“La atención a los enfermos de cáncer es óptima, pero mejorable”

El presidente de la Asociación Castellano y Leonesa de Oncología defiende al personal sanitario que ha sufrido la crisis “como el que más” y ha estado “al pie del cañón”
El jefe de Oncología del Hospital Universitario de León (Carlos S. Campillo / ICAL)

S.Gallo / ICAL El presidente de la Asociación Castellano y Leonesa de Oncología ACLO y jefe del Servicio de Oncología del Complejo Asistencial de León, Andrés García Palomo (Salamanca, 1961), reconoce una atención óptima en el ámbito oncológico en Castilla y León, aunque puntualiza que es “mejorable”, para lo que reclama más profesionales, aunque no sólo médicos, porque el futuro de los servicios de Oncología entiende que pasan por sistemas “multiprofesionales, adaptables, con tecnologías ‘big data’ y con atención integral”. Considera que una comunidad que no cuida su I+D+i está condenada a comprarla “al precio que le pongan” y apunta a factores alimentarios como importantes para la reducción en el número de casos de cáncer, aunque no de manera exclusiva.

La incidencia del cáncer está aumentado debido al envejecimiento de la población, pero existen otras causas que incrementen las cifras

Una de las razones más importantes del incremento de las cifras de cáncer es el envejecimiento de la población, pero no es explicativo por sí mismo de todo lo que se le acusa. Asistimos a un descenso de la edad media de aparición de la enfermedad y por ello, no solo la edad, sino que otros factores relacionados con ella deben estar implicados. Los resultados de la investigación no son todo lo contundentes que desearíamos, lo que dificulta el consenso sobre las medidas preventivas que deberíamos tomar. Pero ‘grosso modo’ podríamos hablar de la existencia de indicios para incriminar a factores dietéticos, hábitos alimentarios, sedentarismo y polución ambiental como causas más que probables de este aumento de la incidencia.

La incidencia y la gravedad de estas patologías, ¿van acompasadas con el diagnóstico precoz y tratamientos innovadores?

Datos procedentes de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) apuntan a que en España se ha reducido en 13 puntos porcentuales la mortalidad por cáncer en la última década, lo que nos sitúa muy cerca de la media de la OCDE, que es de 14 puntos. En España hay actualmente unos 2,5 millones de largos supervivientes, lo que supone el cinco por ciento de la población española. Esto se lo debemos a varios factores como la introducción de nuevas tecnologías, tanto diagnósticas como terapéuticas y el diagnóstico precoz. Es necesario seguir mejorando y garantizando la calidad de los resultados en salud que aportamos a la población, pero a la vez asegurar la sostenibilidad del sistema. De este difícil equilibrio, a mi juicio, se deduce que la innovación es el motor de la sostenibilidad y que sin ella estamos abocados a romper el equilibrio por el lado de los resultados en salud; y que deberemos mejorar no sólo en el ámbito de qué hacemos, sino también en el entorno del cómo lo hacemos. El esfuerzo para acompasar innovación a la gravedad del cáncer es de los profesionales y de las autoridades competentes, y juntos deberemos caminar para asegurar que el servicio público que prestamos sea equitativo, de calidad y eficiente.

Con la crisis se han resentido los sistemas de salud, ¿cómo ha afectado a la prestación oncológica en la comunidad, estamos mejor, peor o igual que antes?

Globalmente considerado, el porcentaje de presupuesto de las comunidades autónomas que se dedica a Sanidad fue del 35 por ciento de media en 2014, y Castilla y León está en esa media. Desde luego estoy convencido de que tenemos que seguir mejorando y fortaleciendo la colaboración entre profesionales, gestores y políticos, a la vez que debemos incorporar la opinión de los pacientes, destinatarios últimos de lo que hacemos, porque la enfermedad sigue incidiendo en los ciudadanos de Castilla y León.

La base de la curación es la investigación en materia oncológica. Castilla y León y España en general, ¿en qué situación se encuentran?¿Existen recursos e investigadores suficientes, o se están resintiendo?

La investigación es importante para avanzar en Oncológia, y el I+D es una parte de la cadena de innovación, pero un I+D sin sentido finalista es un brindis al sol. La innovación requiere del I+D y juntos, sí constituyen la clave a la que se refiere. España no cuida a sus investigadores, esto es conocido y tampoco copia bien, no hace I+D asimilativa de calidad. Necesitamos más recursos tanto para la investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías, como para la diseminación de las mismas. Una comunidad que no cuida su I+D y no mejora su capacidad de innovación, está condenada a comprarla al precio que le pongan, porque es una apuesta de futuro.

¿Cuáles son las carencias del sistema sanitario en Castilla y León, desde la prevención, pasando por la atención, hasta la fase de cuidados paliativos?¿Qué falta y de qué podemos presumir?

