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La lonja de León celebró la última sesión del año que, en lo que a la agricultura se refiere calificó como “nefasto y para olvidar” en la provincia. De hecho, desde este órgano se recordaron los malos resultados de numerosos cultivos que cotizan en la lonja, en general negativos, por lo que se confió que el próximo año “las cosas se reconduzcan” y sea posible ver los pantanos “con suficiente agua” como para no tener problemas de riego, así como que la primavera sea “benevolente” respecto a la climatología con los cultivos de secano.
En este año agrícola, la producción de trigo se redujo en más de un 60 por ciento, pasando de 255.683 toneladas el año pasado a 101.183 toneladas este año; la caída de la producción de cebada fue del 67 por ciento, desde las 64.860 a las 21.535 toneladas; y la avena, el centeno y triticale pasaron de 68.240 a 24.995 toneladas, datos que suponen una caída del 65 por ciento.
No le fue mucho mejor al maíz que ya en el año 2016 fue muy malo para el cultivo, pues las siembras se retrasaron hasta el mes de junio por las intensas lluvias, y muchas fincas se tuvieron que dejar en barbecho; 2017 todavía ha sido peor, y esta vez por la falta de precipitaciones y por el estado de los embalses que no permitió completar el riego pese a que muchas fincas quedaron también en barbecho. La producción de un año normal en la provincia de León de maíz rondaría las 750.000 toneladas y nuestra previsión para la presente campaña es de poco más de 500.000 toneladas.
Año también “nefasto” para la colza, vezas y forrajes, con pérdidas superiores al 50 por ciento; y algo mejor le fueron las cosas al girasol, las patatas y las alubias, con unas producciones normalizadas, pero con unos precios medios “excesivamente bajos”.
