complicado emprender, sí, pero yo creo que hay que lanzarse y luego vienen las soluciones por el camino. Si solo piensas en lo malo al final no lo haces.

¿Cómo definirías este nuevo espacio que has creado en Astorga? ¿qué ofertas?

Mi idea es que sea un espacio más allá de la música, que sea más un entorno artístico en el que aprender y crear de la mano de la música, principalmente, pero acompañado de las artes escénicas. Contamos con un espacio relativamente amplio, ya que tenemos tres salas grandes y dos pequeñas.

Ofrecemos instrumentos, que ahora mismo tenemos piano, violín, viola, acordeón, guitarra y canto. Y a mayores, tenemos teatro, danza, más concreto danza trival, y luego grupales: lenguaje musical y música en moviendo para los pequeños.

Cuando terminé mi carrera de violín, me especialicé en música para bebés y también oferto esa rama. Se hace en familia, con los padres, y es super bonito. Es un momento para pasar con tu bebé muy íntimo, para trasmitirle el lenguaje musical desde chiquitito, como se hace en la cuna con el lenguaje materno.

También ofrecemos un espacio de estudio. Tenemos un acordeón de la escuela, un chelo y un violín, por lo que si alguien no tuviera estos instrumentos y quiere aprender a tocarlos los puede utilizar aquí.

Y la idea que tenemos es ofrecer talleres puntualmente de cosas que no están en la escuela: construcción de instrumentos tradicionales, conciertos, o gente especializada en otras disciplinas que no podamos tenerla de manera rutinaria. Y si tuviera mucha demanda lo introduciríamos en las asignaturas semanales.

¿Con cuantos profesores cuentas?

Pues aparte de mí, tengo a mi lado a dos astorganos: Carlos Solito y Javier Masai.

¿Cuál crees que es la principal diferencia con otras escuelas de música de Astorga?

Pues yo creo que principiante la Escuela de Música Municipal se centra más en la Banda, y por ejemplo guitarra y piano no dan. Hay gente que no quiere meterse en una formación tan reglada como el conservatorio, y aquí se puede amoldar más a la necesidad del alumno.

Además el tema de horarios que es más flexible, abrimos de lunes a viernes por la mañana y por la tarde, y la duración de las clases se adapta según la edad.

También esto es más tirando al hobby que al mundo más profesional. Es lo bueno de las escuelas privadas, que abarcas un público con una perspectiva menos profesional, pero no por eso es peor, sino que lo quieren como algo complementario en su vida, que les suma, pero no tienen tanto una visión de obligación.

Eva finaliza la entrevista animando a todos los apasionados de la música a visitarla y a inscribirse, ya que las plazas siguen abiertas, por lo que todo aquel que desee emprender este viaje en el mundo de la música y las artes puede hacerlo acudiendo a la escuela, sita en la calle San Pedro, nº 14.

 

Print Friendly, PDF & Email