JUICIO POR EL CRIMEN DE ISABEL CARRASCO

La hora de la verdad

Un mes después de que decenas de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión 'invadiesen' la Audiencia Provincial de León y su entorno, llega el momento de que se presenten las conclusiones definitivas
Medios de comunicación frente a la Audiencia Provincial de León en la segunda jornada del juicio por la muerte violenta de Isabel Carrasco. (Foto: Campillo)

El juicio más mediático vivido en la capital leonesa afronta este lunes su recta final. Un mes después de que decenas de periodistas, fotógrafos y cámaras de televisión ‘invadiesen’ la Audiencia Provincial de León y su entorno, llega el momento de que se presenten las conclusiones definitivas, los informes de las partes y la última palabra de las tres acusadas, Montserrat González, su hija Triana Martínez y la agente de Policía Local, Raquel Gago.

También se conocerá la decisión del magistrado-presidente sobre las impugnaciones presentadas por la defensa de Triana y su madre contra los posicionamientos de sus teléfonos móviles y sus respectivas declaraciones, tanto en el juzgado de Instrucicción número 4 de León como en la Comisaría, al considerar que ambas fueron “engañadas” por los agentes llegados de Burgos para colaborar en la investigación.

Todo, en la que se prevé una intensa jornada de lunes que precederá, con el martes en blanco en el calendario de la vista, a un miércoles en el que tendrá lugar la audiencia de las partes sobre el objeto del veredicto, que será después entregado al jurado para iniciar la deliberación después de recibir las correspondientes instrucciones del magistrado-presidente del tribunal.

Comenzará entonces la cuenta atrás del momento de la verdad para las tres acusadas, cuyo destino depende de la decisión que adopten cinco hombres y cuatro mujeres de entre 34 y 65 años que han sido testigos directos de todos los testimonios -cerca de un centenar- prestados en la sala y todas las pruebas aportadas para esclarecer la posible implicación de cada una de ellas en la muerte de la que fuera presidenta de la Diputación de León y del PP provincial, Isabel Carrasco, abatida a tiros el 12 de mayo de 2014 cuando se dirigía a la sede de la formación política atravesando una pasarela situada sobre el río Bernesga.

En los últimos minutos de la sesión del pasado jueves el magistrado-presidente del tribunal admitió una prueba aportada por la defensa de madre e hijas, con tiempos y distancias de los recorridos que supuestamente ambas hicieron en la tarde del crimen. La jornada se centró en los informes forenses y psiquiátricos sobre el estado mental de las tres acusadas.

La disonancia cognitiva que argumenta la defensa de Gago para justificar que no contase a nadie que el día de los hechos estuvo con Montserrat y Triana poco antes del asesinato y con su amiga minutos después, es decir, la negación de los hechos que le habría llevado a omitir esa información fue involuntaria según el psiquiatra que la visitó a petición de su defensa y consciente y voluntaria a juicio de las peritos forenses que comparecieron en la vista.

Sobre Triana se dijo que es más inteligente de lo normal y que aunque es una mujer segura de sí misma se pliega a los deseos de su madre, es sumisa con ella hasta límites que se explican por una relación ‘no sana’ de dependencia respecto a su progenitora. No conseguir sus metas pudo provocar la frustración que podría estar en el origen de su supuesta implicación en los hechos que se juzgan.

Respecto a su madre, a quien definieron como una persona fría, las peritos forenses declararon que consideran que no padece ninguna patología, en contra de lo defendido por el psiquiatra que la visitó a petición de su letrado, que considera que padece un trastorno de ideas delirantes permanente. y no vio más salida que matar para acabar con la persecución a su hija. Al ver a Isabel Carrasco como todopoderosa y pensar que era imposible luchar contras eso, llegó a la conclusión de que no había ningún mecanismo con el que actuar salvo eliminar a la persona. Por eso, considera que hizo justicia, algo “necesario y positivo para la sociedad”, aunque sabía que cometía un delito.

Sin defensa posible

El exhaustivo informe forense sobre la autopsia de la malograda política desveló que el primer disparo que recibió la víctima fue mortal de necesidad y anuló toda posibilidad de defensa. Carrasco cayó de forma “no a plomo sino más o menos controlada” al suelo, se llevó la mano izquierda hacia atrás para tocar o tapar la herida y giró la cabeza. Aún consciente y realizando algún movimiento, Montserrat se agachó para rematarla e hizo el segundo disparo, que impactó en la mandíbula pero que no habría provocado el fallecimiento y un tercero en la parte posterior de la cabeza, éste también mortal de necesidad, que provocó “terribles efectos y destrozos” en el cerebro. La hora de la muerte, según el informe, se produjo a las 17.25, tras varios minutos de agonía.

Las botas de Triana

La jornada en la que se expusieron los resultados de las pruebas de balística el testimonio de los peritos reveló que Triana portaba en sus botas residuos de disparos que los expertos vinculan a una ocasión anterior al día del asesinato, cuando según su defensa podrían haberse adherido al calzado al recoger el bolso que contenía el arma homicida. Los técnicos ven más que improbable esa posibilidad y apuntan a que la acusada pudo participar o asistir a un entrenamiento de tiro.

Además, los policías que comparecieron para exponer los estudios de balística aludieron a los abundantes restos de disparos hallados en guantes de látex encontrados en el domicilio de Triana, que delatan una exposición directa. No obstante, donde más residuos se encontraron fue en los guantes de piel y en las prendas que vestía Montserrat cuando cometió el asesinato y que fueron encontrados en el maletero del coche de Triana minutos después.

Respecto al arma homicida, también se confirmó que el vaciado de los ordenadores que había en casa de Triana contenía búsquedas de armas y de silenciadores, incluso después de la fecha en la que supuestamente se habría comprado el arma a un hombre ya fallecido. La elegida para matar a Carrasco, un revólver Taurus fabricado en Brasil del calibre 32 es, según los policías que testificaron al respecto, de muy fácil manejo, poco pesada y pequeña pero suficientemente letal como para acabar con una vida a corta distancia.

Gago, muy reservada

En lo que se refiere a la personalidad y profesionalidad de Raquel Gago, las declaraciones de varios compañeros suyos pusieron de relevancia su carácter extremadamente reservado y el hecho de que evita situaciones conflictivas y violentas. Un rechazo que le ha llevado incluso a poner en alguna situación incómoda a alguno de sus colegas, aunque ninguno de ello trasladó a sus superiores algún incidente en el que quedó patente su nerviosismo ante determinadas situaciones. Todos coincidieron en su nula afición a las armas y en ver “increíble” su posible implicación en la comisión de un asesinato.

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