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C.T.M./ Ical La cosecha de cereal de Castilla y León durante la última campaña de invierno se redujo en un 59 por ciento, pasando de una producción media de 6,3 millones de toneladas durante los últimos cinco años, a los 2,6 millones que se están cosechando este año debido a las inclemencias meteorológicas, como explicó la consejera de Agricultura y Ganadería y portavoz de la Junta de Castilla y León, Milagros Marcos.
“Es un año malo para el campo”, reconoció Marcos, quien aludió a “la sequedad extrema, la ausencia de lluvias y la sequía muy profunda que estamos padeciendo en España y en muchos países del mediterrano” como las principales causas, a las que añadió “las heladas tardías de finales del mes de abril o el granizo caído en mayo”.
Se trata, como explicó la titular de Agricultura y Ganadería, de “una situación complicada para el campo” que determinó la reducción del 59 por ciento de la cosecha a pesar de que “la superficie de trigo duro se ha duplicado en este ejercicio”. La principal consecuencia se traduce en el valor de la cosecha de este año, que se situó así en el entorno de unos 450 millones de euros, frente a los más de 1.000 de media de anteriores campañas, “550 euros menos de producción en el campo”.
Debido a ello, la consejera anunció un paquete de ayudas al sector, financiado por el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente y por la Junta de Castilla y León, de 145 millones de euros “que van a llegar directamente a agricultores y ganaderos”. Además, Marcos aseveró que el sector “va a ahorrar algunos tipos de impuestos, como todas las tasas agroganaderas y una tercera parte de las declaraciones del IRPF, que permitirán una liquidez de más de 2.000 millones de euros para garantizar que el sector pueda abordar la próxima cosecha”.
Esos 2.000 millones llegarán al sector “en 1.500 millones de dinero directo y el resto, con préstamos financiados al 100 por 100, los avales por el Estado y los intereses por la Junta”. Y es que, como afirmó Marcos, “no podemos incidir en la meteorología pero sí estar preparados para futuras ocasiones” y en ello enmarcó “una política estructural de seguros agrarios”.
Así, la consejera de Agricultura y Ganadería cifró en cerca de un 50 por ciento los agricultores que tienen asegurada la cosecha pero mostró su deseo en que sean “el 100 por 100” y, en ese sentido, enmarcó el trabajo realizado en una comisión con las organizaciones agrarias, agroseguro y el Estado “para ver líneas de mejora y analizar por qué en unas provincias solo el 20 por ciento está asegurado y en otras es más del 80 por ciento”.
Por tanto, y uniendo la línea estructural vinculada a los seguros agrarios con las “ayudas puntuales” como consecuencia de una situación excepcional, que este año llega a los 145 millones de euros, y la flexibilización de la PAC, Marcos confía en que se lograrán “esos más de 2.000 millones para tener liquidez en la próxima cosecha”.
Por provincias
En el saldo por provincias de la cosecha de 2017, Milagros Marcos reveló que Ávila fue la más perjudicada por las inclemencias de la última campaña, pasando su producción de las 246.449 toneladas de media de los últimos cinco años, a las 70.299 del presente curso, lo que supone una reducción del 71 por ciento.
Tras ella, entre las más perjudicadas, se encuentran Salamanca y Valladolid, que vieron reducida su producción en un 68 por ciento para obtener 334.160 toneladas en el caso de la provincia vallisoletana y 122.558 toneladas en la salmantina. En el extremo opuesto, se sitúan Burgos, con una reducción del 46 por ciento, y Segovia, que vio reducida su cosecha en un 57 por ciento.
Bruselas
También se refirió Marcos a su reciente e “interesante” viaje a Bruselas, donde se congratuló de que la iniciativa planteada por el Ministerio de Agricultura de España para que el anticipo de la PAC pase del 50 al 70 por ciento fuera aprobada, ya que permitirá recibir en la región “720 millones de euros de anticipo”.
También se felicitó por las “líneas interesantes vinculadas a la sequía” y por las “líneas de comercialización”, al lograr un mercado sin aranceles en Japón para el porcino, “muy importante en Salamanca”, y la reducción del 34 al nueve por ciento de los impuestos arancelarios en el país nipón para el vacuno, “que tiene un peso muy importante en Castilla y León”.
“Podemos llevar más producto y tener más beneficio para el ganadero”, continuó Marcos, quien también avanzó que el modelo de control de la financiación de la PAC con el que se trabaja en Castilla y León se expondrá en septiembre a los demás países de la UE “para que lo puedan conocer y lo podamos extender”, de cara a que las modificaciones para incrementar los controles “no supongan más burocracia sino simplificación, y que el agricultor no tenga que estar cada año demostrando los cultivos y las hectáreas que tiene”.
