Miriam Badiola El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, aseguró este martes en León que la Junta está estudiando medidas “dificultosas de tomar” para poder ofrecer soluciones a los ganaderos afectados por el lobo, para lo que se tomará como ejemplo algunas como las puestas en marcha por Francia, donde el personal ha visto “la medida de autodefensa del ganadero cuando el lobo vaya a atacar a su ganado”, algo que “se estudiará y consensuará con los propios ganaderos antes de su implantación”.
El consejero apuntó que en este momento “se están lanzado ideas y experiencias que se realizan en otros países como Francia frente a un problema de la compatibilidad el lobo con la ganadería”, algo que “hay en España, Francia, Suiza y Alemania”, lo que llevó a la Unión Europea a acometer un plan de acción para tratar de compatibilizar mejor la conservación de la naturaleza con las actividades socioeconómicas del medio rural.
Por ello, Suárez-Quiñones insistió en que fue “la propia Europa” quien se dio cuenta de la necesidad de “elaborar unas directrices interpretativas para abordar los conflictos existentes” porque solo así “se asumirá la protección de las especies y el medio rural, si no colisiona con su forma de vida”.
Dentro de ese marco, uno de los conflictos es el del lobo con la ganadería extensiva que se encuentra pastando en puertos, montes o dehesas, donde han de convivir en un hábitat donde el lobo “es un depredador y cuando ha de comer come y la presa más fácil es el ganado semidoméstico”.
Esto supone para el consejero “un problema grave” frente a lo que la Junta” fomenta medidas preventivas, paga mastines para los ganaderos de ganado ovino, ofrece cercados de seguridad y compensa a los ganaderos al sur del Duero mediante un pago más ágil y unas indemnizaciones mejoradas”.