Dos días eran los que especialmente la intendencia del domicilio de clase media astorgano se dedicaba especialmente a las compras. Uno era el martes. La asistenta, y años después, algunos familiares, iban con la lista que mi madre había escrito la noche anterior para surtir de productos de la tierra a la casa. Todavía en mis retinas quedan cual caché de pantalla de ordenador, ese interminable bodegón de garbanzos de Valdeviejas, manzanas de Fontoria, pimientos de Vidriales, ajos de Veguellina… El otro día especial para la compra eran los viernes. Eso sí, el listado esta vez era mucho más largo. Normalmente el grueso de los productos los traían personal de la tienda de ultramarinos de Benéitez, años después de la casa de “Pepito Pimentón”… Si a ello le añadías el encargo de la carnicería, el de la droguería de las Del Hoyo o La Zamorana… Aquel trajín se prolongaba hasta la mañana de los sábados.
Muchas veces me pregunto cómo un frigorífico de una sola puerta pudo albergar tanto alimento, como tampoco seguir funcionando cuarenta años ininterrumpidos. Eso, y la existencia de despensas, conformaban elementos que en los minipisos de hoy en día suenan a ciencia ficción.
Al final, los supermercados fueron ganando la batalla en esto de las compras semanales. Y eso que hay que pagar si quieres que te traigan la carga a casa. Nunca se logrará aquella perdida relación personal y de confianza que décadas atrás se mantenía con los comerciantes de toda la vida. No me imagino a un imberbe entrando hoy en un supermercado por una barra de pan o una botella de aceite y decirle a una cajera que mañana pasa su madre o alguien de la casa a pagar…
Listas y “listas”
La semana comenzó con el ritmo que marcaban los enfants terribles de IU. En plena camaradería con sus dos comisarias-altavoz. El PP mientras tanto no prestándoles tanta atención y gobernando, que es para lo que Astorga los ha puesto ahí. Pero, lo que son las cosas, eran el PAL y el PSOE los que iban a acabar protagonizando toda la atención social y mediática general.
DIARIO DE ASTORGA-ASTORGA DIGITAL, tiene la lista de la compra de la anterior alcaldesa, Victorina Alonso, hoy portavoz del PSOE en la oposición. Pero al igual que nosotros la guardamos: sí, fuimos a clase de Documentación Periodística; cualquier medio de comunicación local la tuvo en los últimos meses de legislatura socialista. Y probablemente a estas alturas de la semana ya la vuelven a tener ¿Entonces, qué ha pasado después con esa lista?
Al parecer. Esa documentación no estaba cerrada en su momento, como tampoco fue pública cuando el PAL a través de Pablo Peyuca la solicitaba con insistencia en su día. “Todo eran trabas”, asegura el portavoz leonesista. Cierto es que el último año en la Casona, conversando con otros ediles en el propio gobierno local, la coletilla de que “ella (por la alcaldesa) y Mercedes (por la concejala Rojo) hacen y deshacen y no tenemos prácticamente información y diálogo”. Quien esto afirmaba, junto con otro concejal, eran precisamente dos personas claves en esto de las cuentas en teoría del organigrama anterior. Hablamos del Teniente de alcalde y del concejal de Hacienda. Este último, está publicado, llegó a denunciar ante la prensa que “no se le permitía acceso a toda la información económica por parte de la Alcaldía”. Insistimos, publicado por todos los medios está.
Lo de fiscalizar ahora las cuentas “heredadas” es una tarea muy común en todas las administraciones públicas. ¿Acaso nunca han oído ustedes eso de levantar hasta las alfombras para ver qué encontramos? Al periodista, particularmente, no le sorprende y hasta es un ejercicio de sana democracia. Si todo pasa los filtros no hay de qué temer. ¿O sí?
Sin embargo, lo de llevarlo al ataque personal es algo que ya comienza a ser repetitivo, costumbre en el Grupo Socialista local. Si no practicas periodismo de salón… eres el malo y hasta te intentan difamar con todos los métodos posibles. Pero no atacan al profesional, sino a la persona. Se despierta una inquina inusitada. Como odio y rabia. Pero también les pasó a los que antaño eran uña y carne; ahora se despellejan en público y en privado. De nuevo otros nombres que llevar a la picota. Y los que no entran en el círculo de estómagos agradecidos versus fondo de reptiles…¡A la hoguera con ellos!
Esta vez le toca al PAL, a Pablo Peyuca y su iniciativa con el consentimiento cómplice del PP. Venga, a ridiculizarle con figuras detectivescas, intentar agrandar las retribuciones en bruto durante cuatro años en una sola cifra y la acusación de atacar al honor y buen nombre de la exalcaldesa. Que yo sepa, el señor Peyuca todavía no ha dicho que se haya llevado nadie dinero a su casa, sólo ha hablado de aumento de gastos y supuestos asientos contables en asuntos como joyas, hoteles, consumiciones alcohólicas, etcétera.
¿Pero va a quedar alguien en Astorga a quien no se demonice por opinar distinto en alguna ocasión a Victorina Alonso y Mercedes Rojo? Tanto montan, montan tanto. Esa estrategia es, a la larga, la muerte, en términos políticos. Está demostrado. Incluso existen casos con ciertas similitudes, en las que esa misma reacción produjo curiosas fobias y obsesiones. Me viene a la memoria aquel consejero de Presidencia de la Junta, Mañueco, no el actual, el hombre todopoderoso durante casi dos décadas en la provincia de Palencia. Ayuntamiento, Diputación…Todo lo controlaba. A los hijos los concesionarios les regalaban coches de lujo; en casa el marisco gratis por Navidad. Un buen día sintió la tentación de la política regional y el invento se le fue de las manos. Aún recuerdo en Presidencia su rueda de prensa lacrimógena. Su dimisión obligada por el entonces presidente Juan José Lucas…Me dicen que ahora pasea envejecido por Palencia, la que fue casi su finca particular, denunciando y gritando a quien le quiera escuchar que le han intentado atropellar, que recibe anónimos y cosas así de enemigos invisibles y conspiraciones de su imaginación.
Sabemos y hemos sufrido el azote del PAL. Nada nuevo por ese lado. Pero en la inercia política, los votos te pueden pasar del sillón de terciopelo rojo del gobierno a la trinchera de barro de la oposición. Unos han sabido cambiar su rol y otros, al parecer…siguen sin enterarse.
Esperamos con verdaderas ganas cotejar las dos listas de la compra. La de antes, y la de después. ¿Nuestro único interés? Que se sepa la verdad. Nada más.
De toda Astorga es sabido,la enfermiza politizaciòn de cualquier tema por parte del sr. Peyuca.Ahora aprovecha su “cercanìa” al PP,para sacar cadàveres del armario,aunque si es cierta la malisima legislatura de la sra. Alonso y su concejala sra. Rojo.Màs le valìa a ambas haber dimitido,despues de la nefasta legislatura que ambas protagonizaron,hasta el extremo de dinamitar a la agrupaciòn del PSOE en Astorga,y por ende su malisimo resultado en las pasadas elecciones,cosa que tambien le ocurriò al mencionado sr. peyuca,puesto que su pèrdida de casi 300 votos,le llevò a la tesitura de abandonar….pero ya sabemos todos lo realmente inverosimil que es dimitr en este nuestro pais.