Existe un grave problema de sostenibilidad provocado por una deficiente financiación y una escasa sensibilidad política y social para subsanarla, al entender que son prioritarias otras partidas. Nuestro sistema asistencial está organizado para atender prioritariamente problemas agudos simples cuando la tendencia actual es hacia la cronicidad, la pluripatología y la complejidad, que va más allá del mero sentido clínico. Hay una gran dificultad para una adecuada comunicación entre niveles asistenciales, dando prioridad presupuestaria a las grandes tecnologías y a la atención hospitalaria y descuidando el desarrollo y dotación de la Atención Primaria. Pero dentro de estas deficiencias podemos presumir, porque Castilla y León es una de las comunidades que más ha apostado por un cambio hacia nuevas formas de gestión que preserven la esencia pública de nuestra atención sanitaria. Tiene un Plan de Cuidados Paliativos con cobertura notable, aunque mejorable; los dispositivos asistenciales cuentan con tecnología diagnóstica y terapéutica de nivel suficiente como para atender prácticamente todos los problemas oncológicos; existen unidades de investigación; y disponemos de un personal sanitario que ha sufrido la crisis como el que más y que ha continuado al pie del cañón, sin escatimar esfuerzos.

¿Se puede decir que los enfermos de cáncer reciben una atención óptima?

Optima sí, pero mejorable. Ningún enfermo con cáncer necesita ir fuera de nuestra comunidad para recibir una asistencia oncológica completa, profesional y de calidad y la mayoría de los problemas de equidad que se están dando en otras comunidades no se viven con tanta virulencia en Castilla y León. Pero el acceso a las nuevas tecnologías es lento, a veces sigue caminos tortuosos y oscuros y otras no llegan con igual rapidez a cada rincón de nuestra tierra. No se puede negar que nuestra comunidad, en materia de organización de la asistencia oncológica, necesita evolucionar a la atención en redes sanitarias e incorporar unidades de referencia y centros de excelencia que concentren experiencia y cooperación. También necesitamos una mayor permeabilidad y desarrollo de las Unidades de Investigación Clínica y una base de datos trasparente y actualizada sobre ensayos clínicos. Necesitamos mayor desarrollo y cooperación funcional entre servicios y unidades asistenciales y es necesario un mayor nivel de desarrollo y dotación de los Servicios de Anatomía Patológica y Radiodiagnóstico.

¿Son necesarios más especialistas en oncología?

La respuesta de un jefe de Servicio de Oncología es obvia: siempre se necesitan más especialistas, pero debo de puntualizar que no sólo el médico es el que presta la asistencia al paciente. Existe un amplio equipo multiprofesional imprescindible para dar la atención de calidad requerida. Las experiencias en este campo son muy interesantes para caminar hacia la ‘alfabetización’ sanitaria de los pacientes que les permita tomar decisiones informadas y que les habilite para los autocuidados. El futuro de los servicios y unidades de Oncologia es éste, sistemas ubicuos, multiprofesionales, adaptables, con tecnologías ‘big data’ y con atención integral.

Próximamente se incorporarán dos nuevas prestaciones en Sacyl -la cirugía extereotáxica para tumores cerebrales y el test para elegir el tratamiento más adecuado para el cáncer de mama-. ¿Qué supone para la población?

La primera supondrá completar la cartera de servicios, ya que los pacientes subsidiarios de este tipo de mal llamada cirugía tenían que viajar fuera para recibirla, así que es un deseado avance. En cuanto a los test predictores genómicos, por ahora no es para todas las pacientes con cáncer de mama, sino para un grupo reducido, por motivos puramente científicos. Es un paso importante hacia una medicina cada vez más personalizada, como un traje a medida para cada paciente.

La detección precoz es clave, pero programas como el de cribado de cáncer de colon no ha recibido la respuesta esperada. ¿Cuál es el problema?

El diagnóstico precoz del cáncer colorrectal es uno de los que más vidas puede salvar. La penetración de cualquier test de diagnóstico depende de muchas cosas, pero una es clave: el beneficio percibido por la población. Es capital el papel de los profesionales y las campañas. Quizá aquí esté el problema. Hay que recordar que la mamografía, con menos evidencia científica que la colonoscopia en el marco de la prevención precoz, tuvo muchas dificultades para alcanzar una penetración del 80-90 por ciento.

La nueva tecnología asociada al cáncer es cara, pero clave para muchos tratamientos. ¿La crisis y medidas como el aumento del IVA a la tecnología sanitaria harán flaco favor para equipar adecuadamente a los hospitales?

Indudablemente. Sólo aquella tecnología que aporta valor debe ser financiada y, por tanto, la financiación tecnológica debe ser selectiva y revisable. Es un tema de urgente resolución al que se une el precio desorbitado y abusivo de muchos fármacos. Este es un segundo problema en el que se mezclan intereses privados, muchos legítimos y otros no tanto, con la ley de patentes y lentitud en la introducción de la tecnología con retrasos en los retornos de las plusvalías para la Industria. Es una amalgama convendría ir eliminando.

Las nuevas tecnologías se están sumando también a la lucha contra el cáncer, recientemente con la presentación de una aplicación que agrupa la información relativa a los pacientes con tumor colorrectal. ¿Qué supone?¿Es posible ampliarlo a otros tipos de cáncer?

Las nuevas clasificaciones moleculares basadas en patrones genómicos son un gran avance porque nos está permitiendo conocer subclasificaciones dentro de cada tipo de cáncer, que facilitan tratamientos más personalizados. Llega nueva tecnología, como las biopsias líquidas y la detección de células tumorales circulantes que ya no requieren más que un análisis de sangre y que nos van a permitir conocer en tiempo real cómo evoluciona una enfermedad oncológica, qué efectividad está teniendo un tratamiento en tiempo real, qué toxicidades podemos esperar, etc. Sabemos que la célula muta constantemente y que lo que hoy era un subgrupo molecular, mañana es otro y por tanto el tratamiento hay que cambiarlo.

Una alimentación adecuada o la práctica de ejercicio habitual son dos de las recomendaciones que se hacen siempre para reducir el riego de padecer cáncer. ¿Qué éxito tiene esta receta en la disminución del número de casos?

Sabemos que la obesidad es uno de los factores etiológicos directamente relacionados con el cáncer. Por esta razón, una alimentación dirigida a no ganar peso o a perderlo, combinada con el ejercicio físico correcto, son recetas de indudable interés para prevenir esta enfermedad y además, y lo que es más importante, para evitar recaídas en los que la han padecido. La nutrición se ha convertido en un hervidero de propaganda interesada, de dietas milagro, de curaciones milagrosas, etc. Existe toda una ciencia, la Nutrigenómica que trata de encontrar la relación entre alimentación y su influencia en la genética y en la proteómica celular. Es todo mucho más complicado de lo que parece.

El próximo mes se celebran también elecciones en el seno de la ACLO. ¿Tiene previsto volver a presentar su candidatura?

No. Mi andadura como presidente de la ACLO toca a su fin. Toma el relevo el doctor Carlos García Girón, al que le deseo desde aquí toda la suerte y el acierto del mundo. Es probablemente un cambio continuista porque coincidimos en muchísimos aspectos y estoy seguro de que muchas de las afirmaciones que yo he hecho a lo largo de la entrevista él las compartiría imprimiendo su particular sello.

También se celebra en León el XV Congreso de la ACLO bajo el lema ‘Más allá de 2015’. ¿Qué podemos esperar en materia oncológica a partir de ahora?¿Cuáles son los retos?

Hemos querido hacer un ejercicio de reflexión sobre lo que ha supuesto la Oncología hasta el 2015 y un segundo ejercicio de prospección para vislumbrar hacia dónde vamos, tocando aspectos que supondrán en un futuro muy cercano una verdadera revolución: las plataformas genómicas, la tecnología biomolecular y su aplicación médica, nuevas técnicas de tratamiento absolutamente revolucionarias como la inmunoterapia y nuevas formas de gestión para innovar en ¿cómo hacemos las cosas? Acudirán a León la mayoría de los oncólogos de la comunidad y contaremos también con profesionales de reconocido prestigio del panorama nacional. Queremos también abrir el congreso a la ciudadanía de León y para ello pretendemos realizar un mini-congreso el día 16 de abril, un día antes del congreso ACLO, con el lema ‘Cuéntame cómo lo viviste’ y en el que contaremos con la participación de destacados ciudadanos que han padecido un cáncer y que contarán sus vivencias a la población de León.

Aclo lleva más de un año trabajando de manera conjunta con el Gobierno autonómico. ¿Qué se ha conseguido en este tiempo y qué puede esperarse de esta colaboración a partir de ahora?

No se trata de enumerar lo que se ha conseguido, porque nuestra consecución es una consecución de todos. Existe un trasvase biunívoco de ideas y un afán de colaboración, compromiso y cooperación en un marco de acercamiento y entendimiento por ambas partes que redundará, sin duda, en la atención oncológica a todos los niveles de los ciudadanos de Castilla y León. El protocolo de colaboración es la base de la cooperación sobre la que a partir de ahora vamos a trabajar y a construir. ACLO se convierte en un asesor reconocido en materia científica y asistencial de la Consejería de Sanidad y de su Gerencia Regional. Aprovecho para expresar un deseo. Llegan las elecciones. La Sanidad no es un arma electoral, no puede serlo. Sería muy deseable que, en el caso de que haya relevos quienes se hagan cargo respeten los acuerdos, porque han costado mucho esfuerzo, tienen muchas horas de trabajo detrás, son esencialmente buenos y bien aplicados constituirán un beneficio para la ciudadanía.

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