La jueza del caso del asesinato de Isabel Carrasco sostiene en un auto que había pruebas contra Gago en casa de Triana

La instructora justifica su tesis “en las declaraciones prestadas por los testigos presenciales” como primer argumento, pero también en los datos recabados “de la entrada y registro al domicilio de la imputada Montserrat Triana Martínez González”, así como por las pruebas practicadas por la Policía Científica, por las propias declaraciones prestadas por las dos principales imputadas y por la localización del arma del delito en su vehículo y en un bolso de su propiedad “así como por las restantes pruebas practicadas y por las piezas de convicción”.

El último auto, fechado el mes pasado, viene a insistir en las mismas tesis que constaban en el primer tomo del sumario, en una pieza de situación personal, en la que se denegaba por vez primera la libertad provisional que el letrado de la agente de la Policía Local solicitaba para su cliente.

De las actas de registro de los dos domicilios, el de Triana y el de Raquel Gago, se deduce la coincidencia en los dos casos en el hallazgo de cartuchos de bala de 9 milímetros y de 38 milímetros. En el piso de Eras de Renueva en el que residía la agente, solamente se encontraron dos balas, en un recipiente “en forma de bota”. En el domicilio de Triana y su madre se hallaron numerosos cartuchos, fundamentalmente de 9 milímetros pero también de 38, del 22, igualmente del 7,65 y del 32. Del mismo modo, ha sido objeto de análisis puntilloso en la Brigada de Policía Científica el material informático encontrado en los dos inmuebles.

En el de Triana, la hija de la autora confesa, había dos portátiles y un ordenador de sobremesa, aunque uno de los primeros pertenecía a una amiga que no tenía nada que ver con el caso. En el de la agente había un portátil propio, otros elementos ajenos y sobre todo numerosas memorias USB, que han sido objeto de revisión, aunque no ha trascendido aún su contenido.

Según estas mismas fuentes, había 157 cartuchos de munición en el domicilio en el que convivían madre e hija, de acuerdo a los datos recogidos por la Policía Nacional en el registro que se llevó a cabo en la medianoche inmediatamente posterior al crimen de la presidenta de la Diputación: 50 cartuchos sin percutir, 16 cartuchos de calibre 9 milímetros corto en una caja con logotipo de una fábrica de municiones de Toledo, que no habían sido utilizados, 25 más de calibre 38 milímetros, 18 cartuchos de 9 milímetros parabellum, otros 19 de 9 milímetros, 28 añadidos de 9 milímetros parabellum además de un cartucho del 22.

La jueza instructora ha ordenado la realización de nuevas diligencias y así consta que, por ejemplo, recientemente se han recibido los resultados del informe correspondiente al análisis de las cuentas bancarias de las imputadas, para comprobar si se había producido algún movimiento sospechoso de dinero que pudiese sustentar alguna prueba más respecto a este caso.

No ha trascendido de momento si se ha realizado ya el informe psiquiátrico solicitado por la defensa de madre e hija, con el que se trata de demostrar que su actuación pudo producirse bajo un estado de posible enajenación mental, aunque en cualquier caso, obra como debidamente acreditada la confesión de Montserrat González, que en su momento fue impugnada bajo un incidente de nulidad de actuaciones, por considerar que el testimonio se había producido en circunstancias irregulares. Tanto la nulidad de actuaciones como la nulidad de declaraciones fueron rechazadas en el juzgado de Instrucción número 4 de los de León, por lo que la causa sigue su curso normal a la espera de que se formulen los escritos de acusación correspondientes.