Decenas de miles de personas, 50.000 según la Delegación del Gobierno y 100.000 según los convocantes, abarrotaron este domingo el centro de Madrid bajo el lema “La revuelta de la España Vaciada”. Los manifestantes recorrieron bajo la lluvia el espacio que separa las plazas de Colón y Neptuno. Allí los periodistas Manuel Campo Vidal y Paloma Zuriaga leyeron un manifiesto en el que la “España olvidada por los poderes públicos” pide “atención” y “soluciones urgentes” a los políticos sin “retrasos, ni excusas”.
“Esa España desatendida, demasiado olvidada por los poderes públicos, está hoy aquí, para dejar bien claro que pide atención a sus problemas y reclama soluciones urgentes. Sin más retrasos, ni excusas”, rezaba ese manifiesto consensuado por las dos plataformas convocantes, Soria ¡Ya! y Teruel Existe, a las que se sumaron otras ochenta de diferentes lugares de España.
Para los convocantes, según añadía el manifiesto, atender los problemas de la España despoblada es “un asunto de Justicia” y es “imprescindible para el equilibrio territorial, social y económico”. Además, añadía, lo es también para la “defensa del medio ambiente” ya que “la despoblación es la antesala de la desertización”.
“Un territorio sin hombres y sin mujeres no es sostenible” y “se degrada irremisiblemente y perdemos todos”, añadía el texto leído por Campo Vidal. “Tristemente”, recordaba, Soria, Cuenca y Teruel “lideran la zona más despoblada de la Europa del Sur”. Precisamente el portavoz de Soria ¡Ya!, Goyo Sánz, hacía hincapié en la necesidad de que los políticos “se ocupen de las zonas despobladas y que Gobierno tome medidas serias y contundentes”. Entre de ellas citó “exenciones fiscales y mejores comunicaciones, en fin, más inversión porque si no hay inversión no puede haber población”.
Las provincias de Soria y Teruel, dijo Sanz, “estamos perdiendo mil habitantes al año”, algo que considera “insostenible y un disparate”. A su juicio, el Gobierno “no se lo toma en serio, muchas palabras y promesas, pero pocas realidades”, afirmó antes de pedir que se tome este asunto como un “problema de Estado”.
Fuerte retraso tecnológico
“Hay pueblos que no tienen siquiera comunicación por Internet y no pueden hablar por teléfono móvil. Eso, en pleno siglo XXI, es un disparate y hay que empezar por ahí”, dijo antes de añadir que se sienten “españoles de segunda” categoría. “Pagamos impuestos como los demás pero no nos dan los mismos servicios”, aseveró. “no somos paletos, hay gente muy preparada en los pueblos y si se les dieran oportunidades harían cosas”, concluyó.
Sólo de la provincia de Soria llegaron a la capital unas 5.000 personas, según dijo, a bordo de 64 autobuses, un tren de 180 personas fletado para la ocasión y decenas de vehículos particulares. “Ha sido materialmente imposible traer a más”, decía Sánz.
Pero no sólo de esa provincia llegaron miles de personas a Madrid. De Zamora, por ejemplo, también. El portavoz de Zamora 10, Narciso Prieto, aseguró que venían a pedir “presente y futuro” para España y en concreto para su provincia. “Pedimos medidas y proyectos muy concretos” al Gobierno, “esté quien esté, sin colores ni ideologías”, afirmó. Lo “más importante” es, a su juicio, crear empleo, con “políticas de discriminación positiva que hagan que las empresas se instalen en las zonas de interior”.
Igualdad de oportunidades
A su juicio son “ciudadanos de segunda” porque no tienen “igualdad de oportunidades” frente a los habitantes de los grandes núcleos urbanos. “La España de interior necesita oportunidades y todo pasa por el empleo”, concluyó.
Desde Segovia, María del Mar Martín, representante de las Plataformas “Colectivo de Acción Solidaria” y la “Coordinadora par ale desarrollo integral del nordeste de Segovia”, acudió a Madrid “no a pedir sino a exigir que se cumpla la Constitución porque no somos ciudadanos de segunda”. Así, reclamó “los mismos derechos y las mismas oportunidades” porque “el futuro de este país tiene que pasar necesariamente por el medio rural”, dijo.
Su pueblo, Saldaña de Ayllón tiene 20 habitantes con la suerte de tener “ocho niños y adolescentes” que les dan esperanza de tener un futuro. El día a día sin embargo no es fácil sin consultorio y sin farmacia. Esos niños se desplazan en autobús para ir al colegio a un pueblo cercano y en sus casas Internet “funciona mal”.
El alcalde de Torrubia (Soria), Raimundo Martínez Vicente, tampoco faltó a la protesta celebrada en Madrid. Él hizo parte del camino hasta la capital a lomos de un burro, para denunciar la falta de transporte. “El autobús no llega a mi pueblo así que tuve que coger el burro e ir a Calatayud para coger el AVE y estar hoy aquí como uno más”.
“No somos ciudadanos de segunda, somos de regional”, manifestó antes de relatar la realidad de su pueblo en el que solo viven 58 personas de edades avanzadas y no hay ningún niño. “El médico viene solo dos horas los lunes y el farmacéutico atiene un botiquín los martes”, describe antes de añadir que no hay tiendas y que el panadero acude con su furgoneta “dos veces a la semana”.Por eso pide que se promueva la vida en el campo. “En Soria hay calidad de vida, se respira aire puro y no hay que levantarse dos horas antes para ir a trabajar”, afirma.
Y como el suyo, miles de casos. Victoria, gerente de la empresa “La exclusiva” lo conoce bien. Se dedica a recorrer todos los pueblos de Soria, 518, con una furgoneta para llevarles todo lo que le pidan. “Normalmente es ropa, electrodomésticos o comida, pero les proporcionamos cualquier cosa”, dice antes de recordar que una vez “un cliente nos pidió un burro vivo”. También en Navidad echan una mano a los Reyes Magos para repartir “juguetes y bicicletas”. Dan servicio a gente normalmente mayor que no tiene como desplazarse y que les hace los encargos por teléfono ya que “o no tienen Internet o no saben usarlo”.