Violeta R. Oria Desde que comenzó su plan de digitalización en 2008, gracias a un acuerdo con Telefónica, que ha invertido 10 millones de euros en el proyecto, la Biblioteca Nacional de España (BNE) trabaja a un ritmo frenético -en 2012 alcanzó las 30.000 páginas diarias-. 25 millones de páginas, más de 150.000 títulos de diferentes materias: dibujos, grabados, fotografías, partituras, libros impresos y manuscritos, registros sonoros, material cartográfico, revistas y periódicos ya están al alcance de ciudadanos e investigadores en cualquier lugar del mundo.
Gracias a este proyecto, la literatura astorgana, tanto la de autores nativos como la que se refiere a la comarca o la impresa en la ciudad, comienza a ser mucho más accesible, especialmente la del siglo XIX, ya digitalizada en gran parte. Los fondos, de entrada libre y gratuita, se pueden consultar desde los portales la Biblioteca Digital Hispánica (BDH) y la Hemeroteca Digital, en el último caso para la consulta de prensa histórica.
Ya se pueden encontrar online obras depositadas en la BNE no solo de autores renombrados, como los Panero, sino de otros mucho menos conocidos. Una variedad de documentos religiosos, musicales, discursos, tratados, libros escolares, cartografía, grabados, fotografías… y hasta alguna rareza difícil de clasificar aportan datos de lo que fue la Astorga del XVII, XVIII, XIX e incluso de principios del XX.
Así, podemos visualizar el ‘discurso completo compuesto por su eminencia el Cardenal Fr. Zeferino González, para el día de su recepción pública (que por desgracia no llegó a efectuarse) en la Real Academia Española’, obra del propio Ceferino González y Díaz Tuñón -obispo de Córdoba y cardenal que previamente ocupó la ‘Cátedra de Astorga’- impreso en 1895 en Astorga en la librería de N. Fidalgo. También la ‘Ortología, ortografía y prosodia conformes con las doctrinas de la Real Academia’, por Matías Rodríguez y Díez, impresa en la Librería de la Viuda e Hijos de López de Astorga.
El ‘resumen histórico de los ataques, sitio y rendición de Astorga: de su reconquista y segundo sitio puesto a la ciudad siendo gobernador …’, de ‘Don Josef María de Santocildes’, es otra de las obras, en su edición de 1815 -si bien se refiere a unos hechos anteriores-, que se puede consultar.
También está disponible la ‘Memoria sobre el Mineral de Carbón hallado entre Bembibre y Astorga’, de Carlos Le-Maur, teniente coronel del Cuerpo de Ingenieros y director de las Reales Obras del Camino desde Galicia a la Corte. Según explica Luis Carlos Sen en su tesis doctoral ‘El descubrimiento de los yacimientos hulleros leoneses’, el primer informe que da constancia de dichos yacimientos data de 1764 y también es obra del teniente Le- Maur, que no solo dio fe de su descubrimiento sino que propuso la creación de un canal hasta Astorga y, desde allí, a Valladolid, y al canal de Campos, en Villalpando, al objeto de aprovechar este combustible, del que se convirtió en firme defensor.
Marqueses de Astorga
Pero no solo se pueden hallar trabajos del XIX aunque son los más numerosos. La digitalización avanza y ya se han ‘colgado’ otras obras de los siglos XVII y XVIII. Es el caso del retrato anónimo italiano del X Marqués de Astorga, Antonio Pedro Álvarez Osorio, entre otros muchos títulos nobiliarios también virrey de Nápoles, una estampa de 1694 en aguafuerte y burril (arriba, izquierda). Y es que los documentos de la Biblioteca Nacional sobre la nobleza astorgana, y el particular sobre el marquesado y la familia de los los Osorio, son varios. También está disponible la ‘Oración Fúnebre (…) a Don Antonio Ossorio y Moscoso’, “marqués de Astorga y Conde de Altamira”, según reza la portada (arrriba, derecha), de 1725.
Los fondos más destacados de la Biblioteca Nacional, en apps
El pasado verano, la BNE y Telefónica renovaron su acuerdo para la digitalización de los fondos de la biblioteca por cuatro años más, aunque en esta segunda fase la operadora solo aportará medio millón de euros. Carlos López Blanco, director de asuntos públicos y regulación de la empresa, señaló que esto se debe a que “el grueso de la digitalización de los fondos más destacados ya se ha hecho” y a que en esta segunda etapa “se van a centrar más en el desarrollo de aplicaciones y en la mejora del portal de acceso”. A partir de ahora, se realizarán desarrollos de apps con colecciones destacadas de la biblioteca, búsqueda de nuevos usuarios y otros desarrollos como pasapáginas, líneas de tiempo y geolocalización de obras, añadió.
‘Top’ de los más descargados
Ana Santos Aramburo, directora de la BNE, explica que los ‘ top’ de los más descargados incluyen los grabados de Goya, diferentes ediciones de El Quijote, autores del Siglo de Oro y carteles publicitarios de diferentes épocas. Además, mientras se está navegando por la web se puede escuchar la música que la bliblioteca selecciona. El proceso de digitalización de la BNE se centra fundamentalmente en los fondos de dominio público, es decir, aquellos que están libres de derechos de autor. La Biblioteca Nacional y Telefónica se han comprometido a seguir digitalizando fondos y a potenciar la difusión de estos materiales de libre disposición. “Esta difusión de las colecciones es hoy un elemento clave, una vez que ya hay millones de páginas digitalizadas a disposición de los ciudadanos. El reto actual es lograr que todo este patrimonio sea conocido, consultado y abierto a la sociedad y a la ciencia”, ha indicado Aramburo.