La colaboración entre la Junta y los Grupos de Acción Local devuelve la vida al Museo del Ferrocarril de Brañuelas

El proyecto ‘Living Museums’ permite la apertura automática de museos, centros de interpretación y aulas de la naturaleza que se vieron abocadas al cierre por las consecuencias de la crisis de 2008

La crisis económica y financiera surgida a partir del año 2008 no solo acabó con empresas de todos los tamaños y con miles de puestos de trabajo principalmente en el entorno urbano, sino que también apagó las luces de iniciativas culturales en el mundo rural que se sustentaban con fondos mixtos de la iniciativa pública y privada y que las estrecheces de los años siguientes al estallido de la crisis en las cuentas públicas obligaron a cancelar. Esas cuantías mantenían vivos, por ejemplo, los museos, centros de interpretación y aulas de la naturaleza surgidos en los años previos con el objetivo de dar a conocer distintos aspectos culturales, medioambientales y etnográficos de diversas zonas de Castilla y León.

En ese contexto, y con el objetivo de reavivar estos centros, seis Grupos de Acción Local de tres provincias de la Comunidad idearon en el año 2018 el proyecto de cooperación regional ‘Museos Vivos’, que permitió reabrir, desde mayo de aquel año, un total de 18 museos en distintos puntos de la Comunidad a través de tecnología ‘smart’ para llevar a cabo las visitas con un sistema de automatización de todas las etapas, desde la solicitud de entrada al centro, la identificación de los visitantes a su llegada, la apertura de los edificios, el seguimiento y el cierre de las instalaciones.

Su éxito inicial conllevó el lanzamiento, en junio de 2020, del proyecto ‘Living Museums’, con la colaboración de la Dirección General de Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León y la incorporación de otros nueve GAL de la Comunidad, tres más de Galicia y uno incluso de la República Checa, para con un presupuesto de 321.782 euros, de los que 315.727 proceden de los fondos LEADER, diseñar y ejecutar acciones conjuntas que permitieran la apertura y la promoción de los 61 museos, centros de interpretación y aulas de la naturaleza incorporados hasta el momento, cerrados por la crisis y que volvieron a la vida gracias a las nuevas tecnologías y a los 14.000 códigos expedidos desde entonces, con alrededor de 42.000 visitantes totales.

La idea surgió, como explica a Ical el coordinador del proyecto, Eugenio García Rojo, del GAL Adri-Tierra de Campos de Valladolid, al viajar a un apartamento turístico en el que le dieron un código de acceso para entrar sin necesidad de contactar directamente con nadie. “Recordé que muchos museos y centros de interpretación, que se habían abierto en los 90 y los primeros 2000 por la colaboración entre los ayuntamientos, los GAL y las diputaciones para dar a conocer y que no se perdieran las costumbres del ámbito folclórico, natural y etnográfico, se habían cerrado por quedarse sin presupuesto público las administraciones, y pensé que este sistema se podía implantar para que volviesen a abrir”, comenta.

Fue ese el germen por el que García Rojo envió un correo electrónico a los 43 Grupos de Acción Local restantes de Castilla y León para plantear la idea y, tras recibir la respuesta positiva inicialmente de cinco, se puso en contacto primero con la Junta y luego con la Comisión Europea para recabar colaboración pública con la que implantar un sistema que ya alcanza a más de 50 museos de Castilla y León más otros tres gallegos y uno checo, tras la adhesión de otros 13 GAL a los seis iniciales, y que llegará a un total de 70 centros antes de que finalice el año 2021.

“Ha habido una altísima aceptación del sistema, sobre todo en Burgos”, comenta García Rojo, que explica que la cifra de visitantes es aproximada porque se puede acudir “desde una hasta ocho personas” pero que, a un promedio de tres, estiman que han sido en torno a 42.000 los visitantes en relación a las 14.000 solicitudes de código de acceso recibidas, principalmente tras el primer estado de alarma, con “el ‘boom’ de estar confinados dentro de la propia Comunidad”.

Sistema automático

El funcionamiento de estos ‘revividos’ museos es sencillo, gracias a la instalación realizada por una empresa de Sahagún (León) de un sistema por el que el visitante, tras solicitar a través de la web www.livingmuseums.eu el día, la hora y el centro museístico de su visita, llega al lugar e introduce, en el teclado situado en la puerta, el código enviado por el sistema que no solo abre la entrada al museo, sino que activa, a través de unidades de control remoto, la iluminación, las pantallas, las voces en ‘off’ de la explicación si las hubiere, y los sistemas de video-seguimiento y grabación con los que cuenta cada centro, con una media de cuatro cámaras que “solo envían imágenes a la plataforma durante el tiempo que dura la visita”.

En cualquier caso, tal y como explica Eugenio García Rojo, “no ha habido ningún problema de seguridad ni de falta de piezas” en los más de dos años de bagaje con los que cuenta el proyecto, que tras conseguir alcanzar los 70 centros antes de finalizar 2021, espera que a partir de la próxima etapa, comprendida entre el 1 de enero de 2023 y junio de 2024, se puedan unir a él distintas iglesias de la Comunidad, que también permanecen cerradas, para lo que espera una entrevista con los Arzobispados respectivos “porque los párrocos no ponen pegas”, así como diferentes castillos con los que cuenta Castilla y León. No obstante, el representante del GAL Adri-Tierra de Campos de Valladolid recuerda que este proyecto “no pretende quitar el trabajo a nadie” y se mantiene solo “para que estos museos no sigan cerrados”, pero si “cualquier museo, ayuntamiento o fundación tiene presupuesto para contratar a una persona, que se olvide de este sistema”.

Cooperación transfronteriza

Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, el proyecto se ve como “un éxito”, tal y como revela la directora general de Desarrollo Rural, María González, que califica la propuesta como “una iniciativa fantástica de cooperación dentro del territorio” porque “potencia que los pueblos y municipios donde están los museos, y los de alrededor, puedan verse fortalecidos por tener un punto de turismo cerca que lleve gente y anime la restauración y otras actividades turísticas”.

Además, la iniciativa supone “aunar las nuevas tecnologías con el medio rural” y permite además “traspasar fronteras” a través de un “hallazgo de los Grupos de Acción Local de Castilla y León pero que está siendo ejemplo y llegando mucho más allá”, al adquirir relevancia en otros territorios como Galicia o la República Checa.

Por todo ello, las perspectivas del proyecto son “seguir creciendo” dado que el número de museos aumentará en breve de los 61 actuales hasta los 70 totales entre los tres territorios, y porque “se han recibido en torno a 42.000 visitantes a pesar de la situación COVID”, por lo que, una vez se supere la pandemia, se espera tener “muchas más visitas”, también a través de la incorporación de esos nuevos museos que, según vayan creciendo en número, desde la Administración “se apoyarán siempre que tengamos fondos para ello”. Y es que, como concluye María González, el proyecto ‘Living Museums’ está permitiendo “dinamizar el territorio, poner en valor el patrimonio y ayudar al desarrollo rural” de las distintas comarcas de Castilla y León.

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