La Fundación de Gerardo Diego publicará una obra sobre el autor y la ‘Escuela de Astorga’

El poeta del 27 visitaba frecuentemente la ciudad, participando en distintas publicaciones locales y provinciales. Incluso dedicó una serie de poemas a la capital maragata
Gerado Diego dedicó varios poemas a Astorga (Biblioteca Nacional de España)

S. G. La Fundación Gerardo Diego aprobó el plan de actuación de la entidad cultural para el año 2015, en el que, según la directora de la institución, Pureza Canela, encargada de presentar a los patronos los detalles de la actividad que se desarrollará el próximo año,  se prevé publicar entre otras  obras el libro ‘Gerardo Diego y la Escuela de Astorga: Ricardo Gullón, Leopoldo Panero, Juan Panero y Luis Alonso Luengo’.

Como es bien conocido de cuantas personas siguen la vida y obra de estos relevantes astorganos, la relación de Gerardo Diego con estos escritores fue muy profunda, estableciendo entre ellos, además de los lazos literarios, estrechos lazos de amistad y siendo responsable, del nombre con el que se conocería al grupo “Escuela de Astorga”, precisamente a raíz de varios artículos escritos sobre ellos en 1948, en el diario ABC.

Gerardo Diego, poeta de la generación del 27, frecuentaría la ciudad de Astorga. Parece ser que a instancias de Luis Alonso Luengo en sus primeros viajes y animado por sus conversaciones con otra importante escritora que ya conocía nuestras tierras, Concha Espina. Dichas visitas darían como fruto diversas colaboraciones en periódicos y revistas locales de la provincia, como El Pensamiento Astorgano, Espadaña, Tierras de León.

También publicaría algunos poemas de inspiración astorgana, en su  poemario Paisaje con figuras agrupados bajo el título de ‘Jardín de Astorga’ recreando temas como sus mercados en la Plaza Mayor o las cigüeñas, y otros con inspiración histórica. En palabras de Luis Alonso Lueno, que reflexiona sobre ellos en algunos artículos recogidos en la revista ‘Tierras de León’ “…una Astorga distinta, hecha de pequeños seres, de matices que pasaban desapercibidos, de donaire (…), de diminutos mundos, de mínimas vitalidades en movimiento encantador”.

Esta nueva publicación le dará sin duda un nuevo impulso exterior a nuestros escritores que, en muchas ocasiones parecen despertar más interés fuera que dentro de la propia ciudad y de la propia provincia.

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