El obispo de Astorga, Juan Antonio Menéndez, ha presentado este miércoles en el obispado la creación de la Delegación de Protección de los Menores y Acompañamiento a las Víctimas de Abusos. Un organismo pionero en España con el objetivo de “acompañar y escuchar a las víctimas de abusos y asegurar que los espacios eclesiales son seguros” en la diócesis.
Con esta nueva iniciativa, el obispo asturicense, que ha dado la cara ante todos los casos que se produjeron hace más de 20 años en la diócesis, da una respuesta “técnica” ante la situación por la que pasa la iglesia ya que expresa que “por muchos protocolos o normas que tengamos, si no hat un seguimiento personal es muy difícil conseguir espacios seguros para los menores”. El equipo que forma está nueva delegación está encabezado por la psicóloga astorgana especializada en victimilogía, María José Díez Alonso, así como por el sacerdote José Antonio Crespo, quien ya dirige una comunidad de personas heridas y la abogada civil y canónica Ana Belén Fraile. “Pienso que las víctimas han de ser acompañadas y escuchadas por personas con experiencia en estos temas y que les puedan aconsejar qué procesos seguir. Quiero que los padres y tutores sigan teniendo la confianza de dejar a sus hijos e hijas en las catequesis de la diócesis”. A mayores habrá tres asesores más en la delegación: el vicario judicial de la diócesis, la delegación de medios de comunicación, así como una víctima extradiocesana que pueda orientar el trabajo y que tenga cierta preparación en el tema.
La Delegación de Protección de los Menores y Acompañamiento a las Víctimas de Abusos se ha puesto en contacto con las cinco víctimas que acusan a la diócesis de Astorga, pero todavía no han respondido a esta oferta de apoyo.
Funciones
A través de la Delegación de Protección de los Menores y Acompañamiento a las Víctimas de Abusos se quiere ofrecer a las víctimas la posibilidad de ser escuchadas y acompañadas moral y legalmente, asesorar a los órganos de gobierno de la diócesis, labor de prevención y sensibilizar, formar e informar correctamente sobre los abusos a todos los fieles especialmente a los sacerdotes y aquellos que tienen tratatamiento más directo con los menores.
La Delegación estará coordinada con el seminario, especialmente el menor para que la formación de los futuros sacerdotes sea la correcta en esta cuestión. De igual manera, esta delegación se coordinará en red con otras delegaciones para que la catequesis, la enseñanza, la familia, los jóvenes, Cáritas sepan a qué atenerse y qué hacer en cada momento para prevenir abusos y en caso de detectarlos cómo actuar.
Espacios seguros
La psicóloga astorgana María José Díez, delegada de la diócesis, ha expresado la disposición del equipo para”excuchar y atender a las víctimas en todo aquello que puedan necesitar. Entendemos su rabia, su frustración y su pena y esperamos poder ayudarlas en la reparación del daño del que han sido víctimas y que nunca tenía que haber sucedido”. La delegada de Protección hizo especial hincapié en la creación de “espacios seguros para que los menores puedan seguir con sus actividades en la diócesis”.
Ha señalado que están abierto a nuevas denuncias y que asesorarán a las víctimas en los procesos de instrucción a seguir. Para ello, ponen a disposición de todas las el correo electrónico personas proteccionmenores@diocesisastorga.es para contactar con la Delegación. Este pionero organismo de la iglesia también ejercerá una labor de formación de todos aquellos agentes pastorales con el objetivo de crear espacios seguros y asegurar que se cumplan los protocolos de actuación en los casos de abusos a menores.
Proyección nacional
Por el momento, la Delegación de Protección de los Menores y Acompañamiento a las Víctimas de Abusos de la diócesis de Astorga es la única de este calibre que existe en España y el prelado asturicense Juan Antonio Menéndez ha asegurado que desconoce si se va a seguir el mismo procedimiento en otras diócesis de la Conferencia Episcopal Española. “Ofreceremos en la próxima asamblea de obispos nuestra experiencia y nuestro trabajo pero cada obispo es soberano en su diócesis por lo que desconozco si habrá más organismos como este”, finalizó Menéndez.