La hora de los presupuestos

El Gobierno central tiene previsto aprobar hoy en Consejo de Ministros el borrador de los Presupuestos Generales del Estado. Será, sin duda, la prueba del nueve para la provincia leonesa, para el PSOE leonés y, sobre todo, para la Mesa por el futuro de León. ¿Cuántos proyectos demandados unánimemente y desde hace años en la provincia van a ser incluidos en esos Presupuestos? Entre esos proyectos, por citar algunas demandas históricas y sistemáticamente incumplidas, estarían la segunda fase del Parador de San Marcos, la conexión por autovía entre Ponferrada y Orense,  la autovía León-Valladolid, el siempre aplazado Torneros, el Corredor del Atlántico o el impulso definitivo y último al AVE con Asturias.

Esos Presupuestos deben incluir las primeras medidas del plan de reconstrucción, financiado en gran parte con fondos europeos, y las primeras reformas estructurales que modernicen la economía nacional hacia la digitalización y la sostenibilidad. Aquí deberían incluirse proyectos concretos para la provincia, como la implantación de las infraestructuras necesarias para hacer realidad el teletrabajo en el mundo rural o el giro ecologista de la potente industria agroalimentaria leonesa. La modernización de los regadíos es un proceso que va cumpliendo sus etapas, pero falta diversificar el monocultivo del maíz y prever la decadencia de la remolacha.

Estos Presupuestos van a ser claves, asimismo, como modelo a imitar por la Junta de Castilla y León, la Diputación y los ayuntamientos. En estos momentos de crisis es necesaria una estrategia económica expansiva, de aumento del gasto y de inversiones, pero, ojo, con racionalidad y con cabeza. No se trata de gastar por gastar sino de encauzar las inversiones hacia sectores productivos. El riesgo que ahora corre España, y León en particular, es el de apalancar la actual economía analógica y subsidiaba, inyectando más dinero a sectores zombis de corto recorrido. Hay que pensar en cambios de modelo, como, por ejemplo, en el sector Servicios. La pandemia ha hecho estallar la burbuja de la Hostelería y del modelo de un turismo basado en el volumen, en bajos precios y de muy poco valor añadido. El todo incluido o la tapa gratis deben ser repensados. La reconversión del sector será dolorosa pero necesaria.

En este sentido, a algún líder sindical de la provincia ya le reconcome la conciencia y adelanta que estaría dispuesto a pedir perdón por si fracasa la Mesa por el futuro de León. E, incluso, adelanta la posibilidad de recurrir a nuevas movilizaciones ciudadanas. Todavía no se han inventado las manifestaciones digitales o telemáticas, pero al tiempo. El mundo digital ha venido para quedarse. La Fele, por ejemplo, celebrará esta semana su asamblea anual de forma telemática. Todos los cursos de formación de la Cámara de Comercio son telemáticos. Las ruedas de prensa multitudinarias del Gobierno central o de la Junta son telemáticas. Sí, la digitalización, el teletrabajo y la conexión online han venido para quedarse y para ser una oportunidad de desarrollo social y económico. Por eso sorprende que la Mesa por el futuro de León sea incapaz de organizar, por ejemplo, una convención de alcaldes de la provincia por vía telemática, cuando la implantación de las nuevas tecnologías es uno de sus objetivos prioritarios.

En fin, no quiero insistir, en este mi último artículo en este medio, en mis argumentos ya conocidos. Los Presupuestos Generales del Estado deben recoger ya algunas de las reivindicaciones no sólo de la Mesa por el futuro de León sino también del pacto de gobierno de la Diputación entre PSOE y UPL. Hay que aprovechar este breve ciclo económico expansionista y de barra libre que se avecina, porque dentro de tres o cuatro años habrá que subir impuestos y recortar servicios para reducir el enorme déficit y deuda pública que ahora se va a generar. ¿Aprovechará León esta nueva oportunidad?

 

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