Desde que Pedro Sánchez fuera literalmente desalojado de la Secretaría General del PSOE por el golpe de mano dado entre “barones”, “aparato” y parte de una base del partido, la Gestora del asturiano Javier Fernández camina lentamente para que todo vuelva a su cauce y reconvertir al partido de centroizquierda en el único y auténtico recambio de la centroderecha del Partido Popular. Pero las cosas no parecen estar tan fáciles a tenor de la dilatación en los tiempos y del largo recorrido que se les está obligando a realizar a los candidatos a secretario general.
Susana Díaz
La todopoderosa presidenta de la Junta de Andalucía parte con una de las federaciones más grandes y con mayor peso de cara a un congreso socialista. Nunca ha habido en la historia de la democracia ningún secretario general que no tuviese que contar con la parte andaluza. Pero además, aunque ha tardado en declararse candidata, Díaz cuenta con la ayuda del “aparato”. Y como hemos comprobado hace pocos días con el PP de Castilla y León, la estructura orgánica de los partidos pesa y mucho. Susana Díaz es la candidata oficial, o de la parte del PSOE que mantiene cautos de poder, esto es, que ha ganado elecciones y tiene su lugar en las instituciones.
En la provincia de León, también en el Bierzo, el “susanismo” es mayoritario. Las pocas voces díscolas han salido de la agrupación de León ciudad. El resto ha “renegado” del “pedrismo” y poco a poco se ha vestido con el mallot oficial.
Pedro Sánchez
Obsesionado con volver, su estrategia se basa en los afiliados, en la base, en la gente donde el discurso de la abstención para dejar a Rajoy, a la derecha, al enemigo de siempre, gobernar es haber traicionado a los principios fundamentales de la única formación política con más de un siglo de antigüedad. Y aunque nadie en voz alta lo afirma, lo cierto es que hay un fundado temor de que el madrileño dé la sorpresa. De momento, antiguos aliados con nombre, como Rafael Simancas y otros, han abandonado ya este grupo.
Patxi López
Para sorpresa de todos, el vasco Francisco López, Patxi, ha jugado la baza de la vieja tercera vía. El enfrentamiento entre el pasado y el presente del PSOE es tal que López ha visto un resquicio por donde jugar al término medio y que le sea rentable. Su mensaje incide en la unidad. Es una incógnita valorar los apoyos claros de este candidato, pues en el teórico centro del PSOE no se sabe quiénes y cuántos están. Tan sólo José Antonio Díez, secretario local de León, ha manifestado en alguna ocasión la valía de las tesis del vasco.
En todo caso, en el mapa leonés y en el mapa berciano la estructura es para Susana Díez a priori, las bases una incógnita y la referencia regional en esta ocasión difiere de la provincial, pues el secretario general, Luis Tudanca, se ha manifestado de Pedro Sánchez junto con la secretaria general de Astorga, Victorina Alonso, de las pocas que sigue apostando por el cesado-dimitido Sánchez.
Pero lejos de análisis particulares por zonas o personas, lo que realmente se está dirimiendo es cómo afrontar el intento de ocupación del espacio político de oposición de izquierdas tomado por Podemos. La formación de ultraizquierda, a pesar de sus escándalos y giros más o menos autoritarios tras la Asamblea de Vallecas, sigue siendo una gran amenaza para quitar el liderazgo de la izquierda al PSOE y con quién y cómo es lo que realmente se decide en el Congreso del PSOE este verano.