El presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, y el presidente de Lúpulos de León SAT, Isidoro Alonso, han firmado este martes por la mañana un convenio de colaboración, con el objetivo de apoyar un proyecto encaminado a mejorar la calidad del lúpulo, aumentar la producción y poner en marcha actuaciones de I+D. A través de este acuerdo, la institución provincial destina para este año 25.000 euros.
Esta Sociedad Agraria agrupa a más de 250 cultivadores de la provincia, que producen el 99% del lúpulo a nivel nacional. Desde la Diputación, conscientes de que la evolución de la agricultura en el seno de la Unión Europea durante los últimos años sigue la línea de la sostenibilidad, la calidad y la competitividad, “creemos que las actuaciones que realizan desde Lúpulos de León conseguirán mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrarias de los socios, aumentando su producción con la mejora de la calidad, además de dar la posibilidad de que se incorporen un mayor número de cultivadores, nuevas variedades y una mayor superficie de cultivo, tanto para conseguir la consolidación de un tejido económico estable para León, como la generación de empleo en la provincia”, según ha señaló el presidente de la institución provincial. La Diputación, a través de esta colaboración, quiere promover la revitalización de un sector clave para León, que se llevará a cabo con la puesta en marcha de un ambicioso proyecto de modernización.
Para la institución provincial, el lúpulo es de vital importancia, en primer lugar, para León, pero también para el resto de España, en el marco de la Unión Europea, en diferentes aspectos, como elemento cultural, paisajístico, ambiental y por supuesto, económico. Así, Juan Martínez Majo quiso hacer hincapié en la idea de que “desde la Diputación apostamos por potenciar, impulsar y desarrollar nuestros recursos endógenos y el lúpulo es un producto casi exclusivo de León y con él mantenemos un compromiso encaminado a colaborar con el desarrollo económico y social de la provincia”.
A través de esta firma, desde la institución también colabora con el desarrollo de diferentes actuaciones, que van desde la caracterización agronómica de del cultivo con la selección de variedades, la obtención de plantas con un optimo estado sanitario y su seguimiento en el campo, hasta la realización de ensayos de fitosanitarios para las principales plagas, uno de los principales problemas a los que se enfrentan los cultivadores, ya que son necesarias sustancias que no están autorizadas en España, además de continuar con actividades de formación en materia de uso de fertilizantes y fitosanitarios, y la identificación, localización y retirada de machos silvestres.
Plan Estratégico para el lúpulo
Además, dentro de este convenio, se se recoge la elaboración de un Plan Estratégico para la SAT, “ya que la sociedad agraria se encuentra en este momento en una encrucijada clave para el futuro del lúpulo en la provincia de León, por lo que resulta imprescindible desarrollar una serie de actividades de modernización del cultivo que se plasmen en esta iniciativa”, según afirmaron sus responsables.
Así, para los cultivadores, la necesaria creación de este Plan debe comprender actividades de modernización del cultivo, incorporando nuevas variedades registradas de la mano de Hopsteiner España SA, y también nuevas variedades libres, mejoras de las técnicas de cultivo, tras muchos años de falta de modernización o la creación, a través del Ministerio y la Junta de Castilla y León, una línea de ayudas para la modernización de infraestructuras de los agricultores, tales como secaderos, peladores…También es necesaria la reforma del sistema de seguros combinados, ya que la póliza del lúpulo lleva años sin ser reformada y, por tanto, necesita una actualización. Además, dentro del Plan se contemplará la creación de la Asociación Lupuleros de España que, liderada por la SAT, represente al sector a nivel estatal ante el Ministerio y los organismos internacionales, en especial, los de la Unión Europea.
La Diputación colabora, de esta forma, en el refuerzo de las líneas organizativas necesarias que necesitan los productores para conseguir sus objetivos, a través del apoyo en la contratación de personas o empresas para elaborar, de forma participativa, para la elaboración del Plan estratégico, tanto para el presente como para garantizar el futuro de la SAT, contando con los responsables de organizaciones de productores agrarios, cooperativas, sociedades, para explorar reformas en la organización de la propia SAT, para poder prestar más servicios y orientar sus actuaciones.