El Consejo Regulador de la Indicación Geográfica Protegida Cecina de León cierra 2021 con un incremento del 20 por ciento en su producción y ventas, mientras que las industrias leonesas que elaboran y comercializan sus productos bajo el marchamo de calidad aportaron a la economía leonesa más de 500 puestos de trabajo y un montante de 15 millones de euros.
No obstante, la IGP también se vio afectada por la pandemia del COVID-19, que trajo consigo grandes cambios tanto en el volumen de producción como en las ventas. De este modo, durante el primer año de crisis sanitaria, se vio inmersa en “un grave problema de desabastecimiento de materia prima”. Sin embargo, durante el segundo año se ha registrado “un periodo de grandes ventas” debido al “incremento del turismo de interior y al aumento de las exportaciones”.
De esta forma, “la creciente elección de productos de calidad por parte de los consumidores ha provocado una rotura de ‘stocks’ de Cecina de León”, algo que afectó a los clientes de las industrias del sello leonés, a los que el Consejo Regulador quiso “pedir disculpas” con el deseo de “poder servir muy pronto con normalidad”.
Desde la IGP Cecina de León reconocieron que el producto certificado “gana cada vez más adeptos”, ya que “el consumidor cada día se asegura más de adquirir un producto con marchamo, que garantiza un producto de calidad, saludable y avalado por estudios nutricionales”.
