COMUNIDAD

La campaña micológica en Castilla y León podría recuperarse en noviembre siempre y cuando las heladas persistentes y fuertes no se produzcan

Las lluvias de los últimos días favorecerá la fructificación de especies, aunque el boletus edulis en zonas altas ya no fructificará

A pesar de que la campaña micológica en Castilla y León ha sido “mala” hasta el momento, los micológos son optimistas con respecto a que en este recién comenzado mes de noviembre se puedan recolectar especies fúngicas en la Comunidad, siempre y cuando la humedad se mantenga y no se produzcan heladas fuertes y recurrentes.

El director de Investigación del Centro de Investigación y Tecnología Agroalimentaria de Aragón (CITA), Fernando Martínez Peña, destacó que noviembre es un mes típicamente productor de setas especialmente en las cotas más bajas de los sistemas montañosos y la AEMET señala que existe previsión de lluvias en los próximos días y las temperaturas no serán demasiado bajas, por lo que “si sigue lloviendo en noviembre y suben las temperaturas, todavía se podría albergar cierta esperanza de recuperación de la campaña otoñal de 2018”.

Especialmente se podrán recolectar las setas más tardías como tricholoma portentosum, el níscalo (lactarius grupo deliciosus) o saprófitos como la seta de cardo (pleurotus eryngii).

“En todo caso, todo apunta a que la campaña otoñal será mala en 2018 en términos de producción , lo que contrasta con la buena campaña registrada en casi todos los sistemas montañosos de la cuenca mediterránea este año en España”, destacó.

A día de hoy, según la AEMET los suelos forestales de la mayor parte de Castilla y León han recuperado sus niveles de humedad superficial a valores adecuados para la fructificación de especies fúngicas. “Aunque la ausencia de lluvias abundantes en septiembre y octubre sumado a las heladas de la última semana han tenido como resultado una campaña micológica mala hasta la fecha en general en la región”, destacó.
Los recolectores que salen actualmente al campo o bosque indican que las setas están saturadas de humedad, ya que las lluvias han sido muy persistentes. Este exceso de humedad y con el lavado que se recomienda hacer antes de cocinarlas pueden hacer que pierdan color y aromas.

Sin embargo, según el experto las especies no tienen porqué perder calidad salvo que el suelo esté encharcado muchas horas. “Es conveniente retirar humedad una vez en casa aireándolas o secándolas con papel absorbente”, recomendó.

En noviembre será difícil recolectar boletus edulis en las zonas altas por la bajada de temperaturas. Este hongo es más termófilo y podría encontrarse en las zonas bajas siempre y cuando llegaran a fructificar en septiembre y octubre en aquellos lugares de la región dónde llovió.

Por el contrario especies como boletus pinophilus todavía podría fructificar si continúan las lluvias y no se registran fuertes heladas.

Fernando Martínez Peña, avisó de que en aquellas zonas de producción en las que se generaron fructificaciones este otoño pero que se interrumpieron por la sequía, será más difícil todavía volver a ver nuevos carpóforos aunque se recupere la humedad del suelo.

A pesar de ello, apuntó a que existen muchas otras especies, es decir, hay gran diversidad de hongos comestibles, que todavía pueden recolectarse en noviembre. En especial especies saprobias que se nutren de materia orgánica muerta y no dependen de las fuentes de carbono de los árboles. “Se podrán recolectar setas en las zonas más termófilas de la región si sigue lloviendo”, dijo.

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