El vicepresidente de la Junta de Castilla y León, Francisco Igea, anunció este miércoles que la unidad para levantar las medidas de restricción en la Comunidad será la provincia al tomar como referencia el hospital, excepto la comarca del Bierzo, por lo que se establecerán cierres perimetrales cuando haya cambio de fase con el fin de evitar un trasvase de los contagios vinculado a la movilidad de zonas con alta incidencia a otras con mejor situación.
De esta forma, solo podrá desplazarse entre provincias con la misma situación restrictiva y nivel de alerta, incluso aunque no fueran limítrofes, si bien es algo que la Junta duda de que se vaya a producir.
También podría darse la situación, explicó Igea, de que se confinen perimetralmente municipios de cierto tamaño que presenten una situación muy diferente a la de su provincia, también con el fin de proteger a los ciudadanos, ya sea por ser un foco importante de contagios de COVID-19, como a la inversa. Esto, recalcó, dependerá de la situación epidemiológica que se observe en las próximas semanas.
Los jueves serán los días en los que la Junta, a través del Consejo de Gobierno, informará de las variaciones en el calendario de la desescalada. Francisco Igea indicó que tratarán de anunciar los cambios con cierto tiempo para que los sectores afectados puedan reabrir sus negocios y los ciudadanos conocer las decisiones adoptadas para el fin de semana.
Criterios del semáforo
La Junta seguirá en esta desescalada los indicadores de riesgo y los niveles asociados -nueva normalidad, uno, dos, tres y cuatro- que figuran en el semáforo acordado en octubre. Por tanto, para bajar de nivel será necesario, según recordó, cumplir al menos dos parámetros de los referidos a la incidencia del virus y uno de los que tienen en cuenta la ocupación hospitalaria.
De esta forma, el Ejecutivo de Castilla y León tiene planificado levantar las restricciones adicionales del 6 de noviembre -cierre de la hostelería, centros comerciales y espacios deportivos-, cuando la incidencia acumulada a 14 días sea inferior a 400 casos por cada 100.000 habitantes de forma sostenida, y de 200 en siete días, algo que se da ya -dijo- en Ávila y Segovia, que reabrirán estos establecimientos este mismo viernes. No obstante, toda la Comunidad continúa en nivel cuatro, de forma que para bajar a tres es necesario cumplir dos indicadores epidemiológicos y uno vinculado al sistema sanitario.
Tendencia descendente
El vicepresidente explicó que la situación epidemiológica presenta una tendencia descendente, así como la presión hospitalaria, que destacó deja este miércoles 102 pacientes menos, hasta 1.140 enfermos en planta y 226 en la UCI. Además, destacó la evolución especialmente positiva en los centros hospitalarios de Burgos y Valladolid, a lo que se une -dijo- un “descenso claro” de la incidencia acumulada en las últimas semanas.
Este escenario, con una mejoría “clara”, no está “exento de riesgo”, según el portavoz, pero recalcó que permite tomar medidas de desescalada. Francisco Igea recordó que las medidas “extra” del 6 de noviembre, que se extendieron a toda la Comunidad, han dado resultado, pasados los 14 primeros días. Por ello, se mantienen en todas las provincias, excepto en Ávila y Segovia, y aseguró que habrá que esperar hasta la próxima semana para conocer si hay cambios en el puente de diciembre.