La energía que mueve los continentes

Poco a poco la Ciencia va llegando a la calle. Entiendo que así debe ser pues el conocimiento ha de ser patrimonio de todos y estos artículos en la modesta medida de sus posibilidades tratan de contribuir a ello. Por tanto esta idea de que los continentes se mueven ya no pilla tan de sorpresa a muchas personas corrientes, como si ocurría hace algunas décadas cuando yo la conocí por vez primera. No obstante soy consciente de que sin duda se puede objetar que esos mapas con la distribución de mares, océanos, islas y continentes que tierras son los mismos de siempre. Bueno son los mismos de siempre si se ven representados en una hoja de papel por ejemplo. Vistos muy en detalle no es así.

En cualquier caso la realidad es que esta idea de los continentes (toda África por ejemplo) se desplacen poco a poco aunque sólo sea algunos centímetros al año, no ha sido fácil de admitir por los científicos. En los años 70 del siglo pasado en la Facultad de Ciencias Geológicas de la U. Complutense de Madrid un geólogo o geofísico; creo que era el ruso Belousov ,(más bien soviético entonces),pronunció una conferencia en la que exponía las razones por las que él rechazaba la Teoría de la Tectónica de Placas. En la actualidad sin embargo y aunque se siga hablando de la “teoría”; la cantidad de evidencias que la confirman es tal que la palabra “teoría”; no es la más adecuada.

  UN POCO DE HISTORIA

Como en otras cuestiones del conocimiento racional y científico de nuestro Mundo, cabe señalar que hasta llegar a la situación actual ha sido preciso matizar o puntualizar algunos detalles; pero la idea de que la distribución de mares y tierras emergidas de La Tierra no ha sido siempre la misma es absolutamente e indiscutiblemente cierta. Es una vieja idea. Por lo que he podido averiguar en libros y apuntes diversos el inglés Francis Bacon (siglos XVI-XVII) fue al parecer el primero que sugirió que el continente americano pudo haber estado unido a Europa y África. Los mapas del Mundo de la época aunque aún imperfectos ya permitían observar a simple vista como las costas de esos tres continentes parecían encajar como las piezas de un rompecabezas. En 1666 P. Placet parece que volvió a insistir en esa idea. Muchos años mas tarde ya en 1858 Antonio Snider-Pellegrini retoma las ideas de Bacon y Placet sugiriendo que la apertura del Océano Atlántico tuvo algo que ver con el Diluvio Universal del que habla La Biblia. Como vemos es un ejemplo más de que la civilización occidental durante siglos fue en buena medida una civilización teocrática.

La Tectónica de Placas en su concepción actual sin embargo parte de las ideas del alemán Alfred Wegener (finales del siglo XIX y comienzos del XX); aunque en honor a la verdad hay que señalar que las ideas de Wegener han sido puntualizadas o matizadas en una cuestión muy importante. Digamos que las ideas básicas del geólogo (más bien meteorólogo al parecer) alemán han sido aceptadas pero con algunos detalles que se han modificado. Wegener y por lo que yo conozco suponía que los continentes aparentemente rígidos, se desplazaban sobre su basamento rígido también. La corteza terrestre es decir la capa mas externa de La Tierra es a casi todos los efectos rígida y se extiende bajo continentes y bajo los mares y océanos; por tanto para que todo el continente africano por ejemplo se deslice todo el sobre un material tan rígido como las propias tierras emergidas se requieren unas cantidades de energía enormes. ¿De donde salen estas energías?. Nadie lo supo explicar. Por otra parte ¿que evidencias hay del que debería ser plano de despegue bajo las tierras emergidas?. Ninguna. Esta superficie de despegue debería estar ubicada en el interior de la corteza terrestre. Así pues las ideas de Wegener se encontraron con un escollo que era y lo sigue siendo, no lo olvidemos insalvable.

  LA TECTONICA DE PLACAS

Desde hace mucho tiempo se han diferenciado en La Tierra tras grandes capas; la corteza, el manto y el núcleo que es la más interna. Los mares y continentes son la parte externa y visible de la corteza terrestre. No obstante la clave de la cuestión estriba no en hallar una superficie de despegue o deslizamiento en el interior de la corteza terrestre, que es demasiado rígida para ello si no bajo la corteza terrestre, pero ya en lo que ya es el manto terrestre. Si bien atendiendo a su composición química en la parte externa de La Tierra cabe distinguir entre corteza y manto; atendiendo a sus propiedades físicas o si se quiere a su rigidez cabe distinguir entre litosfera y astenosfera. La litosfera es rígida pero no la astenosfera que puede fluir más o menos lentamente. La litosfera corresponde a toda la corteza tanto continental como oceánica y a la parte mas externa del manto. La astenosfera es menos rígida y actúa como una “cinta transportadora” de la litosfera. Al desplazare la litosfera sobre la astenosfera transporta sobre si a los continentes. También transporta la parte de la corteza que hay bajo los continentes y la que hay bajo los océanos. No es preciso buscar una superficie de deslizamiento en el interior de la rígida corteza y por tanto las objeciones que se hacían a las ideas de Wegener ya no tienen sentido. Este descubrimiento confirmado ya después de muerto Wegener, le acabó dando la razón a este.

Hay muchos otros detalles que cabría añadir a lo expuesto y que darían para escribir muchos artículos como este; pero yo a lo que voy es a centrarme en el título de este artículo: la enorme cantidad de energía que ello supone. Unas elementales nociones de física indican que cuando arrastramos una masa un espacio concreto realizamos un trabajo o si se quiere gastamos una cierta cantidad de energía. Trabajo y energía en física son el mismo concepto Si la masa que se arrastra es la de todo un continente e incluso la corteza en la que este se asienta, unos cálculos más o menos complicados, permitirían calcular le energía necesaria para mover todo el continente africano un centímetro por ejemplo. Hagamos un sencillo tanteo.

Un julio es el trabajo que realizamos (la energía necesaria) cuando una masa de 1 kg. la movemos un metro aplicando una fuerza que le comunicaría una aceleración de 1 metro por segundo. La Tierra atrae a los cuerpos situados en su superficie con una fuerza tal que les comunica una aceleración de 9,8 metros por segundo en cada segundo. Por tanto si una masa de 50 kg. la levantamos verticalmente 50 cm. la energía que hemos de emplear es de 50 x 0,5 x 9,8 = 245 julios. Para levantar a esa altura una masa (una gran roca) de 50 toneladas se precisan 245.000 julios. Un pequeño monte (de forma cónica, con radio de 500 metros y altura de 200 m),tiene un volumen de 52359877,56 metros cúbicos que bien pueden ser 131 millones de toneladas. Para levantarlo 50 cm. se precisaría por tanto 642 millones de julios es decir 642 x 10 6 julios o si se quiere 642 multiplicado por un uno seguido de “solo” 6 ceros.

Una pequeña parte de la energía que hace moverse a los continentes, se libera es decir se pone de manifiesto en los terremotos. Estos sencillos cálculos nos dan una ligera idea de las espantosas cantidades de energía que en tales casos se pone de manifiesto; ya que por ejemplo el célebre Terremoto de Lisboa (año 1755) liberó una energía que se ha estimado en 2,9 x 10 17 julios y su magnitud en la escala Ritcher fue 9. Es decir 2,9 multiplicado por un uno seguido de ¡¡17 ceros¡¡. Hay estudios muy buenos sobre este tema, aunque no realizados por mi. Esta es sólo una parte no lo olvidemos de la energía que hace moverse a los continentes.

ORIGEN DE TAN GRAN ENERGIA

¿Cual es el origen de esta energía?. Pues en principio es debida al lento movimiento de enormes cantidades de materia que hay en el interior de la Tierra, en la astenosfera y este movimiento es provocado por el calor que existe en el interior de nuestro planeta. Este calor en la astenosfera da lugar a una serie de movimientos similares a los que se producen en un recipiente con agua calentada en una cocina. Se llaman movimientos o corrientes de convección. Ahora bien si he de ser sincero y si me preguntan que cual es el origen de este calor, ya empiezo a tener dudas. ¿Resto del calor generado por el mecanismo de formación de la Tierra?. Puede que al menos en parte si, pero seguir indagando ya me lleva a internarme en cuestiones sobre las que mucho no conozco. Así pues dejémoslo aquí. Tengo que estudiar más.

Por ello termino diciendo que no estaría de mas tratar de investigar si hay o puede haber algún modo de aprovechar la enorme energía. Me refiero no a la que fluye (en forma de calor), poco a poco y que si se aprovecha mediante centrales geotérmicas en ciertos lugares; me estoy refiriendo a la que bruscamente se libera en los movimientos sísmicos. De este modo se evitarían estos y los enormes daños que causan y además tendríamos una energía gratis. Esto no obstante y hasta donde yo se no es mas que ciencia-ficción. En el futuro quien sabe. Esta es una buena razón para mostrar que aunque es mucho lo que sabemos, quizá es aún más lo que hemos de aprender.

La imagen que adjunto está tomada de la Red. En esta ya indico que página es y en el propio gráfico ya aparece un breve texto aludiendo al origen de esta energía.

Madrid, 27 de mayo de 2017

Rogelio Meléndez Tercero

 

 

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