Polémico… ¿Verdad? Decir que la “humildad es ego” choca frontalmente con las creencias de muchas personas a pesar de no haber leído la verdad que se esconde en esa frase. Si eres de los pacientes que quieren aprender otras versiones de su propia vida se bienvenido. Si eres otro tipo de persona quédate también. No importa mucho que lo creas, pues no dejará de ser una realidad objetiva incluso para quien se oponga a ella. Cuando llueve no te gusta y por eso no deja de llover ¿Verdad? Tanto la humildad como el orgullo (su hipotético antónimo) son creencias, no realidades.
La humildad es uno de los mayores timos que han metido en tu mente desde que naciste. No existe. Es imposible, únicamente puede ser una actitud mental y nunca un hecho físico. Nada se ve a sí mismo como menos de lo que es. Ese engaño mental no te deja disfrutar plenamente de tu ser, tus logros y tu propia vida. Argumentémoslo:
El concepto “humildad” procede del término latino “humilis” que la Real Academia define así:
Proviene del latín humilis, que denotaba conceptos como ‘bajo’, ‘de corta estatura’, ‘rastrero’, ‘que tiene sentimientos bajos’, ‘descorazonado’, ‘mezquino’.
Con el advenimiento del cristianismo, la humildad empezó a ser apreciada como ‘virtud moral’ –una categoría ligeramente inferior a las virtudes teologales y cardinales del cristianismo– y adquirió una connotación más positiva de la que había tenido para los romanos
Humilis se formó a partir de humus ‘humus’*, ‘tierra’, ‘suelo’, palabra que subsiste en nuestra lengua en geología como denominación de la capa superficial del suelo, en la que abundan los productos de la descomposición de animales y de vegetales.
¿No es una buena idea echarte por tierra verdad? ¿Qué utilidad tiene entonces? ¿Parecer algo? Eso es: parecer. Las personas son y no tienen nada que parecer. Si sucumbes a este axioma serás lo que otros quieren y no lo que tú eres.
EXPLICACIÓN BIOLÓGICA
Si acudimos a una verdad como un templo de grande, la biología, tampoco tiene cabida ese concepto que crees te hace más digno que quien propaga sus bondades y talentos con la medida justa que tiene. En los reinos mineral, vegetal y animal no existe la humildad. Es decir, no existe en tu mundo (eres animal) pero si te lo hicieron creer de pequeño. Escusa a tus tutores, te enseñaron algo que creían era cierto y no podrá serlo nunca. Al fin y al cabo, ellos no lo sabían todo. ¿Sabrías explicar tú la vida a un niñ@? Claro que no.
Explicado con simpleza podríamos decir que si tu mides 1,75 centímetros de altura pero tu “ego” cree que debes minimizar tu propio valor, medirías virtualmente 1,60 centímetros (por ejemplo). ¿Crees que puede ser real eso? ¿Tu cuerpo se mentiría a si mismo entendiendo que tienes esta altura “rebajada”? Nunca, es imposible.
Si acudimos a la temida báscula también pasa. Tu pesas 75 kilogramos. Si fuera cierta la humildad tu biología intentaría pesar 65 kg. y si fueras alguien engreído o una persona engreída pesarías 80 kg. ¿Es posible que sea verdad en el mundo real? Claro que no. Es literalmente imposible.
ABANDONA LA HUMILDAD Y LA VANIDAD, SON EGO
El orgullo y la humildad son ego. Ego es percibir el mundo al margen de la realidad. Ego no es solo ser egoísta y querer mucho para ti respecto de los demás. Ego es todo lo que sea percibir algo que no es cierto. Juzgar es ego también.
¿Qué utilidad tiene entonces la humildad? Ninguna. Solo puede subconscientemente servirte para infravalorarte, algo que es muy común. Hacerse de menos (y su antónimo: “de más”). Machacarse toda una vida viviéndote por debajo de ti es una falsedad imposible. Ni más ni menos. Quedaba muy bonito auto-rebajarte, pero eso servirá solo para calmar la sed de otros egos. ¿Vives una vez no? Entonces, ¿Para qué hacerte de menos o de más?
No seas una persona humilde. No seas una persona engreída. Sé tú. Ninguna cosa más grande ni pequeño podrás ser en toda tu vida, en la nuestra, en la de todos.
Feliz semana a tod@s