Para cualquier persona que tenga interés por la divulgación del conocimiento científico, resulta importante conocer la evolución de la enseñanza a lo largo de la historia. No obstante este es un tema que da mucho de si y por ello hay que acotar el campo de análisis, sobre todo si lo que se pretende escribir son artículos cortos, muy cortos como es mi caso. Así pues me ceñiré a lo ocurrido en España en los años inmediatamente posteriores a la Guerra Civil; es decir me limitaré a explicar un detalle que me llamo mucho la atención; que tuvo lugar con la implantación de la conocida como escuela Franquista y que pienso que hay que aclarar.
Resulta que investigando la Historia de Castropodame, hallé en el Archivo General de la Administración (Alcalá de Henares) numerosos detalles sobre un tal D. Faustino Cepedano Domínguez que fue maestro en el pueblo citado en las primeras décadas del siglo XX e incluso en los años finales del siglo XIX. En cualquier caso lo que ahora me interesa señalar, es que fue en el siglo XIX cuando cursó los estudios pertinentes para lograr el título de Maestro Elemental y de Maestro Superior, ambos en la denominada Escuela Normal Superior de Maestros que en los años 80 del siglo XIX había en León. En el año 1890 ya poseía ambos títulos y posiblemente fue poco tiempo después cuando tomo posesión de la escuela de niños de la pedanía de Castropodame.
Para lograr esos títulos y ejercer como maestro de un pequeño pueblo como Castropodame tuvo que cursar las siguientes asignaturas: Doctrina Cristiana e Historia Sagrada-Lectura-Escritura-Lengua Castellana-Aritmética-Principios de Educación – Práctica de la Enseñanza- Geometría- Dibujo-Agrimensura-Agricultura y Geografía e Historia.
Todas estas asignaturas y por lo que entiendo eran necesarias para lograr el título de Maestro Elemental. Si se quería el de Maestro Superior al parecer había que añadir algo más como Complementos de Aritmética – Nociones de Algebra-Conocimientos comunes de Físicas y Naturales y también una asignatura denominada Industria y Comercio.
En definitiva un caudal de conocimientos que para ser en pleno siglo XIX y en una diminuta pedanía, no estaban nada mal. Castropodame era entonces, como en la actualidad un pueblo mucho mas pequeño que las destacadas poblaciones bercianas como Bembibre o Ponferrada. En alguna de las enciclopedias de la época de la II República Española, aparecen asimismo una relación de asignaturas que sirven para saber un poco de todo y que bien pueden ser un reflejo bastante exacto de las asignaturas que tuvo que cursar D. Faustino Cepedano.
Con la llegada del Franquismo el contenido de las enciclopedias que se estudiaban en los pueblos pequeños como Castropodame varió un tanto, para sobre todo incrementar notablemente la enseñanza de la religión y también para hacer un nada disimulada labor de adoctrinamiento político que hoy consideraríamos escandaloso,…pero así eran entonces las cosas. Yo estudié como otros muchos en la escuela Franquista siendo niño y reconozco que además de la religión (que impartía no sólo el maestro, si no también el cura cuando le parecía); se nos enseñaban Matemáticas, Historia, Geografía, Ciencias Naturales,… de tal modo que había un poco de todo. Por todo ello (y aquí quiero llegar) me resulta asombroso comprobar como en los años inmediatos posteriores a la Guerra Civil, el listado de asignaturas que se exigía dominar para ser maestro ( de niños) de un pueblo era sorprendentemente corta y extraña. En dos expedientes de dos maestro que en los años inmediatos posteriores a La Guerra Civil ejercieron su oficio en Castropodame tal lista era la siguiente: Religión e Historia Sagrada- Religión y Moral- Caligrafía 1º- Caligrafía 2º- Música 1º- Música 2º- Pedagogía 1º- Pedagogía 2º – Historia de la Pedagogía y Prácticas de Enseñanza. Para las maestras de niñas el listado lo desconozco, pero supongo que sería similar, añadiendo en todo caso las asignaturas de Labores y Economía Doméstica. En definitiva, que a la vista de este listado de asignaturas los maestros sólo sabrían enseñar Religión, enseñar a escribir y si acaso algo de música. Muy poco parece.
Los aludidos maestros de niños fueron D. Rubén García Blanco y D. Felipe Celestino Sánchez Castro, el primero dio clase a mi padre y el segundo a mi. Los expedientes de estos dos maestros se localizan asimismo en el Archivo General de la Administración de Alcalá de Henares. Lógicamente la pregunta es inmediata: ¿era posible ser maestro de niños de un pueblo, habiendo cursado sólo esas asignaturas?. A la vista de lo que figura en los expedientes parece que si; pero yo doy fe de que tanto a mi, como a mi padre, además de Religión se nos enseñaban otras materias. Es evidente pues que además de esa lista de asignaturas deberían cursar otras varias más como Aritmética, Geometría, Lengua Española, Historia de España, Ciencias Naturales,… que en efecto figuran en las enciclopedias franquistas como la que figura (portada) acompañando como ilustración a este texto. Es una imagen tomada de la Red pero yo tengo en mi biblioteca particular el libro en edición facsímil. ¿Porqué en los expedientes señalados sólo se hace alusión a un reducido grupo de asignaturas?.
Dejo pues a la iniciativa de otros investigadores aclarar este asunto tan curioso. Supongo que no será difícil comprobar que asignaturas había que cursar para ser maestro de un diminuto pueblo y aclarar porque y según parece muchas de ellas no figuraban en los oportunos expedientes.
Castropodame, 22 de mayo de 2019
Rogelio Meléndez Tercero