No es la primera vez que escribo sobre el asunto de Cataluña y bien cierto es que no me gustaría hacerlo,pero por desgracia las cosas se ponen cada vez mas oscuras en este tema y por ello me veo “obligado” . Ya se que este es un problema que viene de lejos y cuando digo lejos,me refiero a siglos y no a los “recientes”,años de la II República como podría pensarse. En todo caso en mi opinión el problema actual no arranca como ingenuamente dicen algunos del hecho de que el “Estatut” aprobado cuando gobernaba el Sr. Zapatero,fuese posteriormente recortado. El problema en esta etapa final arranca de los años de la transición tras la muerte de Franco,cuando aprovechando la confusión entre lo español o lo hispano y el Franquismo, (confusión me temo que en gran parte provocada),los nacionalistas y/o independentistas aprovecharon la ocasión para adquirir unas competencias, (en educación especialmente) que se les concedieron, pensando que así iban a sentirse a gusto formando parte de la España de todos. El resultado ha sido justo el contrario. Puesto que la Historia es en gran medida interpretable,ellos la aprovecharon para presentar un pasado muy discutible,pero que ha servido por ejemplo para que muchos se crean con toda firmeza que España invadió Cataluña o que España es una nación totalmente distinta y diferente de otra nación que es Cataluña. También para intentar por todos los medios incrementar lo que llaman el “hecho diferencial”,aunque sea a costa ,por ejemplo de prohibir o intentar prohibir rotular sólo en español. En definitiva fabricar un nuevo país.
De nada sirven las explicaciones de los historiadores,porque el lenguaje que utilizamos en la vida cotidiana siempre tiene dosis de ambigüedad. Los independentistas hablan por ejemplo de dar la palabra al pueblo, (y el pueblo es todo el pueblo);algo en lo que todos estamos de acuerdo,pero ellos llaman pueblo sólo a una parte del pueblo español,mientras que los demás entendemos que lo que acontece en Barcelona, si afecta al conjunto de España, debe importar tanto a los catalanes,como a los extremeños o a los de Ponferrada por ejemplo. Aquí está una de las cuestiones.
Hay otra no menos importante pero similar en sus características. Dice el Sr. A. Mas que de lo que se trata es de conocer la opinión de los catalanes y nada mas;pero hay que ser muy estúpido para no darse cuenta de que si hay algo mas. La opinión de los catalanes se puede a efectos técnicos saber con gran rigor haciendo encuestas,que sin duda precisan un coste y esfuerzo mucho menor que lo que supone celebrar el proyectado referendum. Pero claro las encuestas no tiene validez legal y el referéndum si,incluso aunque se diga que es un referéndum (al fin y al cabo una macroencuesta) no vinculante o como se le quiera llamar. La tiene o al menos es posible atribuírsela si no desde una perspectiva estrictamente legal,si desde una perspectiva política.
La intención,la meta y el objetivo final de los independentistas no es saber la opinión de los catalanes,si no ir hacia la independencia y para ello el proyectado referéndum (confían) es una pieza clave. El afán independentista promovido desde el gobierno catalán (y los partidos independentistas), y tras muchos años de adoctrinamiento de la población,tienen serias opciones de obtener un resultado acorde con sus deseos. Además intentan por todos los medios convencer a la opinión pública de que es un asunto que para nada atañe a “otro país”,como según ellos es España. No dicen o al menos yo no he sentido decir a ninguno de los independentistas que lo que pretenden llevar a cabo puede dar lugar como efecto secundario,daño colateral o efecto indeseado la desaparición de España y esto sin duda deben saberlo. No hay que olvidar algo muy importante y es que otras “naciones”,(Euskadi, Galicia,…..);están al acecho para tomar parte en esa carrera por su “liberación”. Así las cosas lo primero que debería hacer el gobierno de España,es preguntar a todos los españoles si queremos seguir siendo un país o varios. Si la respuesta es que varios,entonces si sería el momento de que cada autonomía o incluso cada provincia si así lo estima oportuno decida que es lo que quiere ser,pero no antes.
Leo muy a menudo lo que dicen los periódicos claramente independentistas (aunque no domino el catalán su parecido con el español es notable,pese a todo) y jamas he visto a ningún editor ni dirigente independentista decir que van a acabar con España,incluso se permiten la gracia de decir que logrado su objetivo quieren mantener unas cordiales relaciones con España,porque saben que pese a todo ellos también tienen algo que perder con la independencia. No podrán en ningún caso mantener ningún tipo de relación con España,porque entonces este país ya no existirá,del mismo modo que no existen Checoeslovaquia o Yugoeslavia,por ejemplo. Vistas así las cosas lo dicho sobre las cordiales relaciones puede parecer incluso una provocación, es como si el vecino que nos amenaza con quemar nuestra casa,nos sugiere que para arreglar el asunto le dejemos calentarse en sus brasas.
Yo pienso que este afán por la independencia, es una consecuencia de la globalización. Caminamos hacia un mundo mas uniforme en muchas facetas de la vida y los independentistas se sienten como los vecinos de los pequeños pueblos que temen ser absorbidos por la expansión de otros mas grandes llegando a convertirse en simples barrios de estos últimos. Ese afán de hacerse notar,de ser diferentes puede acabar dando lugar a serios problemas como el que ahora tenemos. En mi opinión los independentistas no se van a conformar con nada que no sea la independencia y cada concesión que se haga para atemperar este deseo,servirá para para aumentar sus ganar de irse. Así ha estado ocurriendo desde hace décadas y por tanto debe llegar un momento en que no quede mas remedio que decir basta y punto. En este sentido me parece correcta la postura del Gobierno de España y de los partidos que también la apoyan. Otra cuestión es ver como se puede arreglar el problema,que mucho me temo que puede tener soluciones regulares,malas o muy malas,pero buenas ninguna porque la fiebre independentista ya está muy arraigada.
Por ultimo hablaré de dos cuestiones mas sobre este asunto:el tema de Escocia y la España Federal que propone el PSOE. Respecto a lo primero hay que señalar que las leyes del Reino Unido no son las de España,allí no hay una Constitución del Reino Unido como es nuestro caso. Para hacer aquí,lo que allí se hizo hay que cambiar primero la Constitución,con acuerdo de todos los españoles. Por otra parte lo que allí ocurrió-me parece- es que el Gobierno Británico subestimó mucho,los efectos nocivos que para Gran Bretaña tenía el independentismo,pues lo consideraban un movimiento minoritario y estaban seguros (o casi seguros) de que triunfaría el NO. Pero la sóla posibilidad de enseñar el “caramelo” de la independencia bastó para incrementar de modo alarmante los partidarios de esta y cuando el Reino Unido se dió cuenta de su error era ya demasiado tarde,para evitar lo acordado por eso reaccionó con rapidez haciendo campaña contra la secesión y aún así se salvó “por los pelos”. En Cataluña ya llevan hipnotizados con el caramelo de la independencia muchos años,así pues,….
Por lo que respecta a la España federal del PSOE, en principio no está mal;pero hay que explicar en que consiste. Alemania y Estados Unidos son estados federales,tengo entendido y si con ello se pretende hacer de España una nación tan cohesionada como las dos citadas yo soy el primero que apoyo la propuesta socialista,pero me temo que esa reforma de la Constitución lo que pretende es dar aún mas autonomía a Cataluña y mas facilidades aun para sentirse un país diferenciado del resto de España y esto en la época actual no puede ser mas que una pseudoindependencia que el único beneficio que traería para el resto de España, es aumentar aún mas las ganas de romper de una vez por todas las “ataduras” con el resto.
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Madrid 11 de octubre de 2.014
Rogelio Meléndez Tercero