La comarca

Hace exactamente cuatro meses les escribí a ustedes sobre este tema. Ello no significa que vaya a repetir lo escrito ya. Esta semana el Bierzo se encuentra inmerso en una serie de actos en conmemoración de su reconocimiento como comarca hace 25 años. La única reconocida por Ley por las Cortes de Castilla y León. ¿Quiere decir esto que no existen más comarcas en las nueve provincias restantes? Me temo que una vez más, la ley va muy por detrás de la realidad.

Existe una pluralidad de paisajes, estilos y gentes en Castilla y León muy definidos. Un sanabrés no es un maragato, aunque vivan en las distintas vertientes de los Montes de León coronados por el Teleno. Solo por citar alguno de los muchísimos casos. ¿Entonces por qué esa distinción con el Bierzo?

En la fiebre autonomista, que recordemos aquí nos duró hasta el final, pues fuimos los últimos en acceder a tal tipo de administración, los localismos como los regionalismos causaban furor en la opinión pública y eran escalera a la que subirse para medrar en muchos casos de personalismos políticos. En la provincia de León, para rizar el rizo, le salió también otra corriente independiente del leonesismo, el bercianismo, que encontró en la historia como provincia fugaz que fue su pasado evocador y las marcadas características de su orografía, cultura y demás para diferenciarse de lo circundante. Tal fue su fuerza, la tercera en números absolutos, que el propio presidente de la Junta cuando se encontró este brete optó por conceder ese reconocimiento para atender la demanda y quitarse un dolor de cabeza.

Desde entonces, el Consejo Comarcal del Bierzo, sobrevive gracias a la Diputación y la Junta, sin capacidad de recaudación, como institución más diplomática y representativa que cualquier otra cosa. Hace cuatro meses, dijimos aquí que ahora le tocaba a las mancomunidades y ayuntamientos ceder su parte. Y así seguimos.

ABC

 

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