Con motivo de la conmemoración del Año Diocesano de la Santidad, la diócesis de Astorga se suma a esta conmemoración con dos celebraciones en todo el territorio este lunes y martes, días 5 y 6 de noviembre. Las parroquias y comunidades religiosas celebran eucaristía este lunes en memoria de Todos los Santos y Beatos de la diócesis y aquellos cuyas reliquias se veneran en la Iglesia particular. De igual manera, este martes se conmemora a los Santos y Beatos Mártires de la diócesis durante el siglo XX.
Este lunes, la iglesia particular de Astorga conmemora en una celebración global “el testimonio de santidad de todos los santos y beatos que nacieron a la fe o, en su caso, la vivieron y entregaron por amor a Dios en estas tierras. Incluye en su oración también la memoria de los santos cuyas reliquias se veneran en los distintos lugares de la diócesis”.
Aunque en el calendario particular propio de la diócesis se celebre durante el año litúrgico la memoria de muchos santos y beatos, “el hecho de unirlos todos en una sola celebración quiere ayudarnos a contemplarlos como un grupo fiel de discípulos de Cristo y una comunidad orante de intercesores ante Dios, modelo en el cielo de la Iglesia en la tierra”, indican desde la diócesis.
Este martes 6 de noviembre, la diócesis conmemora a los Santos y Beatos Mártires de la diócesis de Astorga entre los del siglo XX en España. “La persecución religiosa en España a los miembros de la Iglesia católica en la primera mitad del siglo XX tuvo especial significación en los años anteriores y durante la Guerra Civil española. Durante más de una década miles de personas, entre las que había laicos y numerosos religiosos pertenecientes al clero secular, órdenes, congregaciones y distintas organizaciones dependientes de la Iglesia Católica española, sufrieron actos de violencia que culminaron en miles de asesinatos, alcanzando las dimensiones de un fenómeno de persecución por odio a la fe”.
La Iglesia, considerando que muchas de estas víctimas lo fueron como consecuencia de su fidelidad y compromiso con la fe, las declaró como mártires, cuya característica común fue morir proclamando abiertamente su fe y perdonando a sus ejecutores. Entre estos mártires españoles del siglo XX hay un santo canonizado y cincuenta beatos que son naturales o ejercieron parte de su actividad pastoral en la diócesis de Astorga.