La Junta de Castilla y León y el resto de comunidades afectadas por el cambio demográfico han pedido a la Comisión Europea el diseño de una ‘iniciativa emblemática” específica para hacer frente a los problemas demográficos en el marco de la Estrategia Europa 2020, cuya revisión se está produciendo en estos momentos, según se recoge en el documento entregado a las autoridades comunitarias al que ha tenido acceso la agencia Ical.
Para el Gobierno autonómico, esta estrategia europea debe centrarse más en una visión demográfica en su conjunto sobre los cambios cuantitativos de población, la estructura de edad de la misma, su distribución territorial y los movimientos migratorios que se producen, además del envejecimiento. “Europa 2020 debería tomar muy en serio los cambios demográficos y prestar particular atención a las regiones que sufren sus consecuencias”, concluye el informe.
La Red de Regiones afectadas por el Cambio Demográfico, un grupo de doce regiones europeas con problemas de población similares, han emitido un informe conjunto como respuesta a la consulta pedida por la Comisión para la revisión de la Estrategia Europea 2020. En este informe, este grupo de territorios europeos consideran que, hasta ahora, “no se ha prestado una atención suficiente a los cambios demográficos a pesar de que toda la Unión Europea en su conjunto se verá afectada en los próximos años”.
En este sentido, argumentan que la estrategia se ha centrado en el envejecimiento “pero ha olvidado otros aspectos como la migración de los jóvenes cualificados forzada por razones laborales y el decrecimiento de la población, “que suele conducir al declive de muchas zonas rurales de regiones periféricas”. Para evitarlo, demandan soluciones en el campo del transporte, de la vivienda, desarrollo rural-urbano, empleo y productividad, sistemas sociales, bienestar y educación.
Por ello, reclaman la puesta en marcha de dos instrumentos: una nueva iniciativa “que sea el buque insignia de los cambios demográficos” y un enfoque más territorializado de las políticas europeas. En el caso de la iniciativa emblemática, que propone que se denomine ‘Agenda demográfica’ para Europa, estas regiones sostienen que se deben incluir actuaciones en tres ámbitos, el primero para un crecimiento inteligente, que busquen ayudar a las regiones en las TICs, la innovación, el apoyo a pymes y atender la falta de dinamismo económico en muchas de estás áreas.
En segundo lugar se aboga por el fomento de un crecimiento integrador, que pasa por el diseño de acciones para retener a la gente joven en estos territorios, impulsar ratios de nacimientos, promover el autoempleo y medidas de inclusión social para inmigrantes.
En tercer lugar estarían las medidas destinadas a generar un crecimiento sostenible, como son las que pretenden ayudar a invertir en la economía verde, incluidos sistemas de transporte sostenible. De este modo, esta iniciativa permitiría apoyar las políticas que se están desarrollando desde los ámbitos locales y regionales para intentar fijar la población al territorio, promover la natalidad o dinamizar la economía local.
Entre ellas, el documento recoge políticas de Castilla y León como la Agenda de la Población, la promoción de guarderías en el medio rural, ayudas a la incorporación de jóvenes agricultores y el servicio de transporte a la demanda. Esta iniciativa, sostiene el documento, puede “allanar el camino” para la inclusión de la política demográfica como un objetivo horizontal de las políticas de cohesión que se pongan en marcha en el futuro.
Enfoque territorializado
En el segundo instrumento, la implementación de un enfoque territorializado a la actuación europea, contempla una mayor implicación de las regiones y municipios en el diseño de las políticas, ya que ni en el establecimiento de las prioridades anuales de la UE, ni en las recomendaciones específicas a cada país se tienen en cuenta a las regiones con problemas demográficos. Por ello reclaman que tanto en el diseño, implementación, seguimiento y evaluación de los programas nacionales se produzca con consenso con las autoridades regionales y locales en un proceso que “debe tener en cuenta los desequilibrios territoriales e incluir medidas que puedan ayudar a las regiones a un crecimiento inteligente y sostenible”.
Sin atención suficiente
En este contexto, las autonomías que suscriben esta iniciativa alertaron sobre las “dificultades” que tienen para cumplir con los objetivos de la Estrategia 2020; en especial, en los referidos a la tasa de empleo, el porcentaje del PIB dedicado a I+D y el número de personas expuestas a la pobreza. Este tipo de territorios “deben dedicar más recursos internos para superar las desventajas, lo que limita sus posibilidades para invertir en la Estrategia 2020”.
Para facilitar esta cuestión, el documento divide todas las regiones europeas en cuatro grupos en función de indicadores de población. Castilla y León se encuentra en el D, es decir, aquel con un ratio de cambio de población más bajo a la media europea y donde el porcentaje de personas mayores de 65 años es más alto que la media. Sus complicaciones se motivan por que estas regiones cuentan con una tasa de empleo del 69,8 por ciento (64,7 por ciento en Castilla y León); un ratio de riesgo de pobreza del 16,9 por ciento (20,5 en la Comunidad), y un porcentaje del PIB invertido en investigación y desarrollo que alcanza el 1,6 por ciento (1,2).
Como conclusión, la Red sostiene que Europa 2020 debería tomar “muy en serio” los cambios demográficos y prestar “particular” atención a las regiones que sufren sus consecuencias. “Estos territorios podrían ir a la vanguardia para prevenir y mitigar el cambio demográfico con el apoyo de la UE”, concluyó.
Red de Regiones
Castilla y León forma parte de la ‘Demographic Change Regions Network’ -Red de Regiones afectadas por el Cambio Demográfico-, red de cooperación regional inscrita en el registro de transparencia de la UE, desde su constitución hace más de cinco años. Castilla y León, Galicia, Asturias, Castilla-La Mancha, Extremadura y Aragón firmaron un Pacto Demográfico presentado al Gobierno de España para reclamar una estrategia coordinada dentro del Estado ante los retos demográficos pues, a modo de ejemplo, estas seis comunidades autónomas representan tan solo el 23 por ciento de la población, a pesar de ocupar el 60 por ciento del territorio.
Iniciada en 2010, y con una duración prevista de diez años, el objetivo de Europa 2020 no es solo superar la crisis sino también crear las condiciones necesarias para un crecimiento “inteligente, sostenible e integrador” en la UE, fijando cinco objetivos principales en los ámbitos de empleo, I+D, clima y energía, educación y reducción de la pobreza.
La Red de Regiones afectadas por el Cambio Demográfico está integrada, además de Castilla y León, por Galicia, Asturias, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura, por tres ‘länder’ alemanes, una provincia holandesa, una región polaca y otra sueca. Todas ellas, con problemas claros de despoblación, demandan a la CE que la Estrategia se renueve y se base a indicadores como el cambio de población, densidad, ratio de nacimientos, envejecimiento, porcentaje de mayores de 65 años, balance migratorio, áreas rurales y urbanas y ratio de población en edad de trabajar.