SANIDAD

La fragilidad del paciente y la gravedad de su proceso Covid-19 guía la entrada en las UCI, no la edad

Sanidad no prevé "colapso" en las unidades de críticos con el ritmo actual, aunque el Río Hortega esta al "límite"
Jesús Blanco, coordinador de UCIS / ICAL

La reversibilidad del paciente y del proceso de infección por el Covid-19 son los criterios que guían a los profesionales para la selección de enfermos que pasan a las unidades de cuidados intensivos, según explicó el coordinador autonómico de este servicio, Jesús Blanco Varela.

En la rueda de prensa diaria y telemática de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, para informar de la evolución del coronavirus en la Comunidad, se sumó hoy Jesús Blanco Varela para explicar la situación en las UCI, cuya ampliación en espacios en los hospitales es en un 250 por ciento superior en camas.

También, precisó ante noticias en relación a si se elige a pacientes para la entrada en estas unidades, que está determinado por el protocolo y guía de la Comisión de Ética. Así, se evalúa la reversibilidad del enfermo como su fragilidad, menos posibilidades de sobrevivir, la edad, aunque es un criterio adicional, y enfermedades subyacentes con las que cuente.

A ello, se añade la reversibilidad del proceso en este caso por infección de Covid, donde un paciente con solo un órgano en mal estado tiene más posibilidades de vida que otro que pueda tener dos o más órganos con problemas.

Los dos criterios dan la decisión a los profesionales, precisó Blanco Varela, que aseguró que se informa a la familia. “Se trabaja con enorme presión, tanto por el esfuerzo físico como psíquico, pero con el máximo rigor clínico y bioético”, garantizó.

En este sentido, a preguntas posteriores en relación al criterio de “vida recuperable” que se pueda seguir en algunos hospitales de Madrid, Blanco Varela recalcó que la edad no se utiliza como criterio único y relató que una persona de 90 años tiene una expectativa de vida corta y una de 40 años larga, pero aclaró que se debe ver el contexto y la afectación de Covid-19 que puede sufrir ese paciente de menor edad. “La decisión que se toma está en lo cierto”, evaluó.

Sin colapso

Aunque se espera una próxima “semana complicada” tanto la consejera de Sanidad como el coordinador de UCI manifestaron que no se prevé “colapso ni bloqueo” en las unidades de críticos, si bien el segundo afirmó que el Río Hortega de Valladolid está “al límite”, dado que también ha acogido a pacientes de otras provincias.

No obstante, el experto apeló a la precaución porque se desconoce la evolución del virus en la próxima semana, si bien indicó que al ritmo actual se puede dar una respuesta porque un “margen” de camas en las unidades de enfermos críticos.

Disminución pero con cautela

Del total de personas ingresadas actualmente por Covid-19, el 13,1 por ciento se encuentran en la UCI, de ellas 34 requirieron de esta atención en las últimas horas, una cifra que según el doctor Blanco se encuentra dentro de los estándares de países del entorno. De ellos, el 92 por ciento requiere de ventilación mecánica o respiradores, mientras que al ocho por ciento restantes se le está aplicando oxigenoterapia, dado que su gravedad es menor.

El número de ingresos en la UCI ha disminuído un siete por ciento en los dos últimos días, un dato que, sin embargo, el doctor Blanco Varela ve “con precaución”. El responsable de la coordinación regional de las unidades de cuidados intensivos de la Comunidad cifró en 69 el número de camas libres en la actualidad, con 354 ingresados.

Blanco Varela explicó que ha habido que realizar varios traslados de pacientes críticos, en especial de Segovia y Soria, a hospitales de Valladolid para ser atendidos. En concreto declaró que 12 tuvieron que se conducidos desde Segovia hasta Valladolid y otros cinco, también en estado crítico, desde Soria.

Igualmente, se acudió en tres ocasiones desde el Hospital Río Hortega de Valladolid para recoger a tres pacientes de Burgos y Soria que requerían de “un sistema complejo de oxigenación extracorpórea” que se utiliza “en muy pocos pacientes” a los que los intensivistas son “incapaces de oxigenar” con un respirador convencional.

Crecimiento de la atención

El coordinador de las UCI en Castilla y León aclaró que se han “expandido” las capacidades de atención a pacientes críticos, algo que ha sido posible, por un lado, por el cambio en la organización, lo que evidencia la “plasticidad” de los hospitales y la “enorme capacidad” que tienen para adaptarse; pero también por la constitución de equipos mixtos de medicina y enfermería.

En el caso de los médicos, estos equipos están liderados por intensivistas a los que se han sumado anestesistas “sin quienes no se hubiera podido atender a los enfermos críticos”, declaró. Lo que hacen estos equipos es tratar “de forma multidisciplinar” a estos pacientes, asegurándoles un tratamiento “óptimo en la medida de lo posible”. Para ello, se han utilizado todos los recursos “afines” a los que se emplean habitualmente en los cuidados intensivos y que se están “adaptando a las circunstancias actuales”.

Por último, Blanco Varela agradeció el trabajo “incansable” de las UCI, que se está desarrollando “con gran rigor” pese a que se actúa “con enorme presión” de más del 250 por ciento que requiere de “un gran esfuerzo físico y psíquico” pero que va acompañado por “el máximo rigor desde el punto de vista clínico y bioético”, sentenció.

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