La batalla de Valdecadierno (y la guarida del dragón) La Cepeda

Huele a pólvora  y Retama .

Los dragones de la guardia Imperial del ejército de Napoleón, andan en griterío, mientras se asientan a la orilla del arroyo de Valdecadierno.

Huele a miedo y a tierra seca, en el camino olvidado , junto a la venta de la Perdiz .

AÑO DE 1811 -a 23 de Junio –

El arroyo de Valdecadierno , transcurre acomodado , en un pequeño valle de la localidad Cepedana de Cogorderos , y no lejos de su desembocadura, se conserva la venta de la Perdiz.

El lugar donde se ubica esta venta , de la que apenas quedan restos constructivos, fue testigo , en la fecha expuesta, de una de las tantas Batallas en la guerra de la Independencia, ocurridas en numerosos lugares como La Cepeda, la antigua Somoza, montes de Foncebadon, y una extensa estela de territorios , en su avance hacia el Noroeste.

Los antiguos vecinos de esta localidad hablaban de la batalla, pero sobretodo, de la victoria de la misma.., habiendo acabado con la vida de un importante General Francés .

Y aunque no contaron que fue de los soldados Franceses ,tras perder la batalla ,el hallazgo de un ARCABUZ , quizá nos arroje luz sobre la pista que siguieron los soldados supervivientes.

Es aquí donde , a partir de ahora, comienza a cobrar expectación, un lugar misterioso de asombrosa belleza donde se hallan las huellas intactas, que bien podían haber pertenecido a la guarida impecable de un Dragón.

El lugar presenta un aspecto laberíntico y nada se sabe de su origen , y aunque sus rasgos más inmediatos se asemejan a una estancia natural, cuando avanzas por su gran estructura subterránea, parece haber sido modelada por el hombre.

He de reconocer que , muy pocas veces, me he encontrado con lugares con esta desbordante belleza, y que al mismo tiempo, alberguen tanta historia, pues cuando te adentras en esos habitáculos o galerías, percibes el tiempo de tal modo que pareció agarrarse a tus pies para llevarte siglos atrás .

En este mismo lugar, como muestro en la fotografía, se encontró el ARCABUZ que guardó celosamente Tomas , pero vendiéndolo muchos años después de su hallazgo.., esto ya , en el siglo pasado.

Cuando regreso de este paraje , atravesando aquellas cárcavas , lentamente, hasta salir al exterior…, mi cabeza se acomoda en otro tiempo llevándome de golpe a aquella batalla e imaginando , que algún soldado mal herido, se acurrucó en esta guarida junto al fuego…, esperando la muerte .

( Gracias a mi amigo Tino por mostrarme este paisaje y pasaje en la historia, que no voy a olvidar.., y a su tío Tomas , por su magnífico hallazgo y protagonista de esta historia)

Isasy Cadierno

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