DA Fue un control aleatorio, que respondió más bien a la necesidad de “entrenarse” de la GRS y otras secciones de la Guardia Civil, pero desde luego resultó espectacular. A última hora de la tarde de ayer, un amplio dispositivo de esta sección cortaba parcialmente la A-6, dirección Madrid, cerca de la salida hacia León, en el término municipal de Astorga. Unos 10 vehículos cruzados creaban un ’embudo’ que los conductores debían atravesar bajo el ojo atento de más de 20 ‘hombres de negro’ -el uniforme de la GRS es de ese color- y otros del clásico verde, metralleta en mano y cara de pocos amigos.
Pocas veces el lema de un grupo ha sido tan acertado. Res trepidae, circunstancias cambiantes, adversas, imprevistas… Es lo que afrontan los Grupos de Reserva y Seguridad (GRS) de la Guardia Civil, con una preparación constante para ello. Y es que las capacidades de los integrantes del operativo no solo han de ser físicas, sino también psicológicas.Ver cómo los conductores reaccionan a un control era por lo tanto otro de los objetivos del ejercicio. Y es que mientras algunos permanecían tranquilos, otros tendían el carné de conducir a los agentes con mano temblorosa y sin que estos se lo hubieran pedido. Hasta hubo a quien se le caló el coche…