La campaña azucarera se presenta “razonablemente buena”

En verano “el cultivo ha evolucionado bien” y no ha sufrido “grandes ataques de enfermedades”

La campaña azucarera en Castilla y León ya está en marcha y a la espera de conocer la fecha concreta de inicio de la apertura de las fábricas, ya se hacen las primeras estimaciones que indican que será “razonablemente buena”. En los próximos días está previsto que tanto Acor como Azucarera lleven a cabo los pertinentes estudios para fijar la fecha de inicio de actividad, que se prevé en la segunda semana de octubre en la planta de Acor en Olmedo (Valladolid) y a partir de finales de octubre o principios de noviembre en las de Azucarera en Toro (Zamora) y Miranda de Ebro (Burgos). La última, como es habitual, será La Bañeza (León).

En Azucarera las previsiones actuales son optimistas porque en los meses de verano “el cultivo ha evolucionado bien” y no ha sufrido “grandes ataques de enfermedades”. Sin embargo, la directora agrícola de Azucarera, Salomé Santos, reconoce que ahora se está “acentuando” la cercospora en algunas zonas lo que obliga a “extremar las precauciones” para que el cultivo “llegue a buen puerto”.

Desde el Servicio Agronómico y de Cultivos de Acor se asegura que la sanidad vegetal este año está siendo “mejor que hace dos años” teniendo que cuenta las circunstancias meteorológicas similares, incluso ahora “con menor incidencia” porque “se ha controlado mejor” o los tratamientos se han aplicado antes.

La apertura de las fábricas variará en cuanto a fechas y la primera que iniciará su actividad se prevé que sea la de Olmedo, en Valladolid, la segunda semana de octubre. Azucarera baraja una amplia “horquilla” y aunque aún no hay nada definido, las previsiones, según la observación visual del cultivo, apuntan a que Toro podría abrir “la última semana de octubre o principios de noviembre”, algo que dependerá “de la evolución del cultivo”, aseveró Santos. Miranda de Ebro tardará una o dos semanas más y la más tardía, como es habitual, será La Bañeza (León) que fijará la apertura en función de la evolución del cultivo y de la meteorología.

A la espera de que se desarrollen las pruebas de precampaña, en la primera semana de octubre, en Azucarera reconocen a Ical que aún es pronto para hablar de aforos pese a que la observación visual del cultivo a día de hoy trasmite buenas sensaciones de cara a tener un año “razonablemente bueno”, al contrario de lo que está ocurriendo en el resto de Europa. “Están sufriendo, por un lado, ataques fuertes de pulgón y han tenido sequía”, explicó Santos. “Nosotros vamos a ir contra ciclo del resto de Europa y vamos a tener un cultivo con unas producciones dentro de la media casi con seguridad o esperemos que incluso por encima” ya que, actualmente, la “pinta” del cultivo hace presagiar “un buen año”.

En Acor también se llevarán a cabo mediciones para comprobar la polarización de la remolacha, y en función del grado y el histórico se fijará la fecha concreta de apertura en un año en el que se prevén rendimientos que podrían superar las 110 toneladas de remolacha tipo por hectárea de media frente a las 104 toneladas que se alcanzaron el año pasado.

Crecimiento de la superficie

Azucarera aspira a “seguir creciendo en superficie” y recuperar las hectáreas perdidas con “el cambio de modelo”, aunque Santos aseguró que “es pronto” porque es ahora cuando los agricultores empiezan a pensar en el cultivo. En Toro el objetivo es superar la cifra de las 4.000 hectáreas frente a las 3.500 del año pasado; en Miranda se desea situarse nuevamente en las 3.000 o 3.100 hectáreas tras el descenso registrado el año pasado, en especial en la zona de La Rioja y Álava.

En La Bañeza, el año pasado no se produjeron grandes variaciones por culpa de las lluvias “justo en el periodo de siembra” y no se pudo experimentar el crecimiento deseado. “Esperemos que este año podamos recuperar esa superficie y colocarnos por encima ampliamente” en La Bañeza, donde se está en torno a las 3.700 hectáreas y se aspira a rondar las 4.200, que sería un crecimiento “razonable y sostenible”. “Si es más, mejor”, aseveró.

En lo que a hectáreas se refiere en Olmedo, se prevé que se puedan alcanzar entre las 12.000 y 13.000 hectáreas que sería “el rango idóneo” para la capacidad actual que tiene la fábrica de Olmedo y superior a las 10.500 hectáreas contratadas en la actual campaña, explicaron a Ical fuentes de Acor. “Se puede hablar de una campaña buena” en la que la remolacha estará “en torno a la media de los últimos cinco años”.

De forma generalizada, desde el Servicio Agronómico y de Cultivos de Acor incidieron en que los rendimientos y los niveles de polarización serán “buenos” e incluso podría decirse que son “mejor de lo esperado” respecto a la climatología y en relación a años con unas condiciones muy similares a las de este ejercicio.

Precio

En relación al precio, desde Azucarera se asegura que aún es pronto para hablar de esta materia porque “no ha abierto ninguna fábrica en Europa”, momento en el que se empieza a negociar “el grueso de los volúmenes de venta de azúcar en Europa”. A ello este año hay que sumar la “incertidumbre” generada por la situación económica actual que está generando “muchísima prudencia” y está “ralentizando todo” a la espera de la evolución de la pandemia por el COVID-19 para tomar decisiones.

En Acor, por su parte, se garantiza un precio mínimo de 42 euros por tonelada, algo que se mantendrá hasta 2027 después del compromiso firmado para ello con las organizaciones agrarias de Castilla y León.

Ahorro

Una de las novedades de Acor para la próxima campaña es la bonificación de la compra de semillas, que supondrá un ahorro de 180 euros por hectárea. En concreto, según fuentes de Acor, la bonificación será de 150 euros por unidad de semilla remolachera retirada por Acor por sus socios con un límite de 1,2 unidades por hectárea (cada unidad contiene 100.000 semillas). De esta manera, y teniendo en cuenta que la dosis de siembra recomendada por el servicio agronómico es de 1,2 unidades por hectárea, el socio que se acoja a esta medida obtendrá un ahorro de 180 euros por hectárea.

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