La adquisición y rehabilitación de la casa de los Panero se contempla dentro de un concepto moderno de ciudad, con el que se pretende salvaguardar un patrimonio que caracteriza la propia fisonomía urbana, su memoria histórica y la posibilidad de contar con recursos económicos duraderos, esto es, nuevos atractivos para aprovechamiento turístico. El ayuntamiento astorgano viene ejecutando este propósito desde hace algo más de tres décadas, de suerte que hoy, entre otros bienes inmuebles, es poseedor de un gran patrimonio arqueológico y arquitectónico romanos, y de varios museos.
Los museos municipales están ubicados en edificios “rescatados” y apropiados, con sus bienes interiores si los hubiere. Así, el Romano corresponde a su época antigua; el del Chocolate y la Harinera de Gómez Murias / Benito Herrero (en ejecución), al brío industrial en el tránsito de los dos siglos precedentes. Y en esta casa de los Panero, que abre ahora sus puertas, se contempla el reconocimiento de destacadas personalidades astorganas, de alcance local, nacional, o bien de allende de nuestras fronteras; asimismo, sirve como depósito y centro de estudio de los importantes legados donados por sus familiares, y de otros adquiridos por el Ayuntamiento.
Cuenta este nuevo museo con doce espacios expositivos, para los autores de la Escuela de Astorga (Ricardo Gullón, Leopoldo y Juan Panero, Luis Alonso Luengo), José María Luengo, Evaristo Fernández Blanco, Leopoldo María y Juan Luis Panero, César Vallejo, Gerardo Diego, etc. La sala de conferencias alberga una selección de cuadros, entre los donados por Javier de la Rosa y Charo Panero, y lleva el rótulo de sus nombres.