Andan los populares devanándose los sesos para hacer propuestas de esas que se califican como “de Estado”, lo que, por cierto, ya es, en sí mismo, una enmienda a la totalidad del período Casado. Para, supuestamente, mejorar el funcionamiento de las instituciones vuelven con que tiene que votar la lista más votada. Aunque les faltaría añadir un “a veces” porque poner “cuando la lista más votada sea la nuestra” quedaría más feo todavía. Esta propuesta y su planteamiento encierran algunas trampas que pueden pasar desapercibidas por ir envueltas con un falso lazo de más calidad democrática
Podríamos empezar por una referencia a la trayectoria del PP. Es un partido que sólo respeta los pactos cuando ellos gobiernan y les sirven para mantenerse en el poder. Aquí en Castilla y León, Mañueco defendió durante años eso de que gobernara la lista más votada y cuando la más votada dejó de ser la suya, se sumió en un silencio sepulcral al respecto. Conociendo los antecedentes, no creo que arriesgue mucho si adelanto que en caso de modificación legal o pacto que avalara esta opción entre, al menos los dos grandes partidos, por ahora, de nuestro país: PSOE y PP, este último ya tiene aprendidos los argumentos para saltarse el pacto cuando le venga bien: que si es una situación excepcional, que si es por el bien de España, que si con independentistas, comunistas o filoetarras no se puede, que si el PSOE no sé qué trastada hizo que invalida el acuerdo… En fin, esas cosas que se le dan tan bien al PP porque lleva años practicándolas.
Podríamos continuar señalando que esa propuesta se carga el sistema parlamentario. Permitir que la lista más votada gobierne sin más, implica, por parte de los partidos que lo asumen, un acto de adhesión incondicional. Pensemos: ¿Qué pasa al día siguiente? Pues que cuando el partido de la lista más votada, que no se ha molestado en buscar apoyos y alcanzar acuerdos porque tiene ese aval numérico, quiera aprobar una ley o sacar adelante unos presupuestos, exigirá vía libre y si no, adelanto electoral. Ese sería el panorama: parlamentos con una oposición mutilada y convocatorias de elecciones en aras de alcanzar mayorías que la lista más votada no quiere negociar en el parlamento. Y así en bucle hasta el infinito y más allá.
Para finalizar, podríamos referirnos a la falta de respeto institucional al resto de actores políticos. No se puede obviar al resto de partidos si se plantea en serio una propuesta que altera el espíritu constitucional de una forma tan sustancial que supone, de facto, una modificación de la Constitución. A no ser que la propuesta no vaya tan en serio y sea una trampa porque en el fondo, lo que se tiene en la cabeza es que gobierne la lista más votada, a veces.
Vaya por dios, ahora resulta que paises como francia, usa o austria por poner un ejemplo no tienen ni idea de democracia. Que para formar un gobierno haya que repetir elecciones sine díe dependiendo de los políticos de turno, que una vez formado gobierno haya que depender de partidos que quieren derribar un estado desde dentro, que se generen desigualdades territoriales crónicas debido a que los mismos siempre se lo llevan todo legislatura tras legislatura, que partidos antagónicos se unan por el simple hecho de no permitir que una determinada opción política gobierne, que una minoría imponga a una mayoría, que ello de lugar a que haya más partidos que garbanzos en un cocido etc, etc, etc. Eso es lo democrático y sobre todo lo que hace avanzar una sociedad según este artículo. ¿Pero quien dice que se obvie al resto de partidos chiquilla? Tendrán derecho a hacer una oposición, nadie niega eso. ¿que la oposición estaría mutilada? otra falacia, pero aun si fuese cierta, siempre es preferible mutilar una oposición que a un gobierno. Es posible avanzar con una oposición mutilada, no así con un gobierno en permanente sometimiento al chantaje. Lo que funciona es un gobierno sin ataduras. Que lo hace bien, se le premiará y podrá seguir gobernando, que lo hace mal pues patada y a otra cosa. Así funciona en la mayoria de paises, tanto serios como pachangueros, pero aquí, como no, desafiamos toda capacidad de raciocinio. Vamos en el carril contrario de la autovía y decimos que los camikazes son el resto.