El Templo de Juno, de la Asociación de Astures y Romanos de Astorga, ofreció este domingo por la tarde un taller sobre cosmética, joyería e indumentaria del hombre y la mujer del Imperio Romano. “El cine de Hollywood nos ha hecho creer que las mujeres romanas iban destapadas, pero en realidad podían llevar varias capas, zapatos cerrados y una palla para cubrir todo el cuerpo”, explica Pilar Mayo.
Acompañada por Emma Hernández y Yasmina Alonso, Mayo ejemplificó la indumentaria de una mujer romana “pudiente” y cómo eran acondicionadas por las siervas especializadas llamadas ornatrix. “En aquella época se buscaba la practicidad, por lo que el patronaje de la ropa era diferente al que conocemos ahora o al que hemos visto en las películas. Se ha llegado a creer que las telas eran de colores lisos, pero también podían estar estampadas. Como se muestra en una de las pinturas pompeyanas, una estola a rayas”, explicó Pilar Mayo.
En cuanto a cosmética, se utilizaban pigmentos naturales y la estética de las mujeres de clase alta era llevar la piel muy blanca y mucho color en mejillas y ojos. “Estaba de moda el blanco en la piel en contraposición al moreno que podían tener las mujeres trabajadoras estando todo el día al sol. Los peinados iban cosidos, por lo que no se arreglaban el pelo todos los días”.El Libro III de El arte de amar de Ovidio explicaba cómo debían vestirse las mujeres, cómo peinarse en función a la forma de la cara y cómo maquillar los diferentes estilos de piel.
El Templo de Juno ofreció una muestra práctica de las explicaciones, acompañadas por útiles y reproducciones de lo que habrían utilizado los romanos dos mil años atrás.explica según la forma de la cara peinarse, como maquillarse